El costo argentino

El gobierno busca realizar una rebaja de costos impositivos y laborales para bajar el “costo argentino”. Además, introdujo un andamiaje jurídico más amigablecon el sector privado basado en el RIGI y la Ley Bases. La rebaja de los costos impositivos es compensada con un fuerte ajuste del gasto público, en donde jubilaciones, estatales, Universidades y obra pública son los sectores más afectados. La reducción de los costos laborales es impulsada exclusivamente por una reducción del salario real. El combo de políticas ofertistas compuesto por una mejora de la “competitividad”, un marco jurídico e impositivo marketfriendlyy mayor estabilidad macroeconómica son presentadas como condiciones suficientes para que la economía se recupere. Bajo el eufemismo de bajar el “costo argentino”, presenciamos una transferencia de ingresos desde trabajadores y jubilados hacia los sectores económicos más concentrados. Hasta el momento, esto no se traduce en una recuperación económica, ni parece probable que lo haga en un crecimiento significativo de la inversión

Índice de Precios al Consumidor: un termómetro descalibrado

La problemática en la medición actual del IPC no es, como en otros tiempos, una captura de datos deficiente o un armado poco transparente; sino que se refleja en la posible incapacidad que tiene la actual canasta de bienes y servicios para representar la nueva distribución del gasto en el marco de la política de ajuste. El termómetro sirve, pero debe recalibrarse.

La batalla por la movilidad jubilatoria: del aumento por Ley, al veto por Decreto de Milei

Milei vetó finalmente el aumento de 8,1 puntos porcentuales (7,2% efectivo) de las jubilaciones que había sido aprobado en ambas cámaras del Congreso Nacional en los meses de junio (Diputados) y agosto (Senado). El veto presidencial ratifica el sentido de las decisiones adoptadas por el presidente desde su asunción: que las y los jubilados sean quienes sostienen el superávit fiscal.  

La industria PyME cayó 17,8% anual en julio

La actividad manufacturera de las pymes cayó 17,8% anual en julio y acumula una retracción de 18,6% en los siete meses del año frente al mismo período de 2023. En la comparación mensual desestacionalizada la producción bajó 1,8%. Las pymes trabajaron en julio con el 60,6% de su capacidad instalada (en junio había sido el 60,1%). El 19,3% de las pequeñas y medianas empresas tuvo dificultades para pagar salarios.