Los 80 Puntos del Movimiento Solidaridad

Por seguir los dictados del neoliberalismo, el mundo capitalista se ha metido en un callejón sin salida. Se acumularon montañas gigantescas de deuda. Títulos y acciones de todo tipo conforman Inescrutables castillos de naipes que amenazan derrumbarse al menor golpe de brisa. En medio de la crisis de la que supuestamente estamos saliendo, bancos y políticos de derecha vuelven a clamar por acciones de rescate siempre onerosas que, a fin de cuentas, inevitablemente deben ser solventadas por los contribuyentes.

Flujos de información y poder

Asilado en la Embajada de Ecuador en Londres desde junio 2012, el australiano fundador de Wikileaks, Julian Assange, figura como objetivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE.UU. en lo que llama un cronograma de cacería humana, según confirmaron recientes revelaciones de Edward Snowden. La inculpación: haber difundido secretos del Departamento de Estado a los que tuvo acceso Wikileaks, reivindicando una Internet y un periodismo libres. En las líneas que siguen, Assange expresa sus puntos de vista a un cuestionario formulado por ALAI respecto a temas como globalización y gobernanza de Internet; vigilancia y seguridad ciudadana; transparencia gubernamental y rendición de cuentas, y la vigilancia ciudadana sobre las autoridades.

La gobernanza de Internet: ¿Ensayo de la gobernanza del mundo?

Ante el anuncio del gobierno de los Estados Unidos, el pasado viernes 14 de marzo, de su intención de renunciar al control que ejerce sobre Internet, apareció en foros internacionales sobre este fundamental asunto la propuesta de «apoyar y ampliar el modelo “multistakeholder” de la creación de políticas y la gobernanza de Internet». El autor de este artículo considera que “tomará un gran trabajo poder darle una forma concreta a la de manera que pueda cumplir de forma democrática, transparente y sin exclusiones las funciones que se esperan de ella.”

El alimento es una mercancía

La economía mundial está regida por mercados cada vez más globalizados donde los “valores” se mueven con objetivos que poco se corresponde con el desarrollo humano; la tierra, el agua, los combustibles, los minerales, las armas y los alimentos son parte de similar lógica.

Crece la oferta mundial de alimentos y se magnifica la especulación con los precios para su producción y consumo, mientras casi 1000 millones de personas sufren hambre y desnutrición; a esta “crisis” alimentaria se suma a la crisis financiera post 2008, la crisis energética y la Climática Global. Una profunda e inédita crisis -la mayor en la historia del capitalismo mundial- que abarca todos y cada uno de los ámbitos de la economía y la cultura, la alimentación, el trabajo, el ambiente, la política, la ética, las instituciones. Una “crisis civilizatoria”, para algunos pensadores.

Las inversiones rusas, un freno a la acción de la UE

En plena crisis ucraniana , cuando los occidentales intentan imponer sanciones al Kremlin para obligarlo a negociar, las noticias cayeron como un balde de agua helada en los círculos políticos y diplomáticos : entre el domingo y anteayer, los rusos gastaron miles de millones de euros en la compra de importantes empresas europeas. Esas operaciones demostraron, al mismo tiempo, los profundos lazos que existen entre Moscú y la Unión Europea (UE).

Un nuevo traspié norteamericano

Fueron por Ucrania para debilitar la zona franca imaginada por Putin y acercar la OTAN a la frontera rusa y consiguieron que Crimea se separara de Ucrania para retornar a la madrecita Rusia, asegurando sus fortalezas bálticas centradas en el puerto de Sebastopol.Algo así como ese refrán de campo: ir por lana y salir trasquilado. El voto popular en Crimea, aplastantemente proruso, legitimó la política decidida por Putin de ponerle con firmeza un límite a los desestabilizadores proeuropeos y al golpismo financiado desde el exterior.

La lógica de la Guerra Fría

Frente a la decisión del parlamento de Crimea de celebrar el 16 de marzo un referéndum para salir de Ucrania y unirse a Rusia, Occidente baraja todo tipo de sanciones y mueve tropas y armadas en el Báltico, Polonia, Egeo y Mar Negro. Se avanza hacia una reedición de la crisis de los misiles de 1962 que puso al planeta al borde de un cataclismo nuclear. En este caso, la isla no se llama Cuba, sino lo que está en juego es la península de Crimea.

Claves para entender Ucrania

En sólo diez días, Ucrania pasó de un escenario de guerra civil a otro de secesión –o desintegración territorial– y, a la par, de guerra contra un enemigo extranjero. La polarización “interna” entre sectores proeuropeos y promoscovitas, delineada en las continuas y violentas manifestaciones en contra del gobierno de Viktor Yanucovich, desde que se negó a firmar un Acuerdo de Cooperación con la Unión Europea (UE) y, en un giro hacia Rusia, aceptó el acuerdo que le ofreció el gobierno de Moscú para importar gas a precios subsidiados, condujo a la destitución del presidente y a la conformación de un “gobierno de transición” –previa violación por parte de la oposición del acuerdo firmado con el gobierno depuesto para buscar una salida negociada al conflicto, del cual Alemania, Francia, Polonia y Rusia eran garantes–, que el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó como “el resultado de una insurrección armada” y como “un golpe de Estado anticonstitucional”.

Ucrania: preguntas incómodas y respuestas inquietantes. Dossier

Este Dossier contiene los 7 siguientes textos: 1) Yanis Varoufakis: “Sobre Ucrania: tres preguntas incómodas a los liberales occidentales sobre el derecho de autodeterminación de la minorías nacionales y un comentario sobre el papel de la Unión Europea”; 2) Ben Judah: “Por qué Rusia ya no teme a Occidente”; 3) Ernest Urtasun y Àngel Ferrero: “Ucrania se desgarra entre Occidente y Rusia”; 4) Boris Kagarlitsky “La ‘intervención con algodones’ y el levantamiento de Ucrania”; 5) Andrej Nikolaidis: “Ucranianos, os lo dice un bosnio: la bandera de la UE no es más que un trapo al viento”; 6) Alejandro Nadal: “Ucrania: entre mafias y expansionismo militar”. 7) Harold Meyerson: “Rusia no respeta fronteras. Los EE.UU., tampoco”.