El plan económico avanza

Desde hace tiempo sostengo que, desde el punto de vista de lo que ha pretendido el gobierno desde su inicio, el programa económico logra sus objetivos. Hasta lo confirman los funcionarios del gobierno. Nicolás Dujovne acaba de expresar en una entrevista: “Este gobierno tuvo un norte muy claro desde el inicio (de) lo que quería con la economía, lo instalamos como proyecto y del cual no nos separamos nunca”.  

La pregunta que nadie formuló a Iguacel: ¿De dónde salieron los nuevos precios del gas en boca de pozo?

El 4 de octubre, con la firma de Javier Iguacel, la Secretaría de Energía avaló el traslado a la ciudadanía de la deuda contraída por las distribuidoras con las productoras consecuencia de la mega-devaluación del régimen neoliberal y su decisión de dolarizar las tarifas.

Ajuste recargado

Nicolás Dujovne sentenció: “Si no hay pesos, no hay con qué comprar dólares”. Palabras más o menos, éste fue el titular de varios medios, que resume en forma contundente la política del gobierno en línea con el nuevo plan del FMI. El problema es que si no hay pesos, no hay crédito, justo en una economía con una cadena de pagos fuertemente tensionada.

Drácula ronda las crisis argentinas

El exceso de autoestima que los argentinos solíamos exhibir en el pasado podría llevar a algunos a pensar, aún hoy, que la convertibilidad fue un gran hecho y su impulsor, Domingo Cavallo, un personaje de la historia universal. Aceptando por un momento tamaña megalomanía —y siguiendo a Marx— podríamos decir que la adopción por parte del tándem Cavallo I-Llach I (en 1991) del régimen de caja de conversión con tipo de cambio fijo 1 a 1 como opción de largo plazo constituyó la tragedia, y que el intento de resurrección post-mortem de ese régimen por parte de Cavallo II (en el 2001) fue la farsa.