Astillas del mismo palo

Mercedes Marcó del Pont es la presidenta del Banco Central y Arturo O’Connell uno de sus directores. Aldo Ferrer es el embajador en Francia y Eduardo Basualdo uno de los directores por el Estado en YPF. Alejandro Vanoli es el titular de la Comisión Nacional de Valores y José Sbattella el titular de la Unidad de Investigación Financiera. Todos esos funcionarios públicos son miembros desde hace años del Plan Fénix, un conjunto de economista nucleados por la Facultad de Ciencias Económicas en donde también figuran varios académicos de prestigio que, sin ser funcionarios ni oficialistas, apoyan muchos de los grandes lineamientos de la política económica del kirchnerismo, como por ejemplo Abraham Gak, Jorge Gaggero, Alberto Muller, Héctor Valle, Salvador Treber y Ricardo Aronskind.

“La reforma del Banco Central que hicieron ustedes es lo que pedimos nosotros”

Aportó sus votos para la derrota de Sarkozy y reivindica los procesos mayoritarios en Sudamérica, Chávez incluido. Dice que su función es provocar la discusión con humor, reivindica la ley de medios y la estatización de las jubilaciones, y apunta que un atraso de las revoluciones ciudadanas es no consagrar el derecho al aborto.

La cuestión inflacionaria en Argentina

La crisis desatada a fines de 2001 representó el fin del ciclo de la Convertibilidad. Un período que representó un enorme retroceso, tanto en las condiciones de vida de gran parte de la población argentina como en el desarrollo productivo. La drástica caída verificada en el empleo industrial y la persistencia –durante casi una década– de una tasa de desempleo abierto de dos dígitos fueron dos de sus heridas más dolorosas. Parte del costo de un esquema económico que tuvo como eje el control de la inflación y la irrestricta liberación de los mercados, mientras se proclamaba que “sobraba un tercio de argentinos”.

El Presupuesto 2013, instrumento del modelo de desarrollo con inclusión social

En la sesión del 10 de octubre de 2012, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el Presupuesto General de la Nación correspondiente a 2013. Es un importante instrumento político, ya que establece el financiamiento anual del programa de gobierno. Veamos algunas de sus principales líneas de acción, que marcan el rumbo económico a través de los ingresos y las inversiones públicas.

¿Llegó la era del estancamiento al capitalismo de EE.UU.?

Facebook, Twitter, smartphones, tablets, la nube de Internet. Mucha gente tiene la impresión de que ya no podría vivir sin los nuevos inventos de estos últimos años.

Pero en términos de su aporte a la productividad del trabajo y el crecimiento de las economías en el muy largo plazo, estas innovaciones de la llamada tercera revolución industrial (RI3) son una sombra del impacto que causaron en la historia económica las dos primeras. Y lo peor, sus efectos ya se agotaron.

Nobel de la Paz a la UE: ¿un reconocimiento póstumo?

Se ha querido premiar un proceso de integración postnacional que impulsó el resurgimiento de Europa luego de guerras y matanzas. Pero ese ideal atraviesa por su peor momento.

En muchos aspectos el Nobel de la Paz otorgado a la Unión Europea puede leerse como un premio a la ilusión de lo que la realidad debería ser en lugar de lo que en verdad es. Se uniría en esa visión al que se le otorgó hace tres años al recién llegado presidente de los Estados Unidos Barack Obama, un gesto prematuro entonces a los frutos de un árbol que aún no había todavía florecido, como señalamos aquí mismo en su momento, y que después se confirmó claramente excesivo.

El Nobel de la desvergüenza

Los amos del dinero y el capitalismo casino, las grandes fortunas europeas, los grandes diseñadores de este mundo de impiedad y desvergüenza, están descorchando sus botellas de champagne mientras ríen satisfechos por su poder inconmensurable: como si se tratara de un título nobiliario que se puede comprar para adornar con falso linaje sus fortunas mal habidas y manchadas de sangre, los impúdicos miembros de la troika que con mano de hierro dirige la vida y destino de centenares de millones de ciudadanos europeos se han adjudicado a sí mismos el Nobel de la Paz. Si no fuera trágico

No debemos, no pagamos

“La deuda se paga o se paga”. Nos lo han grabado a sangre y fuego. Una de esas máximas que a fuerza de ser repetidas una y otra vez se convierten en verdades absolutas. Pero, ¿es eso cierto? ¿Y si la deuda hipoteca nuestro futuro? ¿Y si la deuda no la hemos contraído nosotros? Entonces, ¿por qué hay que pagarla?

¿Porque las clases medias occidentales odian a Chávez y las clases trabajadoras venezolanas le votan?

Desde hace 14 años cada comicio electoral venezolano viene precedido de una avalancha mediática en Europa y Norteamérica en contra de Hugo Chávez. El estertor de los rotativos es sin embargo aún mayor en España donde día tras día se nos informa del inminente derrumbe de la economía venezolana, de su corrupción, del crimen imperante, del autoritarismo de Hugo Chávez, e incluso de la aparentemente insaciable vida amorosa de mandatario bolivariano.

No cabe duda de que algunos aspectos de su gestión como, por ejemplo, los problemas con el funcionamiento del sistema judicial, la inseguridad en Caracas o algunos planteamientos o alianzas de su política exterior tienen un fondo real que justifican un debate serio y profundo. Sin embargo, la caricatura interesada realizada sobre el proceso bolivariano y la persona de Hugo Chávez tienen una más que dudosa credibilidad. Necesitamos un enfoque que documente y valore de la forma más objetiva posible lo que de positivo haya podido aportar el proceso que se inició con la constitución de 1999, refrendada por una amplia mayoría de venezolanos (más del 70%).

Radiografía de la economía venezolana

Graduado de economista en la Universidad de La Habana, Víctor Alvarez fue ministro de Industrias y Minería del gobierno de Hugo Chávez y director de Pdvsa. En su labor de docente e investigador del Centro Internacional Miranda, de Caracas, coordina un equipo de estudio sobre nuevos modelos productivos. En su último libro, Claves para la industrialización socialista, propone un nuevo tipo de desarrollo industrial basado en diferentes formas de propiedad social en manos de los trabajadores y las comunidades, sin mediaciones burocráticas. Allí busca identificar diferentes formas de intervención eficaz del Estado para orientar procesos que él considera no pueden quedar sometidos a las fuerzas ciegas del mercado.