Poné a Francella: Milei vuelve a la TV mientras Karina teme una derrota
La elección bonaerense del 7-S, la más atípica del último medio siglo, puede golpear al gobierno y agravar la economía. Exestrellas de TV y pureza étnica en LLA. La huella del fentanilo. El todo o nada en el Congreso.
Karen Reichardt solía mostrar, en los camarines y los pasillos de la TV Pública, sus chats de WhatsApp con Javier Milei. Fotos de perros perdidos y comentarios sobre mascotas que, como un pase de magia, fueron el abracadabra para su regreso a la TV. Un día Milei se lo pidió a Manuel Adorni, el portavoz se lo comunicó al exinterventor del canal estatal Eduardo López y éste reconfiguró la grilla para que la exvedette tenga, los sábados, dos horas de aire.
Amores perros, el programa de Reichardt en TVP, fue la antesala del ascenso de la ex Playboy en la pirámide libertaria. En estas horas, pasó de conductora sabatina a candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, detrás de José Luis Espert y un casillero delante del post macrista Diego Santilli. Reichardt, que cuenta que hace años habla con Milei, sintonizó con uno de los dos temas de conversación preferidos –casi excluyentes– del libertario: los perros.
El otro es la economía. Una leyenda de Congreso relata que un legislador del PRO logró, desde que estudia la materia, sistematizar sus diálogos –sobre teoría y macroeconomía, no política– con el presidente. Se rumorea, no sin malicia, que lo hizo con ese fin. Pero no son días amables en la economía. Para apaciguar el dólar, el Gobierno aplicó una suba de tasas que, hay consenso casi absoluto entre los analistas de todo el arco ideológico, no puede durar.
Divina TV Milei
Reichardt y otra exvedette, Virginia Gallardo, candidata en Corrientes, cincelan un perfil de outsider, en el que el gobierno incluye al abogado Alejandro Fargosi, que antes tuvo una intensa militancia en el macrismo, al que representó en el Consejo de la Magistratura. Karina Milei construye una nueva casta con figuras, olvidadas, de la TV. El primer Milei se nutrió de las redes, el segundo recurre a la televisión. Y se encuentra, ahora, en la celebración anti woke de personajes que Guillermo Francella protagoniza en Homo Argentum, la película que les puso a los diputados que fueron la semana pasada a Olivos y también a su gabinete.
El presidente le dedicó un tuit al asunto pero, salvo su mensaje en el acto de campaña en La Plata, no hubo ningún mensaje a las familias de las víctimas por el fentanilo contaminado que elaboró el laboratorio HLB Pharma, de Ariel García Furfaro. A casi cien días de conocidos los primeros casos todavía no hubo una explicación de por qué la ANMAT no controló y evitó la tragedia médica de la historia argentina. La aparición pública del ministro de Salud, Mario Lugones, entre lágrimas, fue tardía e inconsistente.
Espectáculo sin sustancia
La falta de empatía presidencial, y del Gobierno, es un fenómeno que aparece en todos los estudios de opinión pública. Los insultos de Milei, como el monoargumento “no hay plata”, perdieron efecto y dejaron de ser vistos como algo disruptivo. Un estudio cualitativo de la consultora Proyección entre indecisos de la provincia de Buenos Aires detectó ese reproche.
“Es como ver una serie, todos los días pasa algo nuevo, pero en casa no cambia nada”, fue uno de los testimonios que, en un focus group, recogió Proyección. “Lo que pudo haber generado curiosidad o impacto inicial, hoy es leído como forma de espectáculo sin sustancia. Se critica el aislamiento del Gobierno nacional, su falta de conexión con la vida cotidiana y la ausencia de gestos que muestren sensibilidad o comprensión del sufrimiento social”, detalla el informe donde además aparece, como principal factor de angustia, el deterioro económico.
Tienen, también, desencanto con la política. Pero revalidan todavía el valor del voto. La gran pregunta es cómo se van a comportar esos indecisos. Si votan, ¿a quién van a votar? Quizá engrosen el ausentismo. El estudio de agosto de Managment & Fit refleja que bajó el universo de los que anticipan que no irán a votar. La consultora mide interés por emitir sufragio. Entre mayo y agosto se redujo 5 puntos.
El test de septiembre
Los escándalos se reproducen y las buenas noticias se evaporan rápido. El (buen, en función de la suba del dólar) dato de la inflación de julio, que dio 1,9%, se disipó casi al instante. La economía congelada, el consumo quieto y el malestar por el derrumbe del poder adquisitivo magnifican el pánico que, en voz baja, circula en el Ejecutivo: cómo puede pegar en los mercados un mal resultado de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires.
Milei, en su versión ATP sin insultos, juega con fuego. Sobreexagera la promesa de erradicar al kirchnerismo y, por defecto, potencia el riesgo de que una victoria de Fuerza Patria (FP), un empate o hasta un triunfo libertario mínimo sea leído como una pésima señal. Los datos que miran Karina Milei y Santiago Caputo van en esa dirección: triunfo cómodo en la Quinta y la Sexta Sección, derrota en la Tercera y la Octava, y panorama abierto en la Primera, la Segunda, la Cuarta y la Séptima. La sumatoria de toda la provincia, que será el dato de la noche del 7-S, proyecta un +/- 2 puntos.
La mayoría de los estudios de opinión de julio y agosto muestran una baja en la imagen de Milei y del oficialismo. La consultora Explanans, que dirige Sebastián Puechagut, mide de manera sistemática cada 100 días. El estudio, al cumplirse 600 días de gestión, mostró la peor calificación de Milei. En Explanans lo traducen como el fin de la estabilidad para ingresar en un período de erosión.
Polarización en baja
Hay un dato incómodo para el relato libertario. “La sombra kirchnerista, utilizada como antagonista y escudo político, se debilita”, dice el estudio. “La percepción de quién es ‘peor para el país’ muestra un empate técnico entre Cristina (48,3%) y Milei (47,7%). La polarización con el pasado K va perdiendo eficacia como herramienta de blindaje”, aseguran.
Opina Argentina, en su informe de agosto, muestra el pico más alto de rechazo a Milei desde que asumió. Y aporta un número impactante: 49% tiene imagen “muy negativa” del presidente.
A 21 días de la votación, el resultado es incierto. Es una elección atípica, por ir desdoblada y por el clima de alto ausentismo. En una disputa de cercanía, con boletas seccionales y sin candidatos libertarios con volumen, el PJ puede hacer valer su territorialidad: gobierna 84 de los 135 municipios de la provincia y, si no blinda una victoria, debería garantizar un empate técnico. Las encuestas, en general, posicionan bien a LLA. Es el espadeo teórico entre los consultores y los armadores territoriales.
Encuestas vs. territorio
Pero, si ganara Fuerza Patria, ¿el 7-S puede ser una versión soft del 18 de agosto del 2019, cuando la fórmula Fernández-Fernández derrotó a Macri? Aquello fue un shock y definió, con 5 meses de antelación, el cambio de gobierno. Eso no está en juego ahora, pero un resultado tibio en la provincia es una señal de debilidad para 2027 y la incertidumbre es la peor tormenta para un gobierno frágil.
Hay una pregunta interesante sobre cómo leer el resultado del 7-S, que Emanuel Álvarez Agis trató de responder en un informe reservado a inversores extranjeros. ¿Qué es perder o ganar para LLA en la provincia? En relación con 2023, el mileísmo sacará más votos, porcentaje y bancas. Pero lo que parece más oportuno mirar es como quedará respecto de lo que juntos lograron, en aquel año, LLA y PRO, que por separados obtuvieron 26% y 25%.
En este turno, luego de la táctica que desplegó Karina y excluyó a varios intendentes, parte de aquellos votos se fugan a Somos/Hechos, los armados de centro donde confluyeron alcaldes del PRO, la UCR, el sector de Facundo Manes, el de Juan Schiaretti, el Partido Socialista, el Gen y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. En Hechos están los alcaldes de San Nicolás y Pergamino, más de 65% de la sección Segunda. ¿Ese espacio solo captura los entre 10 y 15 puntos que le dan las encuestas?
Netflix peronista
Otra rareza bonaerense es que se votará en septiembre, cuando trascurra la campaña para las elecciones del 26 de octubre. El cierre de listas opera la medianoche de este domingo, pero el mapa quedó armado: Jorge Taiana encabeza en PBA, con Juan Grabois en tercer lugar y un mix de referentes de distintos sectores. La boleta la armó Cristina Kirchner y tuvo menos camporismo que en otros turnos.
La mirada amable es que CFK, con el fin de lograr la unidad, cedió lugares y se mostró amplia. Otra lectura, más turbia, sugiere que la expresidenta entregó los sitios más visibles de las boletas a otras tribus peronistas –Itai Hagman, que encabeza en la Ciudad, es de Patria Grande de Grabois, y Taiana apareció en el menú de candidatos, como un tapado, a sugerencia de Axel Kicillof– para que el costo de los resultados, que se anticipan flojos, los paguen otros. Un poco de Netflix peronístico.
La ausencia de referentes de intendentes en la lista animó otra especulación. Si hay dudas sobre que los alcaldes van a jugar todo en septiembre y se van a desentender de la de octubre, la integración parece destinada a reforzar esa tesis. “Como si CFK no quisiera que los territorios militen la boleta”, especularon en un municipio.
La mudanza de Manes
Federico Zapata, de la consultora Escenarios, fue el encargado de presentarle a Facundo Manes una proyección donde puede obtener 15 puntos en CABA y emerger como un referente opositor en un distrito donde el peronismo parece condenado. Manes compró y abandonó PBA. El planteo de Zapata despejó el camino de Florencio Randazzo, lugarteniente de Juan Schiaretti, que cedió lugares en las listas de septiembre para poder influir en las de octubre.
Pero la certidumbre es un mineral raro. El viernes a las 19:50, una de las tres firmas –¡TRES!– de la UCR, la de Miguel Fernández, no ratificó su adhesión al frente Provincias Unidas y el partido quedó afuera. Con Randazzo habrá radicales, pero no la histórica Lista 3. Casi en simultáneo, Lilita Carrió pulseaba en CABA y lograba el OK de otros sectores de la UCR para tratar de desplazar del tope de la lista de diputados a Martín Lousteau.
La avenida del medio puede, además, convertirse en un boulevard con dos carriles. Hace días, Margarita Stolbizer le dijo a Emilio Monzó que anoten el frente –que llamaron Encuentro Federal– porque presumía que el pacto Schiaretti-UCR iba a implosionar. Entre radicales se conocen. Lo que empezó como un salvoconducto, quizá se convierta al final en una lista.
El internismo, genético en la UCR, complicó a Rodrigo De Loredo en la franquicia partidaria en Córdoba y se bajó de una “primaria” con Ramón Mestre para pelear un lugar en la boleta libertaria. Creyó que podía encabezar, pero le ofrecieron el tercer escalón y lo rechazó. Fue víctima del teorema Santilli: el “Colo” hizo un ritual de fanatismo libertario sin que se lo pidan y sin garantías.
La pureza étnica de Karina
De Loredo no entendió otra cosa: Karina Milei ejecutó un método de armado de listas en el que premió a sus diputados leales y los hace encabezar las boletas aunque no terminen su mandato, como es el caso de Gabriel Bornoroni en Córdoba. A otros diputados los pone al frente de la boleta de senadores. A los primeros les da un bonus de dos años –porque suman un mandato entero- y a los segundos los premia con seis años de fueros, como es el caso de Nadia Márquez en Neuquén.
Si Cristina abrió el juego –con todas las sospechas que generó eso– Karina hizo lo contrario y apostó a lo que un operador definió como “pureza étnica” libertaria. La hermanísima no aplicó ese purismo en algunos territorios, como CABA y Mendoza, pero con otro fin: correr del gabinete a Patricia Bullrich y Luis Petri, como si pensara en un staff sin fisuras en torno suyo. La discusión que viene es qué sector aporta los reemplazos: ¿Karina o Santiago?
El voto de los náufragos
El viernes, 72 horas antes del cierre de listas, los bloques opositores de diputados convocaron a una sesión especial para tratar, entre muchos temas, los vetos de Milei a los aumentos a jubilados, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad. Es una apuesta a todo o nada. El Gobierno cree que está justo, que puede blindar al menos dos de los tres vetos. La lógica inicial de la oposición fue apostar a que el cierre deje heridas entre la Casa Rosada y los gobernadores, lo que derive en la caída de votos “dadores” de gobernabilidad.
Es una moneda al aire. Así como puede haber “viudas” en el oficialismo y sus aliados, el cierre en la oposición fue duro con peleas en varios territorios. Hay náufragos en todos lados. “El Gobierno tiene más recursos para convencer a los que se quedan sin nada”, confía un dirigente a Cenital. ¿Se va a una votación donde sobreviven algunos vetos pero la oposición vuelve a votar proyectos molestos para Milei? El poroteo es milimétrico.
Fuente: Cenital - Agosto 2025