Saigon Kabul y la debilidad americana
La traumática salida de Estados Unidos de Afganistán y las imágenes de la improvisada evacuación del personal diplomático y militar en Kabul frente al avance talibán rápidamente fueron asociadas al descalabro que representó la incursión estadounidense en Vietnam y la caída de Saigón en 1975.
Kabul, Washington, Caracas
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Afganistán: la necrópolis de los Gigantes
Mucho se comentó en estos días y más aún se escribirá en el futuro sobre la retomada del poder por los talibanes en Afganistán. Si bien para algunos esta noticia no fue una sorpresa, llamó la atención la velocidad con la que se precipitaron los hechos. En pocos días ocurrió todo aquello que se preveía para los meses (o años) venideros.
Los talibán en Afganistán, otro desafío mundial
Los talibán son un grupo de grupos variados, como los piratas de Somalia o los rebeldes de Chechenia. Eso me explicaban en Afganistán los locales: los talibán son tan diversos que en algunas regiones patrullan junto con el ejército afgano; en muchas zonas imparten justicia y en otras cultivan opio.
La guerra mundial “híbrida” y el asesinato de Soleimani
El último ataque de Estados Unidos a Irán ejemplifica una nueva forma de hacer la guerra en plena crisis del orden mundial. Esta ofensiva de nueva generación tiene carácter político militar e incorpora, como elemento novedoso, el desarrollo en todos los frentes: económico, tecnológico financiero y comercial, informativo, psicológico y virtual. Es el actual horizonte de la estrategia norteamericana para producir cambios de regímenes contrarios a sus intereses, y tiene como núcleo objetivo a la tríada del mal: China, Rusia e Irán.
¿Plan de paz a la medida de Netanyahu?
El humorista argentino Adrián Stoppelman popularizó la frase “pasan cosas raras” cuando tiene que analizar temas políticos o de la vida cotidiana que son muy extraños y nos dejan con la boca abierta.
No termina, hasta que termina
Primero los hechos: Irán lanzó poco mas de una decena de misiles (4 fallaron;) contra la base Al Asad, la más grande dentro de Irak donde se encuentran alojados las tropas estadounidenses. Hubo otro cohete que impactó en el aeropuerto de Erbil en el Kurdistán iraquí que al parecer no fue lanzado por los propios iraníes sino por milicias locales aliadas.
Escenarios complejos en una región compleja
Levar las situaciones al límite para luego retroceder, dar señales contradictorias que sólo crean confusión y profundizan la volatilidad de escenarios marcados por intervenciones armadas y guerras de sanciones como estrategias preferenciales, parecen ser la tónica de la actual política exterior de los Estados Unidos, acompañada por un profundo desprecio por el Derecho Internacional y los acuerdos firmados.
Mayor escalada belicista en Medio Oriente
En la noche del 20 de junio pasado, Trump, estuvo, según sus propias declaraciones, a punto de atacar a Irán, cuando dos de sus buques petroleros comerciales en el Golfo de Omán, fueron atacados. No obstante, al parecer, un análisis de costo-beneficio, pesó más y el mandatario yanqui retrocedió. Luego, tuvimos la destrucción de un dron espía yanqui que estaba violando espacio aéreo iraní. En ese momento Irán cantó victoria ya que desafió a Occidente señalando que intensificará su programa nuclear, que no les tiene miedo a las sanciones comerciales y que iba a responder a cualquier incursión militar.
Un Vengador en Jefe
Lo más sorprendente fue la transparente audacia con la que nuestros líderes pensaron que podían nuevamente confundir a sus legisladores. Bienvenido sea el fin de la relación especial. Qué momento incómodo; no se lo puede describir de otra forma. Alguna vez Líbano, Siria y Egipto temblaban cuando Washington hablaba. Ahora se ríen. No sólo tiene que ver con lo que pasó con los estadistas del pasado. Nadie se creyó que Cameron fuera Churchill ni que ese hombre tonto en la Casa Blanca fuera Roosevelt, si bien Putin es un Stalin aceptable. Se trata más de una cuestión de credibilidad; nadie en Medio Oriente toma ya en serio a Estados Unidos.