Consensos sociales y devaluaciones

Convocados en la celebración del Día de la Exportación por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), los economistas Miguel Angel Broda, titular de la consultora Estudio Broda & Asoc., y Eduardo Levy Yeyati, de la consultora Elypsis, brindaron su visión sobre la actualidad económica del país. Habitualmente consultados por el establishment financiero y empresarial –y fuertes críticos sobre las políticas heterodoxas oficiales–, las cifras de estos economistas difícilmente podrían ser consideradas como diseñadas a la medida del actual Gobierno.

Según Levy Yeyati, la inflación había descendido del 37% al 25% anual entre el año anterior y el actual, el PBI (el total de lo producido por el país en un año) crecería un 1,5%, mientras que el salario y la confianza del consumidor venían en subida.

¿Lastres de la década? El discurso económico en disputa

“El kirchnerismo, conceptualmente, nos ha hecho retroceder 30 años. Hoy se ha vuelto a discutir los controles de cambio, la inflación, si tener déficit es bueno o malo El Gobierno dejará un déficit fiscal difícil de manejar, una deuda importante, una economía estancada o ligeramente recesiva y un tipo de cambio atrasado. En indicadores de pobreza o indigencia estamos igual que a mediados de las décadas de 1980 y 1990” (diario La Nación, 24 de mayo de 2015).

Lo cierto es que “las grandes transformaciones estructurales” promovidas por el modelo de acumulación basado en la valorización fi nanciera hicieron estallar un conjunto de “bombas de tiempo” durante la crisis de la convertibilidad. Y éste es un dato objetivo, tan peligroso que puso en riesgo a la soberanía de la Nación. No faltó quien, por entonces y pese a ser parte responsable de lo ocurrido, recomendara poner la gestión integral de la Argentina en manos de una consultoría internacional integrada por expertos de los organismos multilaterales de crédito y con plenos poderes para hacer y deshacer en materia económica y social. Por cierto, tal “asesoramiento” se pagaría tomando más deuda externa. Afortunadamente primó el sentido común y, por un pelo, tal dislate fue descartado.

La austeridad es parte integral de la tragedia griega

Hay demasiada gente, y entre ella mucha gente de la troika, que consideran la lucha de Grecia como algo que sólo guarda relación con las transferencias de una nación deudora a muchas naciones acreedoras. Por esa razón acaso consideraron el referéndum griego como un movimiento que poco ayudaría, como algo que sólo inflamaría el sentimiento nacionalista. Tal como lo formula Dani Rodrik: “Lo que los griegos llaman democracia se entiende en muchos orros países – igualmente democráticos – como irresponsable unilateralismo”.

Dólar y teoría del todo

Uno de los grandes éxitos discursivos de la economía tradicional consistió en la difusión de su ideología mediante conceptos muy simples. No hay mercado, por complejo que parezca y por multitud de variables que incluya, que no pueda ser reducido muy rápidamente a los principios básicos de la oferta y la demanda; la única “ley” económica que siempre funciona, “como la gravedad”, sólo basta con alinear las variables correctas de la manera adecuada. El resultado es epistemológicamente asombroso; la economía bien podría ser la envidia de la física, que continúa buscando una ecuación “sencilla y elegante” que, unificándola, explique la totalidad del universo.

Principales características e impacto macroeconómico de la fuga de capitales en Argentina

El artículo analiza las principales características que asumió la fuga de capitales en Argentina desde el fin del régimen de convertibilidad, y las consecuencias que tuvieron en el plano macroeconómico. Utilizando los datos sobre formación de activos externos del país, se indagan los factores que incidieron en los episodios más importantes de salida de capitales, que en 2011 obligaron al gobierno a implementar fuertes controles cambiarios para frenar la caída en las reservas del Banco Central.

Desde la década de 1970 la fuga de capitales ha constituido una restricción estructural para el desarrollo de América Latina. Entendida, en forma amplia, como la salida de capitales de residentes de un país, originada en el intento de escapar de regulaciones estatales o de los efectos de políticas públicas (Epstein, 2005), la fuga trae aparejadas consecuencias económicas y sociales negativas. En primer lugar, se trata de un flujo de capitales que deja de ser invertido en el país de origen y, por lo tanto, no incrementa su capacidad productiva ni su fortaleza financiera (Pastor, 1990).

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Autocrítica de un Nobel: errores y aciertos de Krugman

Hace poco, mientras limpiaba mi despacho en Princeton, me di cuenta de la naturaleza efímera de escribir sobre políticas: una gran parte de mis estanterías estaba llena de 30 años de libros sobre la trascendental década siguiente. Vaya.

Han pasado casi 10 años desde que empecé a escribir sobre la crisis financiera y la Gran Recesión. Todo empezó con mi diagnóstico de una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, cuyo estallido yo sabía que sería malo, pero no tenía ni idea de que lo sería tanto como lo fue. En todo caso, ha habido un arco bastante coherente, y allí estaba yo reflexionando sobre mis aciertos y mis errores.