La coyuntura y el futuro de la Argentina
En el presente documento, la Cátedra Abierta “Plan Fénix” ofrece una interpretación del proceso socioeconómico del país durante el último cuarto de siglo, examina algunos dilemas planteados por la coyuntura actual y sugiere acciones que deberían integrar, a su juicio, la futura agenda de políticas prioritarias para consolidar un proyecto nacional soberano.
A lo largo de casi una década y media de existencia, el “Plan Fénix” cree haber sido consecuente en el planteo de un modelo de sociedad que impulse un proceso de desarrollo con equidad en el que el Estado juegue un rol fundamental en la dirección general de la economía, el impulso a la producción, la regulación de los mercados, el fortalecimiento de la democracia, la promoción de los derechos sociales, la apertura hacia un mayor protagonismo ciudadano y el logro de una distribución del producto social más equitativa.
El sueño de Rivadavia
Bernardino Rivadavia fue el administrador de la subordinación de las clases acomodadas post independencia (criadores de ganados y grandes comerciantes) a los intereses de Inglaterra, potencia dominante en pleno proceso de revolución industrial. No solo abrió de par en par nuestra aduana a los productos británicos destruyendo nuestras precarias industrias de tejidos, alimentos, muebles, carros, embarcaciones, etc., sino que lo hizo endeudándonos con la banca inglesa en general, y con la Baring Brothers en particular, por un millón de libras esterlinas, y dio como garantía los ingresos fiscales y la tierra pública (la pampa húmeda y hasta las sierras de Famatina en la provincia de La Rioja), y, como demuestra la historia de esa deuda, una parte menor llegó al país para financiar las importaciones, pero se terminó pagando más de veinte veces esa suma hasta saldarla en la presidencia de Manuel Quintana (quien antes y después de ser Presidente fue abogado principal del Banco de Londres en el Río de la Plata).
Para militar por cada uno de los votos
La convocatoria surgió a través de las redes sociales con la consigna #AmorSíMacriNo. Concurrieron trabajadores, estudiantes, artistas e intelectuales que advirtieron sobre las consecuencias del triunfo de Cambiemos en la segunda vuelta.
Radiografía de las corporaciones económicas 2003-2013
En el trabajo que publicamos sobre las corporaciones agropecuarias en Argentina señalábamos la necesidad de explicitar con nombre y apellido a quienes conforman los grupos económicos en nuestro país, cuál es la base de su poder y cuáles son sus verdaderos objetivos e intereses.
Néstor, Lula y la segunda vuelta
Estábamos en la campaña de la segunda vuelta en Brasil, en 2010, cuando nos fulminó la noticia de la muerte de Néstor. Lula corrió a representarnos a todos nosotros, cuando todos nuestros corazones se volcaban hacia Néstor, hacia todos los argentinos, hacia Cristina en particular.
Sabíamos todo lo que Néstor representaba, cómo junto a Hugo Chávez y Lula, había sido fundamental para lanzar el proceso de integración regional y cerrar el paso al ALCA. Sabíamos cómo Néstor había sido fundamental en el rescate de Argentina de la peor crisis de su historia.
“Incertidumbre y preocupación”
Eduardo Fernández, de Apyme, y Ariel Aguilar, de la cámara de manufacturas del cuero, analizan ante Página/12 las propuestas económicas de los candidatos que compiten el 22 de noviembre. Advierten sobre las consecuencias de la devaluación y la apertura comercial.
Entre la continuidad y el cambio
Continuidad con cambios. O Cambiemos. Esas parecen ser las alternativas que, en materia económica, presentan el Frente para la Victoria y la alianza Cambiemos, los dos proyectos que concentraron la mayoría del electorado y se medirán en segunda vuelta el 22 de noviembre. Y es que mientras que el programa del espacio político liderado por Mauricio Macri promueve fuertes modificaciones para la economía que se ha venido desarrollando durante el ciclo kirchnerista, para el candidato oficialista Daniel Scioli se trata de “continuar con todo lo construido en estos doce años, seguir profundizando lo que se hizo bien y cambiar los errores que tuvimos”.
A triunfar con Scioli
Hoy estamos, por cierto, golpeados; muy golpeados, pero no vencidos. El conservadurismo, que evidentemente también recogió muchos votos de los sectores populares, está de fiesta lanzando sus “despolitizados” globos, a diestra y siniestra (perdón, por lo de siniestra).
Mil interpretaciones habrá sobre lo sucedido: triunfo de la antipolítica; errores con la designación de tales o cuales candidatos; algunos personajes por cierto impresentables; desencantos y tristezas de los propios; reactualización de principismos abstractos desde el mismo campo del amplio espacio del kirchnerismo y/o de los “progresistas” o “de izquierda”.
Lo cierto es que la derecha, apoyada como siempre de manera transnacional, pudo nuevamente avanzar para poner al país ante la posibilidad de retroceder hacia la terrible década de los 90, donde se sufrió tanto y se perdieron tantos derechos. Los derechos que se recuperaron a partir del 2003 y los muchos nuevos que se concretaron no fueron suficientes para evitar el refortalecimiento de las perspectivas neoliberales.
Caídos del mundo
En materia de política exterior existen dos percepciones aglutinantes. Una refiere por derecha a la idea de “Argentina caída del mundo”, otra; por izquierda, remite a una presunta “decadencia de Estados Unidos”.
La primera presupone que “el mundo” se recorta en el imperio estadounidense y sus satélites europeos. Su propuesta de economía política es la del “desarrollo dependiente”.
¿Cómo salir de laberintos?
Un laberinto, según la definición de la Real Academia Española, es un “lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir a los que se adentran en él, de modo que no puedan acertar una salida”. En otras palabras, se trata de confundir para que nadie entre y, si entró, que no pueda salir.
El laberinto es una figura muy antigua, cuyos rastros se pierden en los principios mismos de la historia, allí donde los mitos y leyendas aún son inseparables del devenir de las primeras civilizaciones. Diferentes explicaciones fueron dadas sobre la naturaleza y el uso de los laberintos, entendidos como una construcción a veces en superficie, a veces subterránea –o ambas cosas. El laberinto se compone así de intrincados pasillos y habitaciones, nunca mejor descriptos que en “La casa de Asterión” en El Aleph de Borges: lo componen infinitas puertas sin cerradura, galerías, aljibes, azoteas, cisternas, sótanos, patios… Algo de eso muestran los grabados antiguos y los dibujos de Escher.