La catastrófica claudicación de Obama

El acuerdo para elevar el techo de la deuda federal está a punto de ser aprobado. Si esto sucede, muchos comentaristas anunciarán que se ha evitado la catástrofe. Se estarán equivocando.

Porque el acuerdo en sí, según la información disponible, es una catástrofe, y no sólo para el presidente Barack Obama y su partido. El acuerdo perjudicará a una economía que ya está en recesión, probablemente agrave aún más el eterno problema del déficit norteamericano y, lo que es más importante todavía, al demostrar que la extorsión descarada funciona y no tiene costo político, arrastrará a Estados Unidos por el camino de las repúblicas bananeras.

APYME repudia la represión en Jujuy

COMUNICADO DE PRENSA

Nuevamente la represión ante los reclamos de sectores populares, para construir sus viviendas, terminó con un hecho sangriento. Ocurrió en Jujuy y, en el mismo lugar donde en la época de plomo se desató un operativo represivo masivo, con asesinados y desaparecidos a instancias del mismo poder económico

La corporación Ingenio Ledesma, posee en la zona más de 120.000 hectáreas y en constante expansión, por lo cual prácticamente no quedan terrenos fiscales o privados para construir viviendas. Desde hace casi cuatro años un grupo de familias vienen solicitando a la empresa la cesión de 15 hectáreas para construir sus hogares (cabe destacar que muchas de estas familias pertenecen a trabajadores de la zona e incluso del mismo gigante azucarero).

El día miércoles pasado mientras se estaba negociando la cesión de estas hectáreas, o una salida armónica entre las partes, el Juez Penal Dr. Jorge Samman, a instancias de la firma Ledesma, ordenó el desalojo el cual, desde horas tempranas del día jueves 28 de julio, sin que mediara ningún tipo de diálogo previo o la formal intimación correspondiente, cerca de 500 efectivos de infantería y caballería, entre los que también se sindican a integrantes de la seguridad privada de la empresa iniciaron, la barbarie.

Hechos de esta naturaleza, nos remiten a las páginas mas desgraciadas de nuestra historia y que en democracia (pese a que Carlos Blaquier, dueño del ingenio, la desprecia llamándola “votocracia”), hay una decisión inequívoca del Gobierno Nacional de no reprimir la protesta social, pero si embargo el poder existente en algunos sectores – que son en general los que atentan contra la profundización de las transformaciones progresistas, la justa distribución de la riqueza y la estabilidad institucional y que cuentan con el beneplácito de fiscales, jueces y policías de gatillo fácil- dejan como saldo muertos y heridos de gravedad.

Sugestivamente estos acontecimientos se dan en vísperas de consultas electorales.

En este marco APYME (Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios) manifiesta su más enérgico repudio a la brutal represión perpetrada en el Departamento General San Martín conocido como Ledesma, lugar donde se asienta el ingenio azucarero del mismo nombre propiedad de la familia Blaquier.

Buenos Aires, 29 de julio de 2011

Historia de sangre

Libertador General San Martín sabe de sangre y represión. Esa localidad jujeña es más conocida como Ledesma, tal el nombre del ingenio de los Blaquier, empresa que se transformó en uno de los emblemas de la colaboración civil con la dictadura. Hace pocos días sus pobladores volvieron a marchar como cada año, a 35 de las Noches de los Apagones, cuando cortaron la luz y la dictadura secuestró a centenares de personas, con el apoyo logístico de los vehículos de Ledesma. Décadas de connivencia e impunidad entre el gigante del azúcar y las fuerzas represivas culminaron ayer en el feroz desalojo, casi como una devolución de favores.

La Evaluación de Impactos Ambientales (EIA) en espacios transfronterizos y la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE)

Si bien la Evaluación de Impactos Ambientales (EIA) realizada en tiempo y forma es necesaria, en muchos casos no es suficiente. La EIA en contextos transfronterizos no sólo deberá satisfacer los requerimientos legales y de los procedimientos, sino que también servirá para mejorar los proyectos, evitar o reducir impactos, permitir la participación pública significativa y la cooperación y entendimiento entre países vecinos. De cualquier manera, una solución mucho más eficiente sería efectuar el análisis en etapas anteriores de la planificación. Es aquí donde aparece la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE).
La EAE es entonces, un proceso de integración, en el que se incorporan las consideraciones ambientales en la formulación y ejecución de políticas, planes y programas (PPP) inherentes a la gestión pública y, al igual que la EIA, ayuda en la toma de decisiones. Es, como la EIA, una herramienta para la evaluación de impactos. La EAE busca soluciones en momentos en que aún son relativamente fáciles de encontrar. Tiene que ver con conceptos y valores, más que con cuestiones técnicas o geográficas. Es preciso interpretar que en un proceso de evaluación estratégica se debe asignar mucho valor a los mecanismos de comunicación y a las comunidades afectadas.

El avance de la derecha 1975-1983

El libro recientemente publicado del periodista Diego Ramírez "Horacio Giberti: Memorias de un imprescindible" ha tenido una significativa aceptación, no solamente entre los lectores familiarizados con la temática sural, sino con el publico en general.
El volumen –que repasa y contextualiza los principales acontecimientos desde los años previos a la crisis de 1930, hasta el mayo conflicto agropecuario desatado en el país en el 2008- fue editado por el Centro Cultural de la Cooperación y la Universidad Nacional de Quilmes, con los auspicios del Fondo Nacional de las Artes, la Fundación Estado Trabajo y Producción, y el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico.
En el nº257 de Realidad Económica se reprodujo como anticipo algunos fragmentos del capítulo 10 “Un período intenso: 1973-1974”. En esta oportunidad publicaremos una parte del capítulo 11 “El avance de la derecha 1975-1983”.

La concentración en la industria argentina a principios del siglo XXI

Con el tratamiento estadístico pormenorizado al que nos tiene acostumbrados, Daniel Azpiazu acaba de publicar un libro esclarecedor en muchos sentidos. A partir del estudio de los datos del Censo Nacional Económico 2004/05 (con información referida al año 2003), el autor realiza una caracterización abarcadora del perfil estructural de la industria argentina desde la perspectiva que resulta de la tipificación de las diferentes morfologías de mercado que coexisten en el ámbito sectorial. Se trata de una línea de análisis que cuenta con arraigo en el medio nacional y que permite trazar una radiografía acabada de muchos de los tremendos legados de las políticas del neoliberalismo sobre el sector manufacturero.

Historias mínimas - Experiencias de Pequeñas Empresas

Autopartista

La empresa API SA se encuentra ubicada en Romang, Santa Fe, una ciudad que cuenta con apenas diez mil habitantes. Nació hace sesenta años, a partir de incorporar una técnica que sus primeros dueños llevaron desde Buenos Aires para fundición de hierro. “En ese momento sólo había un cubilote (horno) y trabajaban apenas ocho personas”, explica Julio Erro, responsable actual de la firma. Con esa estructura la empresa incursionó en 2005 en el sector de autopartes. “Gestionamos un crédito Fonapyme del Banco Nación para nuestra primera máquina hoyera automática y mixturador para autopiezas. Fuimos de los primeros”, relata. Hasta el momento se manejaban con financiamiento propio. La máquina costó en el exterior 230 mil dólares y le permitió a la empresa entrar el Grupo Fiat, a quien abastece de 30 piezas para la división de camiones Iveco y tres piezas para los modelos Palio y Siena, tanto los que se producen en el país como en Brasil. Actualmente cuentan con una planta de 90 empleados y gestionan un nuevo crédito para ampliar su capacidad productiva. Ya fueron tentados por el país vecino para instalar la planta allá. “No hay chances, el desarraigo de nuestro pueblo sería terrible”, se sincera Erro. Las firmas Volkswagen y General Motors se contactaron con la empresa para tenerla como proveedora de autopiezas. En estos momentos trabajan con el Grupo Fiat en el desarrollo de los modelos que fabricará la terminal en 2014

Boom...

Pocas veces en la historia económica argentina se conjugaron altos niveles de crecimiento económico con una mejora sustancial de la matriz productiva. En los últimos años, se exhibe un escenario novedoso: aumento record de la actividad, tanto en porcentaje como en permanencia, y recuperación del aparato productivo. En este marco, la protección de la pequeña y mediana empresa dejó de ser un discurso para ser el centro de las políticas oficiales. Este segmento es vital en el desarrollo económico, lo que puede verificarse en su participación en los países desarrollados. Las pymes constituyen las organizaciones con mayor capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos y de generación de empleo, con lo que representan un importante factor de política de distribución de ingresos a las clases media y baja. El principal escollo del sector es la falta de crédito bancario. En un relevamiento realizado por Cash se observa que el Gobierno destinó más de 21 mil millones de pesos en distintas formas de financiamiento y acceso a préstamos.

Las pymes en general, y las dedicadas al sector industrial en particular, comenzaron a adquirir mayor relevancia en la economía argentina en los ’50 y ’60, durante la vigencia del modelo de sustitución de importaciones. Ese desarrollo se vio obstaculizado en las tres décadas subsiguientes, producto de una política que privilegió la importación por sobre la fabricación local, sumada a las recurrentes crisis que vivió el país en esos años. Tras la debacle económica y social de 2001-2002, se inició un nuevo proceso productivo en el que las políticas públicas pusieron a este segmento de empresas en el centro de la escena.