Integración regional

 

El año 2016 habrá sido un año particularmente estático -cuando no regresivo- en materia de integración regional. los vientos de renovación que refrescaron el panorama político y social de la región con la llegada del siglo XXI están siendo sorpresivamente más esporádicos que lo deseado, generando dudas sobre la solidez de los cimientos sembrados por los gobiernos de corte izquierdista que se multiplicaron en la geografía suramericana.

Chau TPP, ¿hola Mercosur?

 

El momento llegó: Donald Trump le puso fin a la participación de EEUU en el Acuerdo Transpacífico TPP, que su propio país capitaneaba. Fue a través de un decreto ejecutivo que empalma con su discurso proteccionista durante su asunción, días atrás. Cumple así una de sus principales promesas de campaña en el plano de la política exterior.

Contra Venezuela, contra Mercosur

 

En el caso de la adecuación normativa, la República Bolivariana de Venezuela ha incorporado alrededor del 85,0% de las normas que debe y puede incorporar. Esto es un desempeño importante, si se considera que Venezuela tenía que hacer en 4 años lo que el resto de los miembros del Mercosur han incorporado durante los 25 años que tiene de existencia el bloque de integración. ¡25 años contra 4 años!

Mercosur a la sombra de la ilegalidad y la intolerancia

 

Todo es ilegal. Las reuniones realizadas por miembros del Mercosur, sin la presencia de Venezuela; la imposición de la categoría “Estados Fundadores” ahora matizada con el eufemismo “Estados Parte signatarios del Tratado de Asunción”; el mecanismo colegiado para el funcionamiento del Mercosur; la calificación de “vacancia” de la Presidencia Pro Témpore (PPT);  las decisiones que incluyen un ultimátum a Venezuela, al imponerle un plazo (1º de diciembre) para que adecúe la normativa, basada en la amenaza de despojarla de su condición de Estado Parte; la repartición de las negociaciones del Relacionamiento Externo (Unión Europea, Alianza del Pacífico, entre otros).

Integración a la Macri

Los realineamientos geopolíticos, e incluso la posibilidad de una reformulación profunda de la integración regional, han dejado de ser un fantasma invocado por antiimperialistas alucinados para convertirse en una alternativa cierta. Sobriamente pero sin dudarlo, el gobierno macrista decidió reconocer al nuevo presidente brasilero, Michel Temer, descartando en el camino otras opciones posibles: podría haberse sumado a Venezuela, Ecuador y Bolivia, que calificaron de “golpe de Estado” el impeachment a Dilma y se negaron a aceptar al nuevo presidente.

El Mercosur en tiempos de cólera

En sus orígenes, el Mercosur (Ms) se propuso construir una zona de libre comercio que derivara hacia un espacio aduanero común. Pero, en los hechos, subsisten varios espacios aduaneros y no hay evidencias de que esta situación se supere, al menos en el corto plazo. Las razones son, sin duda, varias y remiten, en última instancia, al debilitamiento de la affectio societatis entre las partes.

En esta nota se priorizan tres razones para explicar el debilitamiento del Ms: el primero es el cambio en la economía internacional, la emergencia de China y su impacto sobre la región; el segundo refiere a la incapacidad de los socios del Ms para elaborar y presentar una respuesta coordinada a ese reto; el tercero se detiene en las diferencias entre los socios en un contexto de beneficios comerciales asimétricos y en la ausencia de disciplina sobre la cual montar la construcción de confianza en el proyecto común.

Condiciones para un acuerdo Mercosur-UE

En su primera intervención diplomática, durante la Cumbre del Mercosur de Asunción, el presidente Mauricio Macri se ofreció a destrabar en diciembre el acuerdo que la Unión Europea (UE) y el Mercosur llevan negociando más de quince años, al que definió como una “prioridad”.

El Presidente fue incluso más allá, alentando con fuerza una futura apertura al otro gran bloque comercial latinoamericano, la Alianza del Pacífico (Chile, Perú, Colombia y México).

“Duele ver el panorama político del Mercosur”

Evo Morales estuvo en la despedida de Cristina Fernández el miércoles por la tarde: junto a la presidenta saliente descubrieron un busto de Néstor Kirchner en la Casa Rosada, idéntico al ex mandatario, según dice con una sonrisa el líder de Bolivia. Morales resalta la confianza única que tuvo con ambos políticos.

Más tarde, el popular presidente del vecino país hizo lo que tanto le gusta: junto a su equipo de gobierno jugó al fútbol con residentes bolivianos en Argentina. Mauricio Macri también se dio cita en las instalaciones de Boca y participó del partido. En política, los gestos hablan por sí solos.

Contra los que pronostican el fin del Mercosur

Quedó aprobado en la cumbre del 17 de julio en Brasilia. Resta el paso formal de la aprobación de los Parlamentos. Cristina Kirchner aseguró que la región mantendrá el crecimiento económico y se solidarizó con los gobiernos a los que buscan desestabilizar.

El presidente Evo Morales se puso de pie. El resto de los mandatarios que integran el Mercosur lo aplaudió. Fue la forma de celebrar el ingreso del Estado Plurinacional de Bolivia como miembro pleno del bloque. “Es un fracaso para quienes pronosticaron con profecías que el Mercosur no iba a servir.