Detrás del disfraz

Los cuatros años económicos de la alianza Cambiemos serán malísimos. Para disimularlos, economistas oficialistas suman los últimos cuatro de CFK para compensar la caída del PIB con derrumbe industrial. Con ese análisis engañoso, hablan de una nueva década pérdida.

El derecho a una vida feliz

El gobierno insiste con la recordada frase de Carlos Menem: “estamos mal pero vamos bien”. Sin embargo, otra expresión parece reflejar mejor lo que sucede en la actualidad: “vamos mal y estaremos peor”. Así lo indican las tapas de los diarios, con números de una Argentina en crisis.

¿Estalla?

Ni siquiera el gobierno puede negar el deterioro socioeconómico. Tras un 2017 que todavía permitía imaginar alguna recuperación, hoy todas, absolutamente todas las variables se alinean en contra: crecimiento (cayó 6,7 por ciento en junio), desempleo (pasó de 7,2 a fin del año pasado a 9,1 en la última medición), salario real (se estima un deterioro de entre 3 y 10 por ciento este año), actividad industrial (disminuyó 7,5 en junio, profundizando el desplome), inflación (se calcula entre 35 y 40 por ciento hasta fin de año) y pobreza (volvió a aumentar) (1).

Para que la tortilla se vuelva

El modelo y el gobierno han fracasado. La preponderancia del bloque de poder es la causa determinante de la crisis. Rechazo de enfoques que centralizan en lo “técnico”, como los errores, la mala praxis o la incompetencia. La unidad en la lucha popular y en la calle es el requisito ineludible para superar el marasmo y construir el proyecto alternativo de país.