La recuperación que no alcanza

En los meses recientes se ha vuelto frecuente escuchar que la economía de Estados Unidos va viento en popa. Los programas de estímulo monetario (quantitative easing), la tasa de interés de referencia (federal funds rate) muy cercana a cero y los rescates multimillonarios de los bancos “demasiado grandes para quebrar” (too big to fail) habrían contribuido de manera decisiva a disminuir el endeudamiento privado (familias y empresas), dinamizar la inversión productiva y, finalmente, apuntalar la recuperación del mercado laboral.

Los consejos del Señor Bein

En el ingreso del tramo en que la campaña empieza a tomar más intensidad, las definiciones económicas adquieren mayor relevancia en el debate electoral. Si bien por ahora no se han convertido en el centro de las propuestas para seducir a los votantes, ya hubo promesas y señales sobre lo que piensan en materia económica los principales candidatos a ocupar la Casa Rosada a partir del 10 de diciembre de 2015. Mauricio Macri dijo que al otro día de iniciado su gobierno liberaría la compra de dólares provocando críticas de propios y extraños, como la de Roberto Lavagna, uno de los varios economistas que tiene Sergio Massa, que lo calificó de “irresponsable”. Además del dólar, otros temas económicos que estarán en la discusión electoral serán los subsidios, el gasto público, el conflicto con los buitres, la inflación y los salarios.

Ganancias: hace falta un debate serio

Como cada marzo en Argentina volvió a arrancar el “debate” sobre el impuesto a las ganancias a las personas físicas, punto principal del planteo del Paro Nacional del miércoles, en cuyo contexto Luis Barrionuevo se refirió tristemente a Axel Kicillof como “el rusito”. El “debate” vuelve a centrarse entre: la justicia distributiva del impuesto que plantea el Gobierno sin tratar de corregir los problemas de diseño del esquema actual y el planteo de los sindicatos que directamente pretende eliminar el impuesto, por considerarlo injusto, aduciendo que el “salario no es ganancia”.

La herencia económica

El año 2014 iba a ser el año del estallido económico, según se deducía de las palabras de algunos sectores de la oposición económica y mediática. Sus profecías de hecho se extendieron al actual verano, pero su calmo andar –en materia económica–, llevó a que los mismos reorientaran sus críticas a “la herencia” del kirchnerismo, posiblemente para evitar recaer en incumplidas profecías de desbordes, sobre todo cuando se observan las altas, aunque no totales, posibilidades de que el Gobierno transite un 2015 con relativa paz económica.

“El mundo del trabajo mutó de manera estructural”

Sus investigaciones se centran principalmente en las condiciones de trabajo en supermercados y call centers. Pero a través de esos ámbitos la socióloga da cuenta de los cambios ocurridos desde la hegemonía neoliberal hasta la actualidad. Y sostiene que el modelo sindical está “completamente encogido”, porque no expresa la realidad de vastos sectores. Los nuevos activismos, idearios y modos de politización de trabajadores.

El discreto encanto de la crisis económica

Aunque la crisis ha puesto en cuestión el pensamiento económico dominante en los últimos 30 años, parece que ha faltado en la izquierda un debate adecuado que se concentrarse en los factores determinantes de la crisis y las perspectivas futuras. En ello ha jugado un cierto papel, como ha señalado il Manifiesto, el eliminar algunas de las claves de ciertas interpretaciones del presente, terminando por centrarse sólo en ciertos aspectos de la crisis (el tema del medio ambiente, los bienes comunes). Intentamos remover las cosas, titulando la iniciativa "El discreto encanto de la crisis económica", inspirándonos en un artículo de Fernando Vianello y Andrea Ginzburg, publicado en Rinascita, en 1973.

Indec: oscuridades en la nueva etapa

“La inocultable falta de confiabilidad del índice de precios al consumidor (IPC) calculado por el INDEC ha privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la verdadera situación económica del país(..) En estas circunstancias, los principales perjudicados son, una vez más, los trabajadores que carecen de elementos para conocer con precisión las variaciones del poder adquisitivo de sus salarios”. (CENDA, marzo 2011).

Argentina en la posconvertibilidad: ¿desarrollo o crecimiento industrial?

La implosión del régimen de convertibilidad de principios de 2002 devino en un proceso de modificaciones radicales en la estructura de precios relativos enmarcado en una profunda retracción de la economía en general, y del sector manufacturero en particular. La convergencia de una fuerte devaluación de la moneda local con altas tasas de inflación, el intenso deterioro que experimentaron los salarios reales y la elevada ociosidad de la capacidad productiva fabril sentaron las bases para el despliegue inicial del tradicional comportamiento contracíclico de las exportaciones, especialmente agroindustriales. En los años sucesivos, se afianzaría aún más el rumbo de crecimiento industrial favorecido por la vigencia del tipo de cambio alto y los bajos costos salariales.