Lo que dejó el viaje de Cristina a Angola

Gisela Carpineta
Los alcances de la gira por Angola pueden definirse con una frase de la presidenta Cristina Fernández: “Esta fue una misión política, comercial e ideológica”. Si bien no se hicieron anuncios definitivos, la visita al país africano fue más que productiva. “Angola puede ser una excelente plataforma para que nuestros empresarios se internacionalicen”, fue otra de las reflexiones que hizo la Presidenta durante su estadía en el país africano. Y el presidente angoleño, José Dos Santos, por su parte, sostuvo: “En nuestro país casi todo está por hacerse. Queremos recuperar el tejido productivo a diez años del fin del conflicto”. (Angola sufrió una guerra civil entre 1975 y el 2002). “Hay un gran interés en la cooperación”, agregó Dos Santos, que está interesado por diversificar su economía, sobre todo en el rubro alimentario.

El encuentro que mantuvieron ambos mandatarios tuvo una fuerte impronta geopolítica, en la que se coincidió en la necesidad de avanzar en dirección a relanzar el eje Sur-Sur. Este concepto fue mencionado varias veces en los discursos de ambos presidentes y hasta integró la declaración final firmada por los cancilleres. De hecho, el texto final del encuentro señaló: “Los dos jefes de Estado expresaron su satisfacción por el desarrollo de las relaciones entre los dos países en las esferas política, económico-comercial, científico-técnica, cultural y humanitaria. Son un testimonio de la amistad histórica y el respeto mutuo entre sus pueblos, así como del compromiso de ambos gobiernos con la promoción de la cooperación sur-sur”.

A lo largo de las 48 horas que duró la visita al país africano, la Presidenta también se reunió con la Organización de Mujeres Angoleñas, un grupo que surgió durante la guerra civil. La mandataria también habló ante la Asamblea Nacional de Angola y recorrió una megaexposición de productos argentinos. Allí se mostró “satisfecha y sorprendida”. Y señaló: “Podríamos decir que somos complementarios en materia económica, en materia de petróleo y gas, pero también en materia política, dado que la Argentina es un país que está emergiendo y Angola está en reconstrucción. Ambas naciones tenemos necesidades en común”.

La feria contó con más de 400 empresarios argentinos que desplegaron el potencial exportador del país. Desde agroinsumos a metal mecánica, pasando por vitivinicultura y textiles. El evento completó el viaje que a principios de marzo había hecho a ese país el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

En otro pasaje de sus declaraciones, la Presidenta trazó paralelismos históricos entre los dos países. Contó que de joven admiraba a Agostinho Neto, el primer presidente de Angola y líder del partido que encabezó la descolonización. Cristina comparó los efectos de la guerra civil angoleña con los que dejó en Argentina la crisis de 2001 y la dictadura militar de los años ’70.

Además de los empresarios, la delegación argentina contó con la presencia de la ministra de Industria, Débora Giorgi; el de Agricultura, Norberto Yauhar; el canciller Héctor Timerman, y los gobernadores de San Juan, Tucumán y Entre Ríos. Este último, Sergio Urribarri, calificó la visita como “sumamente positiva”. Y adelantó: “Se firmaron acuerdos para la venta de material de riego, alimentos y artículos medicinales, entre otros. La puerta está abierta para una mayor inserción en un mercado altamente favorable para nosotros”.
Pero no todo fue protocolo. Fiel a su estilo descontracturado, Cristina no pudo evitar moverse al ritmo de la música africana, en algunos de los encuentros que tuvo con las organizaciones civiles. Y dijo: “Cómo me gusta el candombe. Me gusta más que el tango, que es medio melancólico”.

Miradas al Sur - 20 de mayo del 2012

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