El desarrollo del 50% de los recursos de Vaca Muerta permitiría un volumen de exportaciones incremental de US$ 33 mil millones anuales durante medio siglo

Nicolás Arceo, Lara Bersten y Andrés Wainer realizaron un estudio en base a los límites y el potencial que presenta la matriz energética argentina. “La potencialidad de la producción hidrocarburífera permitiría consolidar una nueva plataforma de exportación similar a dos complejos sojeros”, aseguraron.

Fracking y proyecto nacional

En febrero planteamos la necesidad de discutir y consensuar tareas de urgente resolución tecnológica que tendrá que enfrentar el gobierno que surja de las elecciones de 2019, para reemplazar al actual proyecto neoliberal-periférico. En ese sentido, Vaca Muerta es un caso paradigmático. Transformar el potencial de Vaca Muerta para la producción de hidrocarburos no-convencionales —shale gas y shale oil— en una realidad concreta es requisito imprescindible para retomar el desarrollo inclusivo.

Revolución shale y hegemonía

Las proyecciones sobre el futuro de los hidrocarburos no convencionales son terreno fértil para los especuladores en la geopolítica del petróleo. Sin embargo, es altamente probable que aún se desconozcan los verdaderos alcances de la revolución shale. Mientras en Argentina el fenómeno global permanece opacado por la esperanza Vaca Muerta, sus efectos más sensibles llegaron de manera indirecta. Se estima que gracias al desmoronamiento de los precios internacionales del último año, en 2015 el déficit energético externo será alrededor de un tercio del de 2014, un ahorro especialmente sensible en tiempos de escasez de dólares.

Puertas adentro, el rol de las políticas activas del Estado nacional, vía el reconocimiento de un precio boca de pozo por encima del determinado por las cotizaciones internacionales, resultó fundamental para la continuidad del proceso inversor. La proyección para el largo plazo es que el shale, apuntalado por la generación hidroeléctrica, y en menor medida la nuclear, será la clave de la sustitución completa de importaciones energéticas.

El Brasil petrolero: entre la ilusión y la quiebra

El pasado lunes 21 de octubre un único oferente se quedó con el campo de Libra, un yacimiento sub oceánico que se estima pueda contener entre 8 y 12 mil millones de barriles de petróleo. El consorcio conformado por la estatal brasileña Petrobras (40%), Shell y Total (20% cada una) y las chinas CNPC y CNOOC (10% cada una), se adjudicaron el campo a través de una licitación en la que fue la única oferta presentada. Las reservas de petróleo de este campo están localizadas en la cuenca de Santos, en pleno océano Atlántico a 7.000 metros de profundidad bajo la llamada “capa de presal”. Esta es la primera área pre-sal para extraer petróleo y gas subastada por el gobierno brasileño y la primera explotación de hidrocarburos que se realizará a esas profundidades. Las dificultades y falta de antecedentes en este tipo de explotación hacen que estos recursos fósiles suelan ubicarse bajo el gran paraguas de los llamados hidrocarburos “no convencionales”.

Explotación de hidrocarburos no convencionales

La explotación de hidrocarburos no convencionales mediante la técnica de la fractura hidráulica provocó un intenso debate en las páginas de Cash. A favor y en contra del fracking, qué tipo de desarrollo, la posición de los ecologistas y las restricciones económicas a partir de la pérdida del autoabastecimiento energético son temas que se expresan en los tres textos que se suman al debate y se publican hoy como aportes a la comprensión de una de las cuestiones cruciales del corto y mediano plazo de la Argentina.

Fracking: una tecnología en el centro de la controversia

Según estimaciones de organismos internacionales, las reservas no probadas de hidrocarburos no convencionales [es decir, aprisionados a gran profundidad en la roca madre] podrían multiplicar entre 11 y 67 veces las reservas probadas actuales de gas y petróleo convencionales de la Argentina. No es necesario aclarar que estas cifras inspiran atractivas expectativas económicas.

El largo camino del cambio

El CEO de YPF, Miguel Galuccio, presentó el plan quinquenal para relanzar la petrolera. Los desafíos: autoabastecimiento, inversión, exploración, y el comienzo de “la era no convencional”.

A mediados de esta semana, el CEO de YPF Miguel Galluccio presentó el trazo grueso de su plan quinquenal para relanzar la empresa petrolera. El objetivo de mediano plazo que planteó fue muy claro: que Argentina vuelva a tener autoabastecimiento de combustible, un insumo que en el año 2011 implicó importaciones por más de 9000 millones de dólares. El plan quinquenal prevé un incremento de la producción en los yacimientos ya descubiertos, un aumento de la exploración y, en el corto plazo, comenzar el camino para utilizar los llamados hidrocarburos no convencionales. Son varios los estudios que indican que Argentina tiene la tercer reserva a nivel planetario del denominado shale gas, en el área de Vaca Muerta. Los desafíos que presentó Galuccio generan entusiasmo y también interrogantes.