Francia, una nueva potencia que va hacia la recesión

La economía francesa, víctima colateral de la grave crisis de la eurozona, caerá en una recesión moderada en el tercer trimestre de este año, según una primera previsión del Banco Central. Ese repliegue del crecimiento amenaza con perturbar los esfuerzos del gobierno socialista de François Hollande para cerrar el presupuesto sin agravar el déficit ni aumentar la política de rigor.

El producto bruto interno (PBI) se replegará 0,1% en el período junio-septiembre luego de otro retroceso similar en el segundo trimestre. Se considera que un país cae en recesión -como ya lo hicieron este año Italia y Gran Bretaña- cuando acumula dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.

El BCE anunció que no intervendrá en los mercados de deuda

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, descartó que el organismo vaya a comprar deuda de los países en crisis, salvo que éstos soliciten un préstamo al Fondo Europeo de Rescate (FEEF), es decir en "circunstancias excepcionales". Por lo tanto, no comprará bonos ni regulará las tasas de interés, dos variantes que habían sido esperadas por los mercados, desde que el mismo funcionario anunciara que haría "todo lo necesario" para mantener la vigencia de la moneda única.

Rescate bancario a España: la semana en la que "todo se dio la vuelta"

España acaba de vivir una semana de vértigo.

El lunes 9 de julio los ministros de economia y finanzas del Eurogrupo llegaron a un acuerdo político entorno al Memorandum de Entendimiento (ME) que contiene la condicionalidad que irá ligada al programa de rescate de la banca española. A pesar de que no se espera la aprobación de la versión definitiva del ME hasta el 20 de julio, un día después de la reunión del Eurogrupo ya se había filtrado a la prensa un borrador detalladísimo del mismo.

Los ministros del Eurogrupo también aprobaron el lunes la propuesta de la Comisión Europea de conceder a España un año más de plazo (hasta el 2014) para reducir su déficit público por debajo del 3%. A cambio de este año extra, el gobierno español se comprometió a realizar un ajuste fiscal adicional por valor de 65.000 millones de euros, en los próximos dos años y medio, a través de una bateria de medidas fiscales nuevas, que Rajoy anunció el miércoles 11 de julio al Congreso y que el gobierno aprobó el viernes.

España, aparta de mí este cáliz (César Vallejo - 1937)*

La situación financiera, económica y social de España ha empeorado notoriamente. Las proyecciones del FMI muestran para 2012 una caída del -1,8% del PIB y una desocupación superior al 24% (World Economic Outlook, abril de 2012). Esta semana aceptó un paquete de medidas que implica, primero una declinación de su soberanía nacional; segundo, el pago del salvataje de los bancos mediante un cuantioso préstamo al Estado español (que se lo cobrará a su pueblo a través del tiempo por la vía del ajuste); tercero, una enorme transferencia de poder y riquezas al sector financiero y a las empresas transnacionales que adquieran los bienes a privatizar; y cuarto, el comienzo de la liquidación del Estado de Bienestar.

A continuación se reproduce una recopilación especial.

- "Las opciones de España"
- "Liberalismo, reelección y modelos de democracia"
- "España, protectorado de la UE"
- "Españoles convertidos en griegos"
- "Krugman dice que el ajuste de Rajoy no tiene sentido"

*Cita del Portal IADE">www.iade.org.ar]IADE - Realidad Económica

Una nueva transición en España

España está en transición. Una transición intra régimen donde el rey tiene su papel invisible, el bipartidismo consolida su hegemonía, la Unión Europea sigue tomando decisiones, el capital financiero se sale con la suya y el pueblo español no le importa a nadie. Mañana, el rey de España acudirá al Consejo de Ministros, en donde –imagino– algo se discutirá sobre las nuevas medidas impuestas por la reina, no Doña Sofía, sino la alemana (Merkel), usando su fórmula preferida, la Unión Europea. Los 30.000 millones de euros prestados a la banca española tendrán su precio económico-político. El trueque es bien sencillo: rescatar a la banca para hundir a los ciudadanos. Intercambio desigual, como dirían Wallerstein o Arrighi, pero esta vez en dimensión local.

Unos, los bancos culpables de todo lo avenido, son salvados por las políticas económicas de índole “capitalismo corporativo”, esto es, intervencionismo a favor del capital financiero. Otros, la gran mayoría de la población española, son condenados a pagar el más injusto de todos los impuestos, el IVA, a trabajar más en caso de ser funcionario público, a aumentar los años de cotización para disfrutar de una pensión de jubilación y a reducir la prestación por desempleo en importe y en tiempo. El gobierno (anti)popular en España continúa acatando las imposiciones venidas de la reina bávara en el marco de las invasiones bárbaras en la periferia europea en los últimos años. Por un lado, España sigue pagando la deuda pública a interés record, mientras Alemania, tan contenta, consigue financiarse a interés real negativo.

Dicho de otro modo, los inversores que consiguen rentabilidad muy elevada con la deuda española pagan dinero (a Alemania) por poner sus cuantiosos beneficios en deuda alemana. Por otro lado, está el reciente préstamo de 30.000 millones de euros como la primera parte de futuras entregas hasta llegar al importe estimado por las consultoras dependientes (juez y parte). El interés será del 4 por ciento y no del 3 por ciento como dijo el ministro-pinocho de Economía. El gobierno español sigue repitiendo mentiras a ver si en algún momento se convierten en su propia verdad: “No habrá recortes exigidos ni condicionantes macroeconómicos”. El préstamo vendrá de la mano, de nuevo, de los hombres de negro (la troika) que vigilarán la economía española cada tres meses. El préstamo, como todos, viene con su letra pequeña en forma de memorándum con 32 condiciones que han sido ya traducidas en nuevos recortes. Estos millones de euros computan como deuda pública hasta que no esté lista la recapitalización directa de bancos. Las consiguientes medidas de desajuste fiscal se sintetizan en dos conocidas píldoras neoliberales: menos gasto social y más impuestos regresivos. Jamás se propone corregir el déficit por la vía de más impuestos a las minorías enriquecidas. ¿Existen alternativas de corregir el déficit sin aumentar el IVA (que afecta a aquellos que menos tienen)? Sí, claro, solo se necesita la voluntad política. Por ejemplo, si se modificara la norma tributaria aprobada en estos últimos años que ha permitido: a) reducir el tipo impositivo para los beneficios empresariales; b) reducir el tipo efectivo (lo que realmente pagan) a la mitad gracias a un cambio de base imposible por infinitas exenciones fiscales; c) reducir el pago de impuestos a las grandes fortunas bajo el modelo de sociedad de inversión de capital variable (pagan 1 por ciento), y d) reducir el tipo impositivo del impuesto sobre la renta para las personas que ganan más dinero (pasaron del 56 a 45 por ciento).

No obstante, la alternativa no es preguntarse cómo pagar la deuda o cómo salvar a los bancos privados; la opción debe ser practicar una moratoria de deuda y no pagar aquella que sea ilegítima. La alternativa es preocuparse por los ciudadanos y no por el capital. Pero no, nada de esto puede ser planteado en una nueva transición en España que desea salvar el capital financiero español, y más concretamente, el capital financiero alemán (acreedor en gran medida de la deuda). De transiciones, en España se sabe mucho. Hace más de 30 años, tuvo lugar una transición en pos de una burbuja democrática y económica, que borraba los muertos del pasado proponiendo un presente basado en un régimen bipartidista, de populares (muchos de ellos franquistas) y socialistas, en connivencia con el rey, formando parte de la trampa europea. Ahora, en esta otra transición, de corte geopolítica, España pasa a ser un länder alemán, con Consejo de Ministros –en presencia del rey– teniendo que rendir cuentas a la reina de Alemania.

La UE pone bajo tutela a España

Hasta 32 condiciones para el sistema financiero y alguna más, en paralelo, para la política fiscal: para el conjunto de la economía española. Hasta 32 condiciones en 20 páginas plagadas de exigencias que cambiarán de arriba abajo el mapa bancario español y, de paso, parte de la política económica de los próximos años, empezando por una nueva tanda de recortes que el Gobierno debe poner en marcha de inmediato y por una fiscalización constante de la troika —los hombres de negro de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional—, que visitarán Madrid constantemente: cada tres meses.

La UE subió este martes varios escalones el grado de intervención sobre la economía española con la firma de un duro contrato ">http://www.iade.org.ar/uploads/c87bbfe5-e54a-5e7e.pdf](el denominado memorándum de entendimiento) a cambio del rescate para la banca española de hasta 100.000 millones de euros para tapar las vergüenzas que ha dejado el reventón de la burbuja inmobiliaria. Terapia de choque: un vuelco para el sistema financiero, para la supervisión del Banco de España y el Ministerio de Economía, y recortes fiscales adicionales y a la manera de Berlín y Bruselas: en plena recesión, y con un ultimátum que obliga a España a aprobar dolorosas medidas en un máximo de tres meses.

La UE avanza solo para no ahogarse

Angela Merkel interrumpiendo las conversaciones para ver en su iPad cómo perdía la selección de fútbol alemana ante Italia. Puñetazos en las mesas. José Manuel Durão Barroso y Herman van Rompuy discutiendo si comparecían o no a medianoche para atender a la prensa... La interminable noche del jueves se saldó con un puñado de acuerdos que —al menos por ahora— aplacan el incendio de la zona euro y con una clara perdedora: la canciller alemana, que se vio obligada a transigir con medidas a las que antes se había opuesto rotundamente.

“Para garantizar que se controlan las ayudas está el Estado español, el único que puede decir a los bancos esto o lo otro”, había dicho Merkel tan solo una semana antes de la cumbre. En contra de estas palabras, al final será el BCE el que canalice las inyecciones de dinero y no el Gobierno, pero para ello habrá que esperar a que el organismo que encabeza Mario Draghi se haga cargo, previsiblemente a finales de este año, de la supervisión del sistema financiero europeo.

Cae la cúpula de Barclays por manipular la Libor, una tasa de referencia mundial

Renunciaron el presidente, el CEO y el director de operaciones. Para mejorar los ingresos del banco, adulteraron tasas de interés que se usan como referencia en todo el mundo. La entidad debe pagar multas millonarias y sus directivos podrían ir a la cárcel.

El escándalo por la manipulación del Líbor, la tasa interbancaria de referencia en el Reino Unido y una de las más importantes del mundo, le costó este martes el cargo al consejero delegado del Barclays, Bob Diamond, y al director de operaciones Jerry del Missier. Ayer, fue el presidente del consejo de administración, Marcus Agius, quien presentó su dimisión. "Estoy muy decepcionado porque los acontecimientos de la semana pasada dan una imagen de Barclays y de sus empleados que no podría estar más alejada de la realidad", dijo Diamond cuando comunicó su dimisión con efecto inmediato.

El miércoles Barclays anunció que había acordado pagar 290 millones de libras -unos 360 millones de euros o 450 millones de dólares- para poner fin a las investigaciones de los reguladores británicos y estadounidenses por manipular el Líbor y el Euribor, su equivalente europeo.

Claves para entender el nuevo escándalo bancario

El caso de Barclays amenaza con salpicar a otros bancos y podría tener ramificaciones políticas

Pocas veces el director ejecutivo de uno de los mayores bancos del mundo tiene que dar explicaciones ante el parlamento después de haber dimitido.

Ante el parlamento británico, Diamond deberá contar su versión -quién sabía qué y cuándo- sobre el escándalo relacionado con el maquillaje de tasas de préstamo interbancario -Libor- que a él le costó el puesto y a la entidad, de momento, una multa de US$450 millones.

Junto a él también dimitió el jefe de operaciones de la firma Jerry del Missier. Un día antes lo había hecho el presidente de la junta, Marcus Agius. Estos fueron hasta ahora los efectos más visibles del escándalo. Pero muchos creen que podría salpicar a más entidades bancarias alrededor del mundo y llegar a tener implicaciones políticas.