El dilema de 2019

Tanto el derrocamiento de Perón en 1955 como el de Illia en 1966 lo propiciaron el capital financiero internacional y los sectores más reaccionarios de la oligarquía terrateniente asociada a empresas trasnacionales, fundamentalmente del petróleo y de los laboratorios medicinales, independientemente que para destituir a Perón se necesitó de la base política del radicalismo y de la iglesia católica y, para apoyar el golpe de Onganía, la complicidad de los sectores medios que se creyeron que se podía constituir un país “moderno”[1] y de la burocracia sindical encabezada por Augusto T. Vandor [2].

Sobran los motivos

 

Contrariamente a las declaraciones que el gobierno de Mauricio Macri emitió menospreciando el paro del #6A, exceden los motivos por los cuales seguir reclamando el cambio de rumbo de las políticas económicas ortodoxas y neoliberales.

Escalofrío

Los datos de la evolución económica no son buenos. Recesión económica agravada y un panorama complicado para distintos sectores de la economía nacional.

Volver al mundo como deudor

Un nuevo ciclo de endeudamiento está en marcha a toda velocidad. En sus primeros seis meses de gestión, el Ministerio de Hacienda y Finanzas incrementó la deuda un 17 por ciento en dólares. De la mano del pago a los fondos buitre, la colocación de letras del Tesoro y el crédito de corto plazo solicitado por el Banco Central pasó de 160.000 a 187.000 millones de dólares. La magnitud del incremento en los pasivos externos del país es la más relevante para un período tan breve de tiempo desde 1994, marcando un quiebre con la etapa reciente de desendeudamiento.

Un modo de producción

Si hubiera que ponerle un cantito sería éste: “In-fla-ción/de los trabajadores/y al que no le guste/ ¡se jode, se jode!”. Lástima que el primer índice de la inflación específica de los trabajadores registrados no sea para cantar. Según el economista Mariano de Miguel, entre mayo de 2015 y mayo de 2016 el índice promedio de aumento de precios fue del 44,1 por ciento, con un leve descenso para los trabajadores de mayores ingresos, que soportaron un 40,9, y una gran elevación para los trabajadores en blanco de menores salarios, sobre los que cayó un 49,9 por ciento. Es decir que no solo cayeron los ingresos reales en conjunto sino que la desigualdad aumentó también por la forma asimétrica en que se descargó el famoso sinceramiento ordenado por el Ejecutivo.

Plan Alternativo de Desarrollo Agropecuario: una propuesta de 2002

En el año 2002, ante la crisis política-económica y social que soportaba el pueblo argentino, un grupo de comprometidos profesionales, estudiosos de los sectores productivos argentinos se reunían en la sede del IADE para elaborar un plan alternativo de desarrollo económico –social. Como síntesis de esos encuentros, le correspondió al Ingeniero Horacio Giberti redactar el Plan Alternativo de Desarrollo Agropecuario. A más de una década de su redacción sorprende la actualidad política, económica y social que encierra dicho Plan Alternativo. Para salir de la crisis en que se encontraba el país, Giberti propone veintiún pilares básicos, estableciendo ideas y pasos que se debían tener en cuenta para cumplir con los objetivos de dar solución a los problemas que enfrentaba el sector agrario argentino.