Economía política

El 5 de agosto de 2014, en ocasión de la recepción de la distinción que me confirió la Legislatura porteña, como Personalidad Destacada de la Ciencia, presenté algunas ideas que resumo en las líneas siguientes.

La economía es la rama de las ciencias sociales que se ocupa de la producción, el comercio y el dinero y de las políticas que determinan la distribución, del ingreso y la riqueza, entre países y sectores sociales. Por eso, los economistas clásicos la definían como “economía política”. En efecto, la política es un componente esencial de la disciplina.

La economía es un campo privilegiado del conflicto de ideas, intereses y valores en juego, dentro de cada país y en el orden mundial. El conflicto se expresa en el análisis de todos los problemas económicos y en las políticas aplicadas para enfrentarlos. Las ideas dominantes conforman teorías, paradigmas, que fundamentan las políticas que determinan la distribución del ingreso y la riqueza, en definitiva, del poder.

La bolsa en auge y la economía estancada

A partir de la crisis de 2007/2008, un doble rasero ha sido aplicado a la economía de Estados Unidos con resultados a la vista: de un lado está la calle (Main street) estancada, y de otro Wall Street en euforia. Los argumentos de los republicanos a favor del “equilibrio fiscal”, contrastan con el apoyo irrestricto del Departamento del Tesoro y la Reserva Federal (Fed) al sector financiero a través de rescates bancarios, inyecciones masivas de liquidez, desgravación fiscal y regulación laxa. Los republicanos han saltado a la yugular del déficit fiscal ajustando salarios y consumo y asistiendo a un proceso de concentración del ingreso inédito, dicen Saez, Piketty y otros.

La corrección introducida en el cálculo del Producto Bruto

Siguiendo las directivas técnicas y bajo el control del Fondo Monetario Internacional se introdujeron cambios en la elaboración de las cuentas nacionales que automáticamente generaron una serie de efectos colaterales.

El jueves 24 de marzo ppdo., el titular de la cartera de Economía, Axel Kicillof, sorprendió a todos anunciando que la adopción de las modificaciones metodológicas impuestas por el F.M.I y otros centros especializados de prestigio mundial (Naciones Unidas, Ocde, Banco Mundial y Eurostat) habían inducido a reducir la tasa de crecimiento “a sólo el 3.0%”.

Apertura de ideas

No es sólo la economía mundial la que está en crisis. La enseñanza de la economía también está en crisis, y esta crisis tiene consecuencias que van más allá de la universidad. Lo que se enseña en la universidad moldea la mentalidad de las próximas generaciones de políticos y, por tanto, da forma a la sociedad en que vivimos. No-sotros, 44 asociaciones de estudiantes de economía de 20 países diferentes, creemos que es hora de reconsiderar la manera en que se enseña la economía.

Guía Piketty

Thomas Piketty es un economista francés que publicó El capital en el siglo XXI el año pasado, traducido al inglés este año. El libro está provocando conmoción en el mundo de la academia y en el espacio de debate de divulgación económica. Los conceptos centrales de la obra son:

- La concentración de la riqueza aumentó en todos los países desarrollados.

- Se mantiene la tendencia a la no intervención impositiva sobre esas fortunas (una muestra es la resistencia a la Tasa Tobin en Europa).

El bocado o el freno

Partamos que de por sí es un asunto complejo determinar un tipo de bocado o freno, y más colocárselo al caballo. Las más de las veces se le pone un bocado a un potro sin saber si es el adecuado, si está en el tiempo apropiado, sin examinar previamente la boca del animal, su dentadura, sin pasarlo por un proceso prebocado, sin tener el conocimiento pleno para distinguir un freno severo de uno más acorde y menos agresivo, desconociendo, además, que el freno está en el cerebro del noble animal, ya que su cerebro controla sus piernas, por lo que es con su cerebro con el que se debe trabajar. Jalar las riendas debe ser usado como una señal para detenerse pero no debe ser el mecanismo para parar.

Atender demasiado a los demás, maldición de la clase trabajadora

"Lo que no llego a entender es por qué no anda la gente sublevada por las calles?" Oigo esto aquí y allá, dicho por gente opulenta y con poder. Hay una especie de incredulidad. "Al fin y al cabo", parece querer decir el subtexto, "ponemos el grito en el cielo cuando alguien se atreve siquiera a a amenazar nuestras exenciones tributarias; si alguien pusiera en peligro mis posibilidades de tener comida o techo, yo andaría quemando bancos y asaltando el Parlamento. ¿Qué le pasa a esta gente?".

Es una buena pregunta. Pensaríamos que un gobierno que le ha infligido ese sufrimiento a quienes tienen menos recursos para resistir, sin darle un giro a la economía, se habría arriesgado a un suicidio político. Por el contrario, la lógica básica de la austeridad la ha aceptado casi todo el mundo.

Lo que no se puede olvidar

Corría el año 1983, estertores de la dictadura más sangrienta y asesina que asoló en nuestro país, en el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas se reunían los economistas afines al radicalismo alfonsinista, y allí se planteó una fuerte y central discusión entre Bernardo Grinspún y Adolfo Canitrot sobre cuál debería ser el eje de la política económica de ganarse las elecciones: mientras el primero sostenía que había que incrementar la demanda interna para poner en funcionamiento la economía que venía en claro declive desde 1975, y que ese estímulo de la demanda debía provenir de aumentar los salarios y el número de trabajadores; el segundo afirmaba en cambio que la economía argentina de esa manera crecía, pero que al aumentar más las importaciones que el producto, se generaría el estrangulamiento del sector externo, por lo que se debía poner límites al consumo interno para tener menores importaciones y mayores exportaciones.

Impotencia económica - Una disección de la sociedad india

Según el FMI, el Banco Mundial, la ONU y esos organismos compuestos por hombres de traje que juegan a arreglar el planeta que ellos mismos hieren, la India es uno de los países económicamente más poderosos. Está en el podio de la producción internacional de leche, pimienta negra, tabaco, té, arroz y ganado bovino, por citar algunos. También es importante fabricante de software y medicamentos genéricos, y su industria cinematográfica —Bollywood, cruza de Hollywood y Bombay— maneja cifras similares a la estadounidense.