La contrarrevolución del empleo. ¿Despedir y cercenar derechos a los trabajadores para apuntalar Vaca Muerta?

Hemos demostrado en nuestro informe "Inversiones por 5.000 millones en Vaca Muerta: ¿Nuevas inversiones? ¿Boom del shale macrista?" (ver bibliografía), que el "nuevo" plan de Cambiemos no tiene nada de "nuevo", que las inversiones anunciadas ya estaban comprometidas desde hace varios años y que, por lo tanto, se trata de una vil mentira para justificar una nueva afrenta contra los trabajadores así como contra una economía próspera y autosuficiente (al volver a permitir la libre exportación de crudo).

Larga vida a Vaca Muerta

Esta semana se confirmó, a través de un reporte de la empresa británica BP, que Estados Unidos pasó a ser el mayor productor mundial de petróleo, desplazando a Arabia Saudita de ese sitial, y el mayor en hidrocarburos en general (petróleo más gas), al haber superado en este caso a Rusia. El fuerte golpe de escena en el mercado mundial energético tiene un componente particularmente significativo para Argentina: es el resultado del desarrollo de la técnica del fracking (fractura de la formación rocosa que contiene el hidrocarburo), la misma que está alumbrando en Vaca Muerta, Neuquén. Según estimaciones publicadas por organismos oficiales de Estados Unidos, las reservas potencialmente explotables de gas de shale (así denominado por su alto contenido de arcilla) de Argentina superan a las de Estados Unidos, ocupando el segundo y cuarto lugar respectivamente en el mundo. En cuanto a las reservas de petróleo de esquistos (por la piedra que los contiene), las ubicaciones se invierten: Estados Unidos tiene la segunda reserva mundial y Argentina la cuarta. Lo más trascendente es que, en el panorama que asoma, el país corre en el pelotón de punta.

Energía argentina

Un balance sobre diez años de política energética permite observar rupturas y continuidades con el período neoliberal, que imposibilitan arrojar definiciones contundentes sobre los resultados alcanzados.

Nacionalización de la mayoría accionaria de YPF. Aumento en la generación de energía de 9.000 a 27.000 gigavatios, con inversiones cercanas a los 100.000 millones de pesos. Extensión del suministro de gas y electricidad para incorporar 6 millones de hogares.

El desafío energético

La energía es clave para el desarrollo de un país. Es el torrente sanguíneo de su economía, el motor de toda transformación, el insumo crítico para el crecimiento, el núcleo duro de la evolución. De hecho, cada tipo de sociedad desde los cazadores-recolectores hasta las comunidades agrícolas o las economías modernas de la era industrial podrían definirse a partir de la energía utilizada y la tecnología disponible para transformarla. En Argentina, la matriz energética está dominada en un 85% por hidrocarburos, de los cuales YPF es la principal productora, con una participación que supera el 35% del mercado de petróleo y gas.

Vaca Muerta: a 3.000 metros bajo la tierra rompen la roca y aparece el petróleo

El sol quema el desierto neuquino. Los 40 grados se tornan una tortura bajo los mamelucos de seguridad que usan los operarios. En SOIL 28, un pozo petrolero que parece perdido en la nada, está sucediendo lo que es la mayor noticia de la producción energética argentina: están fracturando las rocas, a 3.000 metros de profundidad, para extraer el petróleo no convencional, el shale , la promesa negra.

“La soberanía energética pasa por que seamos capaces de desarrollar nuestros propios recursos”

Vamos a dividir la conversación en cuatro partes. Situación energética del país en la primera. La segunda va a ser Vaca Muerta. Tercera, los problemas potenciales que puedan devenir del fracking, del agua, riesgo sísmico, contaminación del ambiente. Y cuarta, el acuerdo con Chevron. Pero primero haremos una descripción del cuadro energético de la Argentina.

Hoy la energía está pasando por un momento muy importante por el hecho de que todos los países están buscando de alguna manera su independencia energética.

Vaca viva

Al final de los 35 años que dura el proyecto de YPF y Chevron sobre la formación Vaca Muerta, ambas empresas habrán obtenido 22 mil millones de dólares de ganancia neta, que se repartirán en partes iguales. Así consta en el plan de trabajo que la petrolera que conduce Miguel Galuccio presentó a la provincia de Neuquén para pedir la extensión de la concesión del área Loma Campana, donde se radicará la inversión. Con el visto bueno del gobernador Jorge Sapag, el plan espera ahora por el aval de la Legislatura. Por lo pronto, el miércoles, la Comisión de Hidrocarburos dio dictamen favorable y ahora resta el debate en las comisiones de Asuntos Constitucionales y Hacienda, donde el oficialismo tiene mayoría. El proyecto sería tratado en el recinto el próximo miércoles 28 de agosto.

Hallar crudo sin contaminar en el intento

Para los críticos, el sistema de fracking que aplicará YPF en Vaca Muerta contaminará las napas acuíferas. Los especialistas aseguran que no hay riesgo. Sin embargo, el cuestionamiento que intenta detener el desarrollo del área continúa.

En la última semana, la preocupación por las consecuencias medioambientales de la búsqueda de hidrocarburos por métodos no convencionales volvió a levantar presión. El tratamiento legislativo en Neuquén de una modificación al contrato de concesión a YPF de un área en la formación Vaca Muerta (en cuya explotación participará la norteamericana Chevron asociada) dio lugar a reclamos y demandas de ambientalistas y políticos, pero también a explicaciones de especialistas que buscaron echar cierta luz sobre una cuestión habitualmente tratada en las sombras.

“Argumentos falaces”

“Resulta notable en la presentación efectuada por YPF ante el Ministerio de Energía, Medio Ambiente y Servicios Públicos de Neuquén, la ausencia de toda consideración ambiental. Las veces que se repite la palabra ambiente, es en relación a las formaciones geológicas del cretácico y jurásico, donde están alojados los hidrocarburos de Vaca Muerta. Pero nada dice en relación con las superficies donde está alojada la vida humana, animal y vegetal. Lo cual resulta altamente objetable, al provenir de empresas altamente cuestionadas ambientalmente.”

El día que se abortó la entrega de soberanía

Un informe del sector privado elaborado pocos meses atrás sobre la situación de la producción de petróleo y gas en Argentina, que recoge además el aporte de algunas de las principales compañías que operan en Vaca Muerta, advertía sobre “los cambios de política económica” que debería implementar Argentina “para lograr financiamiento externo” para sus planes de desarrollo en el área de hidrocarburos. “Argentina debe cambiar su política económica integral para atraer a las empresas y al capital y financiamiento externo que se requieren”, llega a plantear en una de sus conclusiones el citado documento. “La explotación de recursos no convencionales es la única oportunidad de la Argentina de recuperar el autoabastecimiento hidrocarburífero”; (pero) “los inversores no van a regresar a corto plazo si previamente no se da un ambiente suficientemente claro y estable para hacer importantes desembolsos”, advertían a su vez los principales ejecutivos de cinco de las principales compañías que ya operan sobre aquella formación geológica neuquina. Esas consideraciones se formulaban y compartían allá por mediados del primer semestre de este año, al mismo tiempo que YPF buscaba cerrar su acuerdo con la norteamericana Chevron para su participación en el desarrollo y exploración del área General Mosconi, con una inversión inicial de 1240 millones a entero riesgo de sus resultados. Chevron, lógicamente, no estaba entre las firmas que participaron con su opinión de aquel documento. Pero además el acuerdo que firmó nada tiene que ver con las pretensiones y condiciones que el señalado informe transmitía. Los detalles y consideraciones de aquel estudio marcan además una referencia sobre la opinión de aquellos que antes hacían lobby a favor de las petroleras acusando al Gobierno de “caerse del mundo” con su política energética, y ahora acusan al mismo Gobierno de “entregar la soberanía” por un acuerdo que poco se acerca a las concesiones que esas mismas voces reclamaban para “atraer al capital extranjero”.