Por el alza de precios los productos de desayuno y merienda reemplazan a los del almuerzo y cena

Sofía Crotti


Una investigación de la consultora Scentia lanzó un alarmante dato: el rubro “Desayuno y merienda” representa el 35% del consumo masivo de alimentos. Consecuencias para la salud.

El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en septiembre un incremento del 3,5% y un aumento interanual de 52,5%, según indicó un informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

La división con mayor aumento en septiembre fue la de “Prendas de vestir y calzado” (6,0%), seguida por “Bebidas alcohólicas y tabaco” (5,9%) -en la que incidió la suba de cigarrillos-, y en tercer lugar “Salud” (4,3%), que tuvo el alza de gastos de prepagas. El incremento en “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (2,9%) fue el de mayor incidencia en todas las regiones. Esto se debió al aumento en “Frutas”, “Verduras, tubérculos y legumbres”, “Azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc”, “Café, té, yerba y cacao” y “Leche, productos lácteos y huevos”.

El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en septiembre un incremento del 3,5% según INDEC.

A estos datos, se sumó la cifra del 3,5% de inflación en septiembre según datos del INDEC y una retracción en el consumo del 4,7% respecto de 2020, según un estudio realizado por la consultora Scentia. Estos números y las inminentes elecciones legislativas llevaron al Gobierno a tomar una urgente medida. El martes el secretario de Comercio Interior Roberto Feletti anunció la decisión de retrotraer al 1 de octubre y congelar hasta el 7 de enero los precios de 1432 productos de consumo masivo.

Pero uno de los datos más alarmantes que sacó a la luz el informe de Scentia sobre las variaciones en la canasta es que el rubro “Desayuno y merienda” representa el 35% del consumo masivo de alimentos. Es decir que productos como pan, galletitas, café, leche y yerba reemplazaron a los alimentos tradicionales de un almuerzo o cena. Esto ocurre porque muchas personas, tanto jóvenes como adultos, no pueden realizar las cuatro comidas diarias y las suplantan con este tipo de productos.

El dato fue revelado por una investigación del consumo hecho por la consultora Scentia.

Estos cambios de hábitos en la alimentación pueden tener graves consecuencias en la salud de las personas, ya que no es lo nutricionalmente recomendado. Según Cynthia Rubinstein, Licenciada en Nutrición especialista en obesidad y sobrepeso (MP 8311), el consumo de estos alimentos para reemplazar otros afectará a cada uno dependiendo su estado de salud general: si presenta patologías previas, el tipo de alimentación durante el resto del día, la frecuencia con la que los consume y su porción.

La profesional advierte que “el exceso de grasa, sal y azúcares simples que tienen las galletitas y panes genera aumento del colesterol, de la glucemia y de la tensión arterial”. “Esto predispone a enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, obesidad, osteoporosis, anemias, caries, entre otras”, detalló.

Por otro lado, Rubinstein manifestó que si no se consumen ciertos alimentos durante el día, podrían faltar nutrientes en la alimentación: “Por ejemplo las proteínas, que son necesarias para el crecimiento, mantenimiento y reparación de los tejidos y músculo; las grasas insaturadas, que previenen enfermedades cardiovasculares, nivelan la presión arterial y aumentan las defensas;  y las vitaminas y minerales”.

¿Qué pasa con los niños?

La alimentación en los menores es fundamental para su crecimiento. Es por eso que una falta de nutrientes en su alimentación puede “afectar su desarrollo cerebral, interferir con su aprendizaje y crecimiento”.

Para tener una alimentación saludable, la licenciada recomienda una combinación de la dieta mediterránea con la dieta DASH. “Esto incluye frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutas secas, pescado; en menor cantidad aceite de oliva, carnes rojas, lácteos y vino tinto. Este tipo de alimentación es baja en sodio, harinas, dulces, grasas saturadas, grasas totales y colesterol. Es alta en fibra y minerales como el calcio, magnesio y potasio”.

Opciones de comidas saludables, rápidas y económicas

Ante el alarmante dato que indica que gran parte de la población no puede realizar sus cuatro comidas, Rubinstein aconseja algunas variantes. Algunas de ellas son: revuelto de zapallitos, ensaladas de verduras con huevo, milanesas de vegetales, omelette con verduras, ensalada con pasta fría o arroz, vegetales rellenos, tortillas, carnes y pescados a la plancha, etc..

 

elDiarioAR - 22-10-2021

 

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