Una renta para todos

Tal como han dejado en evidencia algunos estudios recientes sobre el tema (véase este artículo de Fortune), la substitución del hombre por parte de las máquinas es ya una realidad, y dentro de pocos decenios las profesiones de menor contenido intelectual las desempeñarán robots. Pese a la posibilidad de “liberar” finalmente a millones de personas del yugo de empleos alienantes (será por lo tanto deseable un sistema de enseñanza en condiciones de preparar a las nuevas generaciones para esta libertad profesional, en la que serán claves la originalidad y una mayor conciencia propia), uno de los probables efectos a medio plazo de este cambio tecnológico parece ser un aumento del número de desempleados, sobre todo entre los trabajadores menos cualificados. Consecuencias fácilmente previsibles: un ulterior incremento de las desigualdades en la distribución de la renta, además de un incremento de la inestabilidad social.

El retiro de los capitanes: los efectos de la convertibilidad sobre los grupos económicos nacionales

El artículo desarrolla una caracterización de las transformaciones que afectaron a la cúpula empresarial argentina a lo largo del período de vigencia de la Ley de Convertibilidad. La importancia de tratar ese período se asocia con la necesidad de entender cuál fue el desenvolvimiento en esos años, de los sectores del capital que dominaron el panorama económico argentino desde los inicios de la última dictadura militar y condicionaron las decisiones políticas de los gobiernos democráticos posteriores a 1983.

El Plan Bomba

Cuando el debate de la orientación de la política económica del próximo gobierno comienza a tomar cada vez más relevancia, la opinión del Fondo Monetario Internacional sobre lo que se tiene que hacer es un oportuno recordatorio. Es una guía para estar atentos de economistas de candidatos a presidente que replican esos mismos consejos. Esta observación no es sólo una cuestión ideológica sobre un organismo multilateral cuyo objetivo principal es el de ser auditor de los acreedores.

El péndulo argentino: ¿Hasta cuando?

Las últimas décadas en la Argentina se han caracterizado por cambios muy bruscos y muy frecuentes de la política económica que muestran una oscilación pendular entre dos corrientes antagónicas: la corriente expansionista o popular y la ortodoxia o el liberalismo económico.

La corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masas de la población. Sus ideas en materia económica reconocen la influencia del modelo keynesiano y del nacionalismo económico. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo.

Libro publicado en 1985

“Argentina es el país más democrático de América Latina”

En una charla a fondo, Ferrer realizó un análisis sobre la política económica de Argentina en este contexto de crisis financiera internacional y su papel frente a Latinoamerica.

Destacó la capacidad de transformación que tiene la política en nuestro país y como ejemplo puso el Gobierno actual que “resolvió el tema de la deuda como lo hizo en contra de la posición del mercado financiero internacional y el FMI, nacionalizó las AFJPs, el petróleo, la ley de medio”.

¿Y si la depresión llegó para quedarse?

“Una economía de EE.UU. cuyo estado normal es la demanda inadecuada, que sólo se acerca al pleno empleo cuando la empuja alguna burbuja” ¿Y si lo que estamos viviendo es la nueva normalidad? ¿Y si esta situación similar a la depresión perdura no por un año sino por décadas? Lo planteó Larry Summers en la última conferencia de investigación del FMI: la evidencia sugiere que EE.UU. se ha convertido en una economía cuyo estado normal es una depresión moderada, cuyos breves episodios de prosperidad ocurren sólo gracias a las burbujas y al endeudamiento insostenible.

¿Conviene flexibilizar el tipo de cambio para mejorar la competitividad?

En este artículo se investigan los efectos de una devaluación cambiaria en la dinámica exportadora de los países en desarrollo. En oposición a la teoría convencional, se muestra que el efecto negativo de esa medida en las hojas de balance de las empresas exportadoras, por su elevada dolarización de pasivos, anula la posible ganancia en competitividad. Con base en los resultados de la investigación empírica, se argumenta que el establecimiento de un tipo de cambio real competitivo y estable, por la vía de la flexibilización del tipo de cambio nominal, es desaconsejable en estos países; y se propone una estrategia alternativa para elevar la productividad, a fin de lograr una inserción más favorable en la economía global.