Ecuador logra el apoyo de la OEA

Sally Burch
Ecuador registró otro importante logro diplomático este viernes 24 de agosto, en el caso del asilo otorgado a Julian Assange, con la Declaración adoptada por la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de Estados Americanos –OEA-, convocada en Washington para tratar sobre la situación entre Ecuador y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, concerniente a la inviolabilidad de su embajada en Londres. "Esta es una votación histórica, es un triunfo de los países pequeños y nos sentimos contentos", señaló el canciller Ricardo Patiño a la prensa, minutos después del cierre de la reunión, a la vez que agradeció la solidaridad de la inmensa mayoría de los países de la región.

Con la presencia de 12 ministros de relaciones exteriores, la Declaración fue adoptada por 33 de los 34 países miembros de la OEA. Solo Canadá expresó desacuerdo, mientras que EEUU no se opuso, pero incluyó una observación a uno de los artículos. El texto reitera los principios y normas que regulan las relaciones diplomáticas entre los Estados y resuelve "rechazar cualquier intento que ponga en riesgo la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y reiterar la obligación que tienen todos los Estados de no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales, y en este contexto manifestar su solidaridad y respaldo al Gobierno de la República del Ecuador".

También reafirma "el respeto a la soberanía, el fiel cumplimiento de los tratados internacionales, la solución pacífica de las controversias, la coexistencia pacífica de los Estados y la renuncia a recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza para dirimir los conflictos" e insta a los gobiernos de ambos países a "continuar el diálogo que permita resolver sus actuales diferencias, de acuerdo con el derecho internacional", esto último en referencia al diálogo sobre la negación de Reino Unido de otorgar un salvoconducto para que Assange pueda salir del país.

Ecuador aceptó la reticencia de algunos países presentes a calificar de "amenaza" el comunicado que Reino Unido remitió a Ecuador el pasado 15 de agosto, que se refiere a la existencia de "una base legal en el Reino Unido (…) que nos permitiría tomar acciones para arrestar al Sr. Assange en las instalaciones actuales de la Embajada".

De hecho, el canciller ecuatoriano informó que el día anterior, la embajada ecuatoriana en Londres recibió una nueva carta de Reino Unido en la cual manifiesta que en ningún momento ha realizado una amenaza en contra de la misión del Ecuador y ratifica su compromiso con la Convención de Viena y su respecto a la inviolabilidad de las misiones diplomáticas. Al respecto, Patiño señaló ante la OEA que el país celebra el cambio de actitud de Gran Bretaña; no obstante, lamenta que se limite a negar los hechos sin ofrecer una disculpa ni retractarse de la amenaza pronunciada, la cual, por lo tanto, sigue vigente.

Campaña de descalificación mediática

Dos días antes, en un conversatorio con la prensa internacional, el presidente Rafael Correa reafirmó la voluntad de Ecuador de continuar el diálogo tanto con Reino Unido como con Suecia, que ha pedido la extradición de Assange para interrogarlo en un caso de una denuncia de abuso sexual. Pero precisó que se trata de diálogo y no de negociación, pues los derechos humanos no se negocian: "Ecuador no negocia con principios fundamentales", afirmó. Pero no descartó acudir ante los tribunales en caso de no lograr ningún acuerdo.

El caso del asilo para Assange ha reavivado la ola internacional de ataques mediáticos a los gobiernos que afirman posturas autónomas en América Latina, como también contra el propio Assange (incluso por parte de ciertos medios que en su momento se aprovecharon de las revelaciones de Wikileaks). Tanto UNASUR como el ALBA han sido blanco de descalificación mediática en los últimos días. Para Correa es otra muestra más de que "el problema de la prensa es un problema planetario"; que hay una contradicción esencial entre "proveer el derecho a la comunicación y buscar fin de lucro"; es lo que pasa, dice, cuando lo que conocemos o dejamos de conocer depende de instituciones que no son legitimadas por elecciones, ni tienen el objetivo de servicio, sino que son "negocios privados con fines de lucro, en manos muchas veces de empresarios totalmente faltos de ética". "Inglaterra sabe bien de lo que estoy conversando", acotó con referencia a los juicios por corrupción contra el magnate de la prensa Rupert Murdoch, en ese país.

Tanto Correa como Patiño reiteraron los hechos básicos de la decisión de otorgar el asilo al fundador de Wikileaks:

- En ningún momento Ecuador, ni el propio Assange, han buscado que éste evade la justicia sueca.
- Ecuador ha ofrecido a Suecia interrogar a Assange en su embajada en Londres.
- Assange estaría dispuesto a viajar a Suecia –donde hasta ahora no pesa ningún cargo en su contra- para responder las preguntas, si ese país garantiza la no extradición a un tercer país (EEUU) y/o si Reino Unido incluye esta condición al extraditarlo a Suecia.

Ninguna de estas propuestas ha sido aceptada; y sin embargo, hay fuertes evidencias de un probable atentado a los derechos de Assange en caso de que sea llevado a EEUU, señalan los representantes del gobierno ecuatoriano.

ALAI, América Latina en Movimiento - 24 de agosto de 2012

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