Vigencia y aporte hacia el futuro

Los cooperativistas estamos en días de significativos aniversarios que trascienden al conjunto de la sociedad. La creación del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), el 23 de noviembre de 1958; y los aniversarios del natalicio y la partida de Floreal Gorini, el dirigente histórico más importante de este movimiento social solidario que, entre otras muchas iniciativas, impulsó y creó el Centro Cultural de la Cooperación que hoy lleva su nombre.

Vivimos tiempos de relevancia civilizatoria en el mundo, en la región y en nuestro país, de allí que resulta imprescindible reflexionar sobre los aportes que el cooperativismo transformador puede realizar a la principal disputa de época: la batalla por las ideas y los símbolos.

Es la ideología, Christine

En respuesta a comentarios de funcionarios del gobierno argentino, que caratularon de ideológico el informe del FMI sobre nuestro país, la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, comentó: "Esto no es ideológico sino técnico, no hacemos ni decimos cosas a la ligera."

Sin embargo, al surcar la lectura de los distintos informes del Fondo, en especial el reciente "Perspectivas de la Economía Mundial", surge claramente el sesgo ideológico del organismo, junto con su habitual doble discurso. Un ejemplo de ello es donde se refiere al mayor crecimiento en Estados Unidos y señala que, entre otras cuestiones, "una consolidación fiscal más moderada ayuda", mientras que "el respaldo también proviene de unas condiciones monetarias laxas".

El macabro retorno de las burbujas especulativas

En la economía mundial resoplan nuevamente vientos de burbujas especulativas que no hacen sino confirmar que el sistema financiero no ha aprendido nada de la crisis.

Lo que es que evidente es que los últimos seis años, los principales bancos centrales han triplicado los activos de sus balances dando cuenta de la importancia que tiene para el sistema capitalista la “salud” de la banca.

La Europa desquiciada en el actual contexto de la economía mundial

La Eurozona fue diseñada para una economía mundial en la que los EEUU desempeñaban un papel crucial en el reciclaje de los excedentes globales por la vía de generar la demanda requerida por los exportadores netos del mundo entero. Cuando se desató la tormenta financiera de 2008 y los EEUU perdieron su capacidad para reciclar los excedentes netos del resto del mundo (incluida Europa), una unión monetaria carente de mecanismos estabilizadores esenciales resultó profundamente desestabilizada. ¿Pueden los dirigentes europeos proceder a un rediseño que ayude a Europa a sobrevivir en el nuevo “mundo feliz” en que nos ha precipitado la crisis financiera? ¿Y quieren?

Las tres velocidades de la crisis y su bifurcación

Para la segunda mitad de 2012 el ritmo de la economía mundial mostraba dos velocidades: de un lado, Estados Unidos y Europa con crecimiento económico cercano a cero debatiéndose entre el ‘precipicio fiscal’ y el ‘riesgo soberano’; de otro lado, las economías emergentes, con tasas de crecimiento positivas –en vías de desaceleración- si bien con riesgos crecientes efecto de la apreciación cambiaria ligada al flujo de capitales de corto plazo y la disminución de la actividad económica de los países avanzados.

La importancia de las ideas propias sobre el desarrollo y la globalización

Hasta la crisis de 1930, el enfoque neoclásico prevaleciente en el “centro” del orden mundial fue el patrón de referencia de las ideas económicas en la periferia. Desde entonces y hasta el final del “periodo dorado” de la posguerra, la ortodoxia fue sustituida por el paradigma keynesiano y el “centro” abandonó su pretensión hegemónica sobre el pensamiento periférico.

Fue en ese escenario de “vacío teórico” y de crisis del orden mundial que emergió en América Latina, bajo el liderazgo de Raúl Prebisch, el reclamo de una visión original y propia del desarrollo de nuestros países y de su inserción en el sistema internacional. La cepal difundió a escala regional y, aún más allá, la crítica a la relación centro-periferia, la propuesta industrialista y las nuevas responsabilidades del Estado.

Internet, la revolución que Marx no imaginó

La economía mundial crece y la pobreza cae en la segunda década del siglo XXI. Detrás, hay una gigantesca ola de innovación, de raíz tecnológica, y su punto de inflexión es un acontecimiento geopolítico que ha modificado la estructura del poder mundial, al trasladar el centro de gravedad del sistema de los países avanzados a los emergentes, de EE.UU. a China. Los usuarios de Internet son hoy 2.500 millones y aumentan 500 millones por año (500.000 por día). Serían 4.000 millones en 2015, más de la mitad de la población del mundo; y abarcarían a 80% de la población del planeta en 2030.