Nuevas realidades juveniles en América Latina

Quisiéramos, en este artículo, dar cuenta de las nuevas realidades juveniles en América Latina, en referencia con su participación política y social. Lo hacemos, particularmente, desde nuestra experiencia y contacto con numerosas manifestaciones juveniles en los diferentes países de la región.

Sabemos que el tema puede abordarse desde distintas miradas y perspectivas. De hecho, numerosos estudiosos de los temas juveniles en América Latina lo vienen haciendo. Quizás, la nuestra puede tener la particularidad de la cercanía con varias de estas multiplicidades.

Es importante advertir que una mirada sobre los jóvenes podría hacerla también un joven. No es nuestro caso y trataremos de disimular un poco este límite aportándole a nuestro artículo elementos que nos da cierto recorrido en temas de juventud en los últimos cuarenta años.

Dichos estos primeros referenciales, animémonos a realizar este pequeño “viaje” por las juventudes de América Latina y sus nuevos compromisos transformadores.

La desigualdad en los ingresos laborales. Su evolución en la posconvertibilidad.

El mercado de trabajo ha sufrido importantes transformaciones en el marco del nuevo patrón de crecimiento económico que tuvo lugar tras el fin de la convertibilidad. Entre estos cambios, se destacan la extraordinaria creación de puestos de trabajo, que implicó una fuerte reducción en la tasa de desocupación, y las mejoras en la calidad del empleo. Sin embargo, como es sabido, los ingresos reales de los trabajadores han tenido una recuperación limitada.

Partiendo de estas evidencias, el presente trabajo indaga acerca de los cambios que el mayor nivel de ocupación y el ascenso relativo de los ingresos reales han tenido sobre la distribución del ingreso en el período 2002-2011. Para ello, se analiza tanto la distribución funcional del ingreso, es decir, la participación de los trabajadores asalariados en el producto generado, como la distribución del ingreso al interior de la clase trabajadora, diferenciando la situación relativa de distintos grupos de ocupados según la forma en que se insertan en el mercado de trabajo, su nivel educativo y la rama de actividad en la que se desempeñan.

El chantaje de los mercados

En “Commonwealth”, tercer libro de la serie iniciada con “Imperio”, Hardt y Negri analizan cómo redefine las nociones de soberanía y democracia el poder del capital financiero global. Negri lo anticipa aquí.

Toni Negri, junto con su colega estadounidense Michael Hardt, acaban de publicar el último tomo de la trilogía que empezó con Imperio y siguió con Multitud. Se trata de Commonwealth. El proyecto de una revolución del común (Akal-Grupal, aparecido recientemente en España). En esta entrevista exclusiva con Ñ, el pensador italiano se extiende, desde la ciudad de Padua, sobre las condiciones de la producción cognitiva, la emancipación en un mundo cooptado por el capital y sobre las figuras dominantes del hombre en el universo contemporáneo.

-En la Argentina, durante su última visita, usted habló de emancipación. ¿Qué quiere decir esa palabra en el contexto global?
-En principio, hubo una primera definición de emancipación vinculada con una concepción individualista y universalista. Los orígenes de la definición son de raíz iluminista pero muchas veces, el desarrollo de ese iluminismo se encontraba con una escatología propia de su universalidad.

La negociación colectiva en la posconvertibilidad: recuperación histórica y acumulación de tensiones

A lo largo de los últimos años las organizaciones sindicales han tenido una intervención muy importante en la determinación de los niveles salariales de los trabajadores, principalmente como consecuencia de su participación en las negociaciones colectivas con las cámaras patronales.

Estas negociaciones no han estado exentas de tensiones, que se incrementaron a partir del crecimiento de la inflación verificado desde el año 2007. Este año las negociaciones salariales presentan un escenario más complejo aún, en el cual es necesario considerar no sólo la coyuntura que atraviesa la estructura interna de las organizaciones sindicales, sino también la persistencia de los niveles de inflación y cierta desaceleración en el crecimiento económico.

En el Centenario del “Grito de Alcorta”

1. La población argentina se encuentra sometida actualmente a una delicada situación política, impulsada por un nuevo “lockout” patronal desestabilizador de las instituciones, que desconoce la legitimidad democrática de los poderes de gobierno. Las corporaciones patronales agrarias se han arrogado el rol de suplir el voto popular y confrontan con la legalidad y legitimidad del orden constitucional, debilitan a las instituciones constitucionales y crean las condiciones para un golpe de Estado de nuevo tipo, ya que no pueden recurrir a los que están registrados en nuestra memoria. Denotan una retrógrada carga ideológica.

Tratan de producir un escenario similar al que iniciaron en marzo del 2008, con motivo de la Resolución 125. En aquella empedernida defensa de la renta agraria extraordinaria, engañosas voces quisieron traer en su apoyo a la heroica lucha de verdad que fue la rebelión de los colonos-arrendatarios que en 1912 sacudió el sur de la provincia de Santa Fe y se extendió por toda la región pampeana. En estos días, inicialmente tomaron como justificativo la ley de revalúo de los campos bonaerenses y para “nacionalizar” la cuestión sumaron reclamos que consideraron pendientes y en etapa de negociación ante el Ministerio de Agricultura de la Nación.

Los gritos de Alcorta

El martes 25 de junio de 1912 en Alcorta y en las localidades vecinas de Bigand, Bombal, Máximo Paz y Carreras –en la zona maicera santafesina– los agricultores declararon una huelga que se convirtió en la primera gran protesta agraria de la Argentina. Fue protagonizada fundamentalmente por inmigrantes europeos, en su mayoría italianos, parte de los más de 3 millones llegados a partir de 1880 a un país cuyos gobernantes les prometían un lugar justo en su sociedad.

El trabajo tesonero de esos chacareros contribuyó, en gran medida, a ampliar la frontera agrícola hasta hacerla casi diez veces mayor sin que su esfuerzo les permitiera acceder a la propiedad de la tierra. Para ellos «la tierra para quien la trabaja» no pasaba de ser una cada vez más lejana aspiración. La propiedad estaba en manos de la oligarquía terrateniente que se la fue apropiando desde el fin de las guerras de la independencia hasta el reparto que derivó de la Conquista del desierto. En realidad, del despojo a los verdaderos y ancestrales dueños de la tierra.

Carta de los pueblos indígenas al nuevo Presidente del Banco Mundial

La siguiente carta, dirigida al nuevo Presidente del Banco Mundial, se refiere a temas fundamentales para los pueblos indígenas e incluye recomendaciones para una relación efectiva con el Banco Mundial.

La carta se distribuirá durante la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Rio+20, ya que el Banco Mundial se está posicionando de nuevo como el líder del desarrollo a través de un “crecimiento verde e inclusivo”.

"Las Islas Malvinas"

La interesante relación del viaje a las Islas Malvinas de nuestro distinguido amigo el señor Lasserre que publicamos hace algunos días en El Río de la Plata, ha llamado justamente la atención de la prensa ilustrada, y ha sido leída con profundo y general interés en toda la población. Los argentinos, especialmente, no han podido olvidar que se trata de una parte muy importante del territorio nacional, usurpada a merced de circunstancias desfavorables, en una época indecisa, en que la nacionalidad luchaba aún con los escollos opuestos a su definitiva organización.

Se concibe y se explica fácilmente ese sentimiento profundo y celoso de los pueblos por la integridad de su territorio, y que la usurpación de un solo palmo de tierra inquiete su existencia futura, como si se nos arrebatara un pedazo de nuestra carne. La usurpación no sólo es el quebrantamiento de un derecho civil y político; es también la conculcación de una ley natural.

Un mundo en transición

Al carcomer el centro neurálgico del capitalismo, la multibillonaria estafa piramidal que derivó en la actual crisis financiera y económica global ha tenido por lo menos el mérito de dejar en evidencia que las falencias del neoliberalismo no se deben a unas cuantas manzanas podridas: son las raíces mismas del árbol las que están corrompidas. En un mundo sujeto a profundos cambios, afrontar este problema es vital para el futuro de la democracia.

Como bien recuerda el historiador Eric Hobsbawm, "no existe un vínculo necesario o lógico entre los distintos componentes del conglomerado "democracia-liberal"" (1). Por el contrario, las tensiones entre ambos son cada día más manifiestas; el liberalismo en su peor expresión, la del libre flujo de capitales, está poniendo a prueba a la democracia. Porque –continúa Hobsbawm sin rodeos– “el ideal de la soberanía del mercado no es un complemento de la democracia liberal, sino una alternativa a este sistema”. En efecto, para los grandes patrones del mundo devenidos en una nueva aristocracia, la democracia y el Estado de Derecho no constituyen más que trabas en su búsqueda desesperada de ganancia y de imposición de las leyes del libre comercio a todos los ámbitos de la vida.