Cuerpos
El cuerpo inerte del jubilado que dijo “así no se puede más” y se pegó un tiro y los cuerpos apaleados de cooperativistas que manifestaban contra el recorte de subsidios trepanaron el campo de lo político. Son cuerpos que atraviesan a la política y la informan.
Idióticos
“El peor analfabeto es el analfabeto político. El que no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El que no sabe que el costo de la vida, el precio de los garbanzos, del pescado, de la harina, del alquiler, del calzado o de las medicinas, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política. No sabe el imbécil, que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.
Bertolt Brecht (1898-1955)
José "Pepe" Mujica en la 6ta Convención de Cooperativas
El expresidente y actual senador de la República Oriental del Uruguay, José “Pepe” Mujica, fue el disertante central de la 6º Convención de Cooperativas Agroalimentarias "Cooperación Inteligente", organizada por la Federación de Cooperativas Federadas Limitada (FECOFE). Rosario, Santa Fe, Argentina. 8 de septiembre de 2016.
Corrupción y responsabilidad penal de las transnacionales
El peaje en las rutas argentinas. El caso del corredor 29
El caso López
La detención de José López en flagrante delito de apropiación de dinero público y exhibición de armas no merece otra cosa que la unánime condena ética y judicial.
Más acá y más allá de las curiosidades del caso –como el tirar por un muro bolsos de una propiedad de la cual López tiene las llaves– ese dinero mal habido se sustrajo a las políticas redistributivas que ampliaron derechos durante 12 años, incidiendo en su reducción.
Corrupción y Proyectos Políticos
En 1969 Dudley Seers, quien fue economista especializado en desarrollo de Oxford, Sussex y las Naciones Unidas, afirmaba sobre su especialidad: “Las preguntas que hay que formular sobre el desarrollo de un país son, por lo tanto, las siguientes:
Dar testimonio
El vergonzoso caso de José López podría hacernos vacilar: era un funcionario de alto nivel, encargado de las obras públicas, conocido por todos, y sobre todo por los que en toda la extensión del país trataron con él por la gran cantidad de construcciones que se realizaron. Repentinamente emerge desde una madeja de hechos sombríos que involucran dólares secretos en cantidad portentosa, en valijas prefiguradas por estruendosas denuncias anteriores, y sin poder justificar nada, emerge de madrugada de un convento suburbano encasquetado y con pechera policial, como un soldado atontado por las bombas que explotaron en su trinchera, capturado por las Huestes de la Verdad, luego condecoradas. La fuerte evidencia visual obligó al kirchnerismo a escribir cartas de repudio y a preguntarse sobre los alcances de la pegajosa palabra en juego: corrupción. A cuántos involucraba, si afectaba a todo el ciclo transcurrido, si un hecho brutalmente escandaloso relativizaba o anulaba convicciones efectos políticos, genuinas militancias.
Caso José López: toda la verdad
Además de un pueblo víctima, en el caso José López hay cómplices y víctimas al cuadrado: los primeros son los que a sabiendas decidieron callar; los segundos, los que ven cuestionados sus ideales por grupos de ladrones de cuello blanco. ¿El 49% debe pedir perdón? ¿O el 51% debe hacerse cargo de las empresas offshore?, se pregunta Alejandro Grimson en este texto sobre corrupción, verdad y compromiso político.
Sobre la corrupción, la culpa y el sistema
-¿Por qué serían paradojales las relaciones entre la corrupción y la culpa?
–La paradoja empieza con la idea de que los corruptos son siempre los otros y que eso nunca es responsabilidad mía. Sigue con la idea de que el corrupto lo es con el único fin de un beneficio y de un goce propios. Y sigue todavía más con la idea de que el corrupto nunca se siente responsable, de que es alguien sin escrúpulos, sin sentimiento alguno de culpa, alguien que goza como nadie con el beneficio de su secreta corrupción.