Soberanía cognitiva y tecnológica, e integración

En el marco del nuevo ordenamiento regional y global, marcado por la rápida transición hacia economías basadas en el conocimiento y altas tecnologías, que se junta a la exigencia de buscar respuestas a las diversas crisis globales (económica, climática, energética…), es cada vez más evidente que ningún país puede prescindir de desarrollar conocimientos propios y capacidades en ciencia, tecnología e innovación (CTI), sin lo cual arriesga profundizar la dependencia y agudizar la desigualdad.

De hecho, entre los países de la región existe un creciente reconocimiento de que el actual modelo de desarrollo regional, basado en la producción y exportación de commodities y materias primas y la alta dependencia tecnológica frente a las economías más desarrolladas, se vuelve insostenible.

Esta dependencia de una ciencia y tecnología impulsada por países con economías avanzadas dificulta, justamente, que la región pueda responder adecuadamente a sus propias prioridades y las necesidades particulares de sus pueblos. Toda vez, muy pocos países del Sur en forma aislada podrán responder adecuadamente a este reto, ya que implica grandes inversiones y economías de escala. Es por ello que, en el marco de los procesos de integración en América Latina y el Caribe (ALC), se están intensificando esfuerzos para abordar la problemática en forma conjunta.

Pese a sus problemas, China mantiene su dominio en el sector de commodities

El temor de que el apetito de China por materias primas, desde cobre hasta carbón, esté disminuyendo luego de décadas de un crecimiento vertiginoso ha hundido los precios. No obstante, debido a su escala en estos mercados, el país asiático se mantendrá como un factor clave en el largo plazo, aunque sea a un ritmo más lento.

China. Un socio imperial para Argentina y América Latina

Acaba de publicarse China. Un socio imperial para Argentina y América Latina, del economista, periodista y profesor universitario Julio Sevares. Con un provocativo título (en el texto no hay referencias a un “imperialismo”, pero sí una visión crítica y de algún modo a la defensiva de la expansión china), el trabajo publicado por Edhasa plantea los desafíos que genera la emergencia del país asiático en el Cono Sur. Casi se diría en todo el mundo, ya que hoy hay unos 130 países, sobre dos centenares del total, cuyo principal socio (si se suman comercio, flujos financieros e inversiones) es la República Popular China. Y que se plantean con más o con menos los mismos debates que en Argentina en cuanto al impacto que la re-emergencia china tiene en sus respectivas estructuras económicas.

China, la batalla de fondo es la mayoría de edad del yuan

El sustantivo China significa centro. Si se le agrega el concepto imperio, se tiene una idea adecuada de hacia donde se ha encaminado el gigante asiático en este presente. Pero es un déjá vu. China ya era imperio a comienzos del siglo 19, cuando cumplía su novena centuria como primer centro manufacturero. En el medio de ese extenso recorrido sucedió todo lo que hemos estudiado en historia, incluyendo el descubrimiento de América. Los chinos eran los más ricos entre los ricos ya en el 1700 según el insospechable Adam Smith.

China y sus políticas zigzagueantes

China es gobernada por un partido que se llama a sí mismo comunista, pero su realidad económica es de capitalismo rapaz y amiguista. Y todo el mundo ha estado suponiendo que los gobernantes del país saben más que lo que dicen con su ocasional retórica socialista.

Sin embargo, sus políticas zigzagueantes de los últimos meses son inquietantes. ¿Es posible que después de todos estos años Pekín siga sin entender cómo funciona esa cosa llamada "mercados"?

El juego del yuan

La República Popular China modificó la paridad cambiaria del renminbi o yuan (moneda del pueblo) al devaluarla en poco más del 4 por ciento. Fue la mayor variación del tipo de cambio desde que el gigante asiático estableció en 1994 su sistema de flotación de la moneda. Desde entonces China escaló rápidamente de ser la octava a la segunda potencia económica mundial, a un paso de desplazar del trono a Estados Unidos. El sorpresivo movimiento cambiario derivó en las tradicionales advertencias sobre su impacto negativo en la economía argentina. En realidad, para la mayoría de los economistas que circula por los grandes medios cualquier acontecimiento local o internacional siempre es malo para las perspectivas argentinas.

China real

Puntos más, puntos menos, la Bolsa china subió el 150 por ciento en un año y cayó 30 puntos en un mes, volatilizando 2,5 billones de dólares. El movimiento, impactante como siempre que se habla de números chinos, motivó algunas reflexiones predecibles. Para los pensadores de izquierda se trata de una nueva señal, ahora sí, de la crisis capitalista global ya expresada en Grecia y que sólo llegará a su fin con un cambio de sistema. Para los de la derecha, de un nuevo caso del exceso de incentivos públicos. Antes que buscar el justo medio, acercarse a la realidad implica mirar la economía real, mejor dicho ir de lo real a lo financiero y no al revés.

Santiago de Chile: la plaza financiera del yuan en América Latina

Durante su visita a Brasil, Colombia, Perú y Chile, el primer ministro Li Keqiang, abonó la influencia de China en América Latina a través del cumplimiento de 2 metas fundamentales: la transformación del mapa económico de la región para apuntalar el protagonismo de Asía-Pacífico, y el impulso del yuan en territorio sudamericano a través de Santiago de Chile como plataforma.