A 40 años del golpe cívico-militar
Los 40 años del golpe cívico militar encuentran a Chile gobernado por una parte de los civiles que lo promovieron y en vísperas de elecciones presidenciales y parlamentarias a efectuarse el 17 de noviembre.
Sorprendentemente, hay un clima muy distinto al que se vivió en los aniversarios 30º y 20º. Una suerte de destape nacional de la verdad, acicateado por el creciente interés de la gente en debatir quiénes fueron los civiles que lo promovieron, mientras crece el afán por conocer pormenores de la represión terrible a los más pobres y las políticas económicas a favor del segmento de los más ricos.
A 40 años del golpe: Los incorregibles de ayer y de hoy
A 40 años del Golpe de Estado, Claves Magazine publica el relato de una joven víctima del terrorismo de Estado que sobrevivió a las más horribles torturas en manos de los organismos del Estado de Chile. ¿Que hacia ella en un día de septiembre del año 1973? Ella nos cuenta:
Chile 40 años: la osadía de Allende
Escribir sobre el Chile de cuatro décadas atrás es duro para los que de uno u otra manera estuvimos involucrados en ese tiempo. Hasta las personalidades más destacadas no podían hablar del tema. La última vez que me encontré con Clodomiro Almeyda, ex canciller y vicepresidente de la República, (a quien conocía de mucho tiempo antes de que fuera uno de los más destacados dirigentes del Partido Socialista, canciller y vicepresidente de Allende) compartimos varias horas de vuelo entre Santiago y Bogotá y luego una cena en el Hotel.
Transformaciones sociales y fuentes de poder del empresariado chileno (1975-2010)
El empresariado local goza de un capital económico, influencia política y prestigio social impensados en Chile tres décadas atrás. A comienzos del régimen de Pinochet (1973-1990), los empresarios eran un sector desarticulado, debilitado por el embate del Estado y de los actores sindicales, y traumatizado por las expropiaciones y el alzamiento de la Unidad Popular de Allende (1970 – 1973).
Bachelet tiene quien la vote
El Partido Comunista chileno decidió apoyar la candidatura presidencial de Michelle Bachelet. La medida reflota los tiempos de la Unidad Popular y la histórica relación PC-PS.
De forma oficial, el Partido Comunista de Chile ha decidido apoyar a Michelle Bachelet en la carrera presidencial desde el primer momento, lo cual significa acompañar a la ex presidenta y pre- candidata del bloque PS-PPD-MAS-IC en las primarias del 30 de junio próximo.
Nueva derrota de las mineras
La primera gran derrota sufrida por las mineras extranjeras en Chile, ocurrió en octubre del año 2000, cuando el Tribunal Constitucional, al analizar la inconstitucionalidad del Tratado Minero chileno argentino, dictaminó en el rol N° 312, que los tribunales chilenos no están facultados para otorgar servidumbres a concesiones mineras que se encuentran fuera del territorio nacional, lo que impedía la salida por puertos chilenos a los yacimientos de la Cordillera Argentina, que era el objetivo principal del Tratado Minero. Este fue un duro golpe para las transnacionales mineras, que gracias a este tratado, querían exportar por puertos chilenos los concentrados de los yacimientos de la Cordillera Argentina, entre los cuales se encontraba el yacimiento El Pachón, en la provincia de San Juan, y muy cercano al yacimiento chileno Los Pelambres.
Chile, Marx y los terremotos
Hace algunas semanas se conmemoraron dos años desde el segundo terremoto que he vivido. Mis padres recuerdan cuatro terremotos y mi abuela se murió poco después de su sexto gran episodio telúrico. Mi padre dice que el pánico fue lo que la echó a perder. Yo pienso que la vida de los chilenos es, en promedio, de cinco terremotos y que mi abuela andaba burlando a la geología con su biología.
Después de mi segundo terremoto –el último de mi abuela–, mi biología no cambió mucho más allá de un abultamiento del estrés, sin embargo, el país se movió políticamente aún más que los tres metros que se desplazó la ciudad de Concepción. La cosa fue más o menos así: un terremoto de 8,9º y un maremoto que la autoridad no supo anunciar se llevaron pueblos y vidas enteras. Luego vinieron el desabastecimiento, la falta de servicios básicos y lo que los medios chilenos llamaron “el terremoto social”, que en realidad no fue otra cosa que una crisis generalizada de la propiedad privada en un momento en que los cuerpos sintieron colectivamente la urgencia del hambre, el frío y el miedo.