El aluvión feminista

 

No se la vieron venir. O sí, y por eso los gestos coreografiados: el “vía libre” para debatir el aborto y el súbito interés de Mauricio Macri por la brecha salarial. Cada vez que convoca, el movimiento feminista en la Argentina rompe sus propios récords. Este Paro Internacional feminista, ya instituido como tradición del 8 de marzo, albergó sólo en Buenos Aires una marea de más de 500.000 personas, todas y cada una de ellas en expresa oposición a los gobiernos neoliberales locales y globales y a los modos nada sutiles con los que el patriarcado y el capitalismo se solapan en la vida social y en cada cuerpo individual.

Del otro lado de la huelga del 8M: Visualizando la interrupción social desde el feminismo

 

Muchas de las llamadas “huelgas generales” no han sido tales, hoy podemos entender su parcialidad. De igual modo, muchas de las huelgas que se han dado en el mundo no han entrado en el canon al no ser suficientemente inteligibles respecto del paradigma de la huelga productiva. Pero ahí no acaba todo.

M8: Emakumeok planto! (¡Nosotras paramos!)

 

El 8 de marzo las mujeres nos plantamos, nosotras paramos. Huelga feminista. Es el eslogan elegido por el movimiento feminista de Euskal Herria para unirse a la iniciativa internacional de la huelga feminista. Se retoma el llamamiento del año pasado, donde mujeres de más de 70 países convocaron una huelga internacional de mujeres ante un mundo que sigue generando múltiples formas de violencia y desigualdad contra ellas.