El adiós a la UNASUR

El gobierno argentino denunció el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), por medio de una comunicación dirigida a la República de Ecuador en su calidad de depositaria y de una nota al Presidente pro tempore del organismo regional, el canciller boliviano Diego Pary Rodríguez.

Bye Bye Unasur

La dramática situación en Venezuela –producto de fenómenos fundamentalmente internos y dinámicas complementarias internacionales que la han agudizado al máximo– tuvo un efecto devastador para la diplomacia sudamericana: contribuyó al derrumbe de Unasur a una década de su creación. Un conjunto de factores diversos convergieron en una coyuntura muy particular y ello hizo posible el deterioro y posterior desplome de aquel organismo de concertación sub-regional que tuvo, en sus primeros años, éxitos que merecen reconocerse y subrayarse.

¿Qué le pasó a la UNASUR?

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) entró en funciones en agosto del 2008 a través del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas, firmado por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela y fue ratificado con su firma en marzo del 2011.

Chau TPP, ¿hola Mercosur?

 

El momento llegó: Donald Trump le puso fin a la participación de EEUU en el Acuerdo Transpacífico TPP, que su propio país capitaneaba. Fue a través de un decreto ejecutivo que empalma con su discurso proteccionista durante su asunción, días atrás. Cumple así una de sus principales promesas de campaña en el plano de la política exterior.

“Estados Unidos quiere bases en Ushuaia y en la Triple Frontera”

¿Hay un patrón común que una la política desplegada por Macri y el golpe en Brasil?

–Sí. Hace mucho tiempo que los Estados Unidos buscaban un cambio de régimen en la Argentina y Brasil, dos países que en el 2005 frustraron la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas. Procuraron hacerlo por vía electoral. Alcanzaron su objetivo en la Argentina con la victoria de Mauricio Macri. En Brasil no. Dilma Rousseff venció, aunque por pequeña diferencia de votos, el candidato neoliberal Aécio Neves. Pero la crisis económica, la recesión agravada por los errores políticos de la presidenta Dilma Rousseff, la caída de su popularidad, las denuncias de corrupción en la Petrobrás, etcétera, crearon el clima para que la oposición pudiera promover el proceso de impeachment, que todavía debe ser confirmado por el Senado. Sin embargo, el gobierno del presidente provisorio Michel Temer desde luego pasó a actuar como definitivo y a desarrollar una política para atender a los intereses de Washington y Wall Street.

Venezuela: entre el colapso anunciado y la realidad de la calle

Es imposible negar la crisis actual del país, el desabastecimiento de alimentos y medicinas, la inflación, la inseguridad, como tampoco la crisis dentro del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela. Pero es la cartelización político-mediática internacional configurada la que reproduce contenidos mediáticos homogéneos sobre Venezuela y nos ofrece un mapa selectivo de la realidad venezolana, lejos de la realidad misma.

Las vías abiertas de América Latina

Nunca como ahora el futuro de América Latina está tan abierto. Hemos pasado por un momento, especialmente en los años 1990, en que la historia del continente parecía congelada. Se imponía un modelo de forma avasalladora, que pretendía invertir y cerrar ciclos históricos que apuntaban en otra dirección. Ya no más desarrollo económico, sino equilibrio fiscal. Ya no más distribución de renta, sino concentración en manos de los más competentes. Ya no más derecho, sino concurrencia en el mercado. Nunca más Estado, sino empresas.

¿Y el Banco del Sur?

Hace diez años, apenas empezado un boom económico en América Latina, cuando los movimientos sociales y algunos gobiernos progresistas recién llegados derrotaban al ALCA en Mar del Plata y se alistaban a fundar UNASUR y posteriormente CELAC, el Banco del Sur era una de las propuestas económicas más sonadas.