Sustento, alcance y perspectivas del BRICS
Bajo el lema FORTALECER LA COOPERACIÓN DEL SUR GLOBAL PARA UNA GOBERNANZA MÁS INCLUSIVA Y SOSTENIBLE, el pasado 6 y 7 de julio se celebró en Río de Janeiro la XVII Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno del BRICS.
Por primera vez participaron de este evento los líderes de los países que, como miembros plenos, integran el bloque desde 2009: Brasil, Rusia, India y China, así como Sudáfrica, incorporada en 2010. También estuvieron presentes los que en igual carácter se añadieron, en 2024, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía e Irán y, en 2025, Indonesia.
Además, vale mencionar otros 13, pero en la categoría de países asociados, también admitidos en 2024 y 2025, lista que integran Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Kazajistán, Malasia, Nigeria, Tailandia, Uganda, Uzbekistán y Vietnam, alguno de cuyos presidentes asistieron como en el caso de Luis Arce y Miguel Diaz Canel, de Bolivia y Cuba respectivamente. Otros, más de 20, han expresado su interés de unirse al bloque, tales como Colombia y Venezuela. Sin ser miembros, pero en calidad de invitados, también asistieron, entre otros, Yamandú Orsi de Uruguay, Gabriel Boric de Chile, Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores de México y el embajador de Colombia en Brasil
Factores que lo potencian
Dos son los vectores que potencian al BRICS. Por una parte, su envergadura, pues computando sólo a los miembros plenos, representa más del 40% del PBI mundial, el 42% del territorio global y casi el 50% de su población.
Controlan más del 40% de la producción mundial de petróleo y casi 3/4 partes de las tierras raras. El comercio mutuo ya ha superado los 850.000 millones de euros anuales. Entre 2009 y 2023 han inscrito más de la mitad de todas las patentes registradas a nivel global. Cuentan además con el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), alternativa al Banco Mundial, para financiar proyectos de infraestructura y desarrollo, así como un nuevo mecanismo para brindar apoyo financiero, rivalizando parcialmente con el papel del FMI. El NBD ya lleva aprobados más de U$S 40.000 millones en un largo centenar de proyectos referidos a infraestructura, energía no contaminante y desarrollo sostenible. Es una vía para aprovechar oportunidades de comercio, inversión y financiamiento.
Por otro lado, el BRICS resalta su otro vector, el de su contenido conceptual, su carnadura, el cómo y para qué constituir e integrarse en un bloque.
En el contexto de la crisis del sistema capitalista mundial, con una potencia – EE.UU.- de un indiscutible pasado hegemónico pero ahora en un retroceso indesmentible; en el marco de graves tensiones y focos de conflictividad bélica, con riesgos de expandirse más el peligro de su desemboque en una catástrofe nuclear, sumado a un comercio mundial perturbado por prácticas proteccionistas propias de una guerra comercial, los BRICS, integrado con países que entre sí difieren por su diversidad ideológica, política y sus estructuras sociales, se han aglutinado sin embargo en torno a la meta de un orden mundial alternativo, multipolar, con mayor participación de los países del Sur Global en los asuntos internacionales, por un mundo más inclusivo, equitativo y sostenible que enfile hacia una reorganización del poder económico global. A posicionar al bloque como un actor clave en la reformulación del orden mundial, impulsando a su vez la paz, la integración económica, estrechar la coordinación política y promover reformas en los organismos financieros internacionales. Expresa por eso un desafío a la hegemonía política, económica, financiera e ideológico-cultural de los EE.UU. y la cúpula del capitalismo mundial, razón que impulsa, en particular a los primeros, a operar en contra de los BRICS y de los intereses de los países miembros.
Tampoco podemos omitir los obstáculos que enfrenta el bloque debido precisamente a su heterogeneidad interna y los desafíos geopolíticos, razón que, por ejemplo, llevaron a que Brasil vetara el ingreso de Venezuela, o que no asistieran personalmente a la reunión Cumbre los primeros mandatarios de Rusia y China.
En tanto, una Argentina presidida por Javier Milei y el respaldo del poder del capital concentrado, aliada incondicional y subordinada de los EE.UU, condicionada y cautiva precisamente por esta dependencia, rechazó su incorporación que como miembro pleno habían impulsado con todo vigor Brasil, Rusia y China. Con ello desperdició ventajosas posibilidades y beneficios para potenciar sus relaciones externas, tanto en materia comercial como de inversiones y financiamiento, justo cuando cursamos una crisis estructural profunda, agravada por la política de este mismo gobierno y que, entre otras, deriva en la expansión y profundización de la pobreza de nuestro pueblo,
Objetivos y reformas que se postulan
Los arriba citados son los objetivos que se desprenden de la extensa Declaración final de la cumbre de los BRICS celebrada en Brasil (cuyo enlace suministramos al final del presente artículo) del que también debe valorarse la cita del compromiso de sus miembros por el “respeto y comprensión mutuos, igualdad soberana, solidaridad, democracia, apertura, inclusión, colaboración y consenso ( ….) fortalecer la cooperación política y de seguridad, económica y financiera, cultural e interpersonal, así como mejorar nuestra asociación estratégica en beneficio de nuestros pueblos mediante la promoción de la paz, de un orden internacional más representativo y justo, de un sistema multilateral renovado y reformado, de desarrollo sostenible y de crecimiento inclusivo.”
Algunas de las iniciativas debatidas en el seno de la Cumbre, ilustrativas de las políticas en pos de un proyecto alternativo, son:
La desdolarización, vía ampliación en el uso de monedas nacionales en el comercio entre los países miembros, fue aceptada como mecanismo para intensificar el comercio mutuo y enfrentar los riesgos y padecimientos de la dependencia exclusiva del dólar. Facilitar así la independencia económica y evitar los perjuicios derivados de la volatilidad del dólar. Es una alternativa al sistema financiero tradicional, instrumento de EE.UU. al servicio de su dominio. Se desechó, en cambio, la postura brasileña en favor creación de una moneda común.
Ese uso de las monedas locales ya es una práctica extendida y oficialmente adoptada por los miembros de la comunidad de Estados Independientes (CEI). La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) lo comenzó a aplicar desde fines de 2023 y el BND realiza la mayoría de sus transacciones en monedas nacionales.
En paralelo fueron intensas las críticas al surgimiento del proteccionismo implementado con la política de aranceles y otras políticas no arancelarias, lo que, junto con las propuestas de desdolarización, despertó la ira del Donald Trump, para quien el bloque “intenta atentar contra los intereses de EE.UU.” y los amenazó con que “a cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS se le cobrará un arancel adicional del 10%.”
Para el magnate republicano la erradicación del dólar como moneda de referencia mundial, según valoró, es peor que perder una guerra.
También fue crítica para el bloque el imperante sistema financiero internacional, tanto por las prácticas para nominar autoridades de los organismos multilaterales como por las políticas a las que estos están asociados.
En cuanto a lo primero, exige terminar con el acuerdo tácito que siempre reserva los cargos de dirección de los organismos multilaterales a estadounidenses y europeos. Y, en cuanto a lo segundo, descalifican la imposición de condicionamientos asociados a los créditos que otorgan. Proponen revisar la fórmula de cálculo de cuotas del FMI, sustituyéndola por otra que refleje mejor el peso económico de los países en desarrollo, y exige nuevas vías y criterios de financiamiento compatibles con las realidades y necesidades del Sur Global. Expone como contraste los criterios de funcionamiento del BND, entidad financiera de los BRICS,
Respecto a los regímenes tributarios, resaltan la necesidad de reformular su actual carácter regresivo y postulan la urgencia de un nuevo ordenamiento más equitativo, que acentúe el peso de los gravámenes sobre los multimillonarios, todo lo cual debería instrumentarse vía una conversión en el marco de las Naciones Unidas
Como actor de una política alternativa la Cumbre del BRICS también se abocó al tratamiento de la justicia climática. Amén de la indiscutible necesidad de respetar los acuerdos para revertir el cambio climático, imputan al Norte Global su responsabilidad histórica por los fenómenos climáticos que castigan al planeta. Como consecuencia plantean la necesidad de un marco de justicia climática basado en una compensación financiera a cargo de los países desarrollados y en favor de los países más vulnerables.
Rusia reiteró su propuesta de crear una red científica común en el BRICS, consistente en una base de datos compartidos entre los países miembro en materia de biomedicina, genética y ciencia de materiales, con el objetivo de unir capacidades tecnológicas y acelerar investigaciones en áreas clave. “La cooperación científica entre nuestros países puede convertirse en un motor de soberanía tecnológica. Si compartimos recursos, conocimientos y datos, avanzaremos mucho más rápido en investigaciones estratégicas” reduciendo así la dependencia de infraestructuras científicas controladas por potencias occidentales.
Sensibilizados por la propia experiencia de los pueblos a los que representan, los asistentes a la Cumbre compartieron su preocupación por la tensión y los conflictos bélicos sumados al riesgo de una catástrofe nuclear. Estuvieron presentes las vivencias de las secuelas de toda guerra, así como de la migración y desarraigo forzados, la desarticulación de las familias, el empobrecimiento, los padecimientos de los migrantes derivados de la xenofobia y el racismo, tan actuales en Europa. Por todo ello invocan la necesidad de instalar la paz como objetivo de la humanidad y uno de los compromisos irrenunciable de los BRICS.
Consecuente con ello se abordó el escenario bélico del Cercano Oriente, concluyendo en la condena a los los ataques militares en contra de la República Islámica de Irán, la violencia en perjuicio de los legítimos derechos del pueblo palestino, en particular el genocidio israelí en la Franja de Gaza, todos violatorios de los derechos humanos, del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. Concluyen exigiendo el alto de fuego inmediato, permanente e incondicional, la retirada total de las fuerzas israelíes, debiendo las partes resolver las controversias y conflictos a través de negociaciones diplomáticas.
Por otra parte, vale citar una remarcable particularidad. La Cumbre de los líderes del BRICS fue precedida por la del Consejo de los Pueblos, otra Cumbre, trascendente porque expresó la participación popular dentro del bloque mayor, un canal permanente de diálogo entre los gobiernos y la sociedad. Participaron organizaciones sociales que involucraron a todos los países que conforman el bloque. En este caso el centro de los debates fueron la necesidad de cambios del sistema tributario, la soberanía alimentaria y la condena al genocidio israelí contra el pueblo palestino. Concluyeron en un documento final que Joao Pedro Stedile, líder del brasileño Movimiento Sin Tierra (MST), entregó en la Cumbre de los mandatarios del BRICS y que ésta acogió, trabajo que abarcó las vicisitudes del medio ambiente y el cambio climático, finanzas, educación, cultura, soberanía digital, salud e institucionalización democrática.
Conclusiones
Para varios analistas el papel del bloque ha dejado de ser periférico, pasando a ser un motor de transformación y reforma del sistema de gobernanza mundial. En tal caso esta Cumbre representó un punto de inflexión en la lucha contra la dependencia.
Si este proceso de transformación se extendiera y consolidara y en paralelo la lucha de los pueblos impusiera al interior de los países los ineludibles cambios estructurales, muy probablemente debiera darse por tierra esa máxima gramsciana que nos ubica en un mundo decadente pero que todavía no murió, frente a otro, el nuevo, que todavía no terminó de nacer. Seguro que será otro mundo.
Fuente: Tesis 11 - Julio 2025