“El sistema capitalista que tenemos ha causado el cambio climático”

¿Podemos detener el calentamiento global? Sólo si cambiamos de modo radical nuestro sistema capitalista, sostiene la ensayista Naomi Klein. En una entrevista con el semanario alemán DER SPIEGEL, realizada por Klaus Brinkbäumer, explica por qué ha llegado el momento de abandonar los pequeños pasos en favor de un enfoque radicalmente nuevo, tal como detalla en su libro de reciente aparición en castellano, Esto lo cambia todo, el capitalismo contra el clima.

La piedra angular

Todo movimiento de transformación social contiene como referencia un hito fundacional. Para el cooperativismo, sucedió en la ciudad de Rochdale –en el condado de Lancashire, Inglaterra– en 1844. Allí nació un movimiento que alimentó la creación de entidades sociales y económicas más justas y democráticas en todo el mundo.

El 24 de octubre de 1844, al calor de los cambios surgidos de la Revolución Industrial, un grupo de 28 tejedores desocupados constituyeron la Rochdale Society of Equitable Pioneers (Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale).

América Lachina

China avanza, discretamente, en América Latina. Ya no solamente como succionadora de recursos naturales, sino como líder en inversiones y créditos. La región, además, se transforma en un mercado creciente para las baratas manufacturas chinas. Ilusiones y riesgos de una nueva dependencia.

La crisis estructural: los imponderables de mediano plazo

He expresado previamente por qué pienso que el sistema-mundo capitalista está en una crisis estructural y por qué esto conduce a una lucha política a escala mundial por ver cuál de dos alternativas prevalecerá: una que tenga por resultado un sistema no capitalista, que retenga todos los peores rasgos del capitalismo (las jerarquías, la explotación y la polarización), u otra que siente las bases para un sistema basado en una relativa democratización y un relativo igualitarismo, un tipo de sistema que aún no ha existido.

Una humanidad obscena

Desde Bonn, Alemania

Sí, el año que se fue se caracterizó por la palabra crisis económica. La palabra más pronunciada al brindar por un nuevo año fue: “Para que se acabe la crisis”. Otra vez faltan recetas. Una característica típica del llamado ordenamiento económico que domina el mundo: el capitalismo. Los diarios están cargados de nuevos proyectos –por supuesto, sin salirse ni una coma del sistema–, de nuevas proposiciones. Más impuestos, menos impuestos; eliminación de beneficios societarios, rebajas de sueldos, menos gastos en cultura, etc., etc., los conocidos de siempre. El investigador alemán Matthias Horx ha respondido a la pregunta sobre qué espera del futuro de la humanidad: “¿Futuro? No, es una palabra que ya no quiero oírla.

Crisis mundial

Desde comienzos de la década del los 70, se desarrolla en el sistema capitalista una crisis estructural que afecta severamente el régimen de acumulación de capital iniciado en la posguerra. En 1971 se dio por terminada la relación existente entre el oro y el dólar, se resquebrajaron los acuerdos de Bretton Woods y dio comienzo la inestabilidad cambiaria y financiera que han caracterizado estas cuatro décadas.