La tragedia de Myanmar / Fred Weston*

Fred Weston*
El régimen militar intenta contener a las masas con la fuerza bruta. En 1988, según todas las noticias disponibles, unas 3.000 personas fueron asesinadas en las protestas de masas. Lo que está aún por ver es si la actual correlación de fuerzas permite que esta situación se repita a la misma escala que antes, ahora con la Unión Soviética desaparecida y China orientada al capitalismo, pero con el agravante del empeoramiento de las condiciones económicas y sociales de la población. [size=xx-small][b]Artículos relacionados:[/b] . Claves para entender el conflicto abierto en Myanmar . Budismo y protesta en Birmania. Entrevista a Gustaaf Houtman . El oleoducto de Chevron mantiene vivo al régimen de Birmania [/size]

Debemos hacer una distinción entre las genuinas aspiraciones de la población y los objetivos y pretensiones de la "oposición" apoyada por Occidente

El régimen intenta contener a las masas con la fuerza bruta. En 1988, según todas las noticias disponibles, unas 3.000 personas fueron asesinadas en las protestas de masas. Por lo tanto, no puede haber ninguna duda de la brutalidad de este régimen ni de la intensidad que pueda alcanzar en sus intentos de contener la marea de protesta.

Lo que está aún por ver es si la actual correlación de fuerzas permite que esta situación se repita a la misma escala que antes. Desde 1988 han cambiado muchas cosas, en el pasado, el régimen se había basado en el modelo del estalinismo chino, pero la Unión Soviética desapareció y China ha tomado el camino del capitalismo, pero algo más importante ha cambiado dentro de la propia Birmania, y es precisamente el empeoramiento de las condiciones económicas y sociales.

[i]La hipocresía del imperialismo[/i]

Después de las protestas de masas y de la amenaza de represión brutal por parte del régimen, George W. Bush y Gordon Brown, como era de esperar, han hecho sonar los tambores de la "democracia" y los "derechos humanos". A principios de esta semana el presidente Bush anunció nuevas sanciones norteamericanas a Myanmar, atacó al régimen militar por imponer un "reinado de terror que dura 19 años", negando cualquier libertad básica, discurso, reunión y culto.

En su reciente discurso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, dijo que los "estadounidenses están escandalizados por la situación en Birmania". La Unión Europea también ha añadido su voz a la protesta, el primer ministro británico Gordon Brown declaró: "Todo el mundo ahora observa a Birmania y su régimen, ilegítimo y represivo, debería saber que todo el mundo lo tendrá en cuenta. La época de la impunidad en el cumplimiento e ignorancia de los derechos humanos ha terminado". Los medios de comunicación occidentales publican un artículo tras otro sobre la ausencia de democracia en Birmania.

Gordon Brown, también ha defendido en el Consejo de Seguridad de la ONU una reunión para discutir la crisis, sin duda con la propuesta de que la UNU de pasos para resolver la crisis. Ha pedido que la ONU mande a un enviado a Myanmar.

Este llamamiento a la ONU es un intento de confundir las cosas y presentar a la "opinión pública" mundial la idea de que la ONU es un árbitro independiente que puede resolver este tipo de conflictos. Hemos repetido en muchas ocasiones que la ONU no puede jugar un papel independiente. No puede garantizar la paz ni solucionar conflictos importantes. La ONU sólo puede expresar los intereses de las grandes potencias, si éstas llegan a un acuerdo sobre una cuestión, entonces la ONU puede ser utilizado como una cobertura para demostrar "imparcialidad". Donde las potencias imperialistas no llegan a un acuerdo entonces la ONU es inútil, lo vimos con claridad en el caso de la guerra de Iraq y como la potencia más fuerte es la que decide. En el caso de Myanmar, si la ONU consigue hacer algo, simplemente será poner un sello sobre las decisiones adoptadas por las grandes potencial.

[b]Un régimen brutal[/b]

Nadie puede tener alguna duda sobre la naturaleza brutal del régimen de Myanmar. Se trata de uno de los más brutales y corruptos del mundo, las masas tienen muchas razones para protestar. Sus condiciones de vida se han hundido a partir de un nivel ya muy bajo. Pero Bush y Brown no tienen capacidad para sentirse avergonzados o apenados, ni hacer declaraciones que expresen su indignación. Al mismo tiempo que desencadenan unas condiciones espantosas sobre la población de Iraq y Afganistán, mientras continúan apoyando a un golpe militar tras otro, de repente descubren un amor por la democracia en Myanmar.

Aung San Suu Kyi es la hija de uno de los "héroes de la independencia" de Birmania y se ha convertido en "el símbolo vivo de las aspiraciones birmanas de una vida mejor", como la describe The Financial Times. Sin embargo, algunos "hechos" históricos nos pueden ayudar a arrojar luz sobre los antecedentes de esta mujer. Su padre realmente colaboró con los japoneses contra los británicos durante la Segunda Guerra Mundial, y contó con la ayuda de Ne Win, el hombre que encabezó el golpe de estado de 1962. Cuando los japoneses se retiraron, estos dos "héroes" cambiaron de bando y se unieron a los británicos. Ese es el "antiimperialismo" de estos dos caballeros. Muchos años después, vemos a la hija de Aung San, Suu Kyi, utilizada como un instrumento de la política imperialista, en esta ocasión el imperialismo norteamericano.

El cinismo del imperialismo y sus estrategas a sueldo, se puede ver en el siguiente análisis publicado hace poco por The Financial Times:

"Kyaw Yin Hlaing, un profesor de política de la Universidad de Hong Kong, dice que algunas concesiones, incluidas medidas para aliviar las condiciones de vida cotidianas, podrían reducir el impulso de las manifestaciones. ‘La gente pide cambios', señala él. ‘La manera más fácil de tranquilizar la situación es hacer algo que les haga sentir que se han producido algunos cambios y que en el futuro habrá más'.

"Medidas económicas limitadas sin la promesa de un cambio político fundamental puede que no basten para acabar con las protestas, dado el calado de la furia popular. Y ‘obtener un acuerdo pacífico negociado que permita un avance política, requiere un líder fuerte por ambas partes, que esté dispuesto al compromiso y que pueda controlar sus componentes', estas son las palabras de un diplomático en Bangkok y durante mucho tiempo observador en Birmania". (The Financial Times. 25/9/07).

Así que todo lo necesario es "ver" qué se puede hacer y quién controla a sus "componentes". Nada de un cambio real, ni de una mejora genuina de los problemas de las masas. Estas palabras no deben sorprendernos. La elite militar quiere mantener el poder por temor a perder sus privilegios. Quieren el capitalismo para sí mismos y así seguir como la elite de la sociedad. La oposición quiere un capitalismo en la línea de los intereses del imperialismo. Sobre esta base, ambas partes van en contra de los verdaderos intereses de las masas explotadas. (...)

[i]*J. Fred Weston ha publicado más de 30 libros. Licenciado en Economía y ciencia Política con un master en Economia de los Negocios. jweston@anderson.ucla.edu[/i]

Fuente: [color=336600]La Haine – 01.10.2007[/color]

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