Italia: ¿La austeridad como partera de los nuevos fascismos?

Para comprender la conexión entre el asalto neofascista de Forza Nuova a la CGIL, las consecuencias de los resultados de las elecciones alemanas, la abolición de la cuota 100, el retorno contextual a la reforma de Fornero y la hegemonía del ordoliberalismo de Friedrich Von Hayek, es necesario releer el “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” de Karl Marx a partir de su incipit: “Hegel anota en un pasaje de sus obras que todos los grandes hechos y grandes personajes de la historia universal se presentan, por así decirlo, dos veces.

Bloqueo internacional a presidente de Bolivia

Como un reguero de pólvora, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma, volvió a ser noticia de primera plana a nivel internacional: hace siete años el “primer presidente indígena” del continente realizaba una gira por varios países del mundo y en las últimas horas fue “secuestrado” o retenido porque cuatro países europeos impidieron que el avión presidencial, en pleno vuelo, utilice su espacio aéreo.

Italia: Miradas sobre Grillo y sus grillitos. Dossier

Beppe Grillo ha declarado a la prensa alemana que quiere que se decida la permanencia o salida de Italia del euro mediante un referéndum en la Red. Sería una elección histórica con consecuencias colosales y acaso catastróficas para la vida del país y la economía europea, mundial. Pero, explica Grillo, son estas las reglas de la nueva democracia en la era de Internet, donde no hay líderes, uno vale uno y en todas las decisiones, hasta las más graves, es necesario consultar directamente a la base a través del voto “on-line”. Estupendo. Entonces, ¿por qué no preguntar a la base de los electores del M5E, con un referéndum, si quieren o no aliarse por pocos meses con el PD con el propósito de aprobar en el Parlamento algunas reformas urgentes, contenidas por lo demás en su programa?

Razones para un debate monetario

Desde el inicio de la llamada “crisis soberana” en el 2010, el debate sobre la conveniencia o no de que los países de la “periferia” de la eurozona (España, Grecia, Portugal, Italia e Irlanda) abandonen la moneda única europea se ha convertido en una controversia política de creciente actualidad entre diversos sectores de la izquierda política y académica.

La UE avanza solo para no ahogarse

Angela Merkel interrumpiendo las conversaciones para ver en su iPad cómo perdía la selección de fútbol alemana ante Italia. Puñetazos en las mesas. José Manuel Durão Barroso y Herman van Rompuy discutiendo si comparecían o no a medianoche para atender a la prensa... La interminable noche del jueves se saldó con un puñado de acuerdos que —al menos por ahora— aplacan el incendio de la zona euro y con una clara perdedora: la canciller alemana, que se vio obligada a transigir con medidas a las que antes se había opuesto rotundamente.

“Para garantizar que se controlan las ayudas está el Estado español, el único que puede decir a los bancos esto o lo otro”, había dicho Merkel tan solo una semana antes de la cumbre. En contra de estas palabras, al final será el BCE el que canalice las inyecciones de dinero y no el Gobierno, pero para ello habrá que esperar a que el organismo que encabeza Mario Draghi se haga cargo, previsiblemente a finales de este año, de la supervisión del sistema financiero europeo.

Al capitalismo no le sienta bien la democracia

El filósofo alemán Jürgen Habermas ha escrito en su último libro y repite en varias declaraciones públicas que en Europa se está desmantelando la democracia (Ver Georg Diez, A Philosopher's Mission to Save the EU). Un juicio muy fuerte del que se hacía eco compartiéndolo alguien nada sospechoso de radicalismo y que conoce bien el continente como el ex canciller alemán Helmut Schmidt (L'Allemagne dans et avec l'Europe, L'Economie politique n° 053 - janvier 2012).

No creo que se trate de palabras vacías sino de un proceso real, ya innegable aunque desearía que no llegue a ser imparable a corto y medio plazo.

Bastó con que el ex presidente Papandreu amagara con la convocatoria de un referéndum para que se le hiciese dimitir, o que Berlusconi sacara la cabeza frente a Bruselas para que igualmente saliera por la puerta chica de donde le habían puesto, para mayor o menor fortuna, los electores italianos.

La gran perversión

Para resolver la crisis económico-financiera de Grecia y de Italia se han formado, por exigencia del Banco Central europeo, gobiernos solo de técnicos sin participación de ningún político. Se partía de la ilusión de que se trata de un problema económico que debe resolverse económicamente. Quien solo entiende de economía, acaba no entendiendo ni siquiera la economía. La crisis no es de economía mal manejada, sino de ética y de humanidad. Ambas muy relacionadas con la política. Por eso la primera lección de un marxismo básico es entender que la economía no es parte de la matemática y de la estadística sino un capítulo de la política. Gran parte de la obra de Marx está dedicada a desmontar la economía política del capital. Cuando en Inglaterra ocurrió una crisis semejante a la actual y se creó un gobierno de técnicos, Marx hizo duras críticas mofándose con ironía, pues preveía un fracaso total, como efectivamente ocurrió. No se puede usar el veneno que creó la crisis como remedio para curarla.

Para dirigir los respectivos gobiernos de Grecia y de Italia han llamado a gente que pertenece a los altos niveles bancarios. Los bancos y las bolsas han sido los que han provocado la presente crisis que casi hundió todo el sistema económico. Estos señores son como talibanes fundamentalistas: creen de buena fe en los dogmas del mercado libre y en el juego de las bolsas. ¿En que lugar del universo se proclama el ideal de greed is good, la codicia es buena? ¿Cómo hacer de un vicio (y, digámoslo también, de un pecado) una virtud? Están sentados en Wall Street de Nueva York y en la City de Londres.