América Latina bajo la globalización: Repensando la vigencia de la teoría latinoamericana del desarrollo

Este artículo analiza la vigencia de dos postulados centrales de la teoría latinoamericana del desarrollo: la industrialización como camino al desarrollo y la integración regional como paliativo de la dependencia. En las últimas décadas, la revisión teórica de estos conceptos por parte de la cepal y los cambios económicos en América Latina parecen haber restado pertinencia a ambos postulados.

Declaración de la XVII Cumbre Social del Mercosur

Los representantes de las organizaciones sociales y movimientos populares del MERCOSUR, reunidos en la ciudad de Paraná, Provincia de Entre Ríos, los días 11 y 12 de diciembre de 2014, en la XVII Cumbre Social del MERCOSUR bajo el lema “Más participación social para profundizar la integración”, a fin de continuar profundizando la construcción de nuestra integración, elevamos la siguiente Declaración:

La integración y la arquitectura financiera en el tiempo

La integración y la autonomía de la dinámica económica han sido dos temas recurrentes en la historia republicana de América Latina. El presente texto tiene por objeto desenterrar la historia de la integración para que no se siga repitiendo la falsedad de que fue concebida por la CEPAL, en los años de 1950. Como se verá, ni fue concebida por la CEPAL ni tiene como base teórica única el trabajo de Jacob Viner de 1950.

"Si tratados de libre comercio no contemplan políticas que propicien incorporación de valor agregado a recursos estratégicos nacionales, están atentando contra seguridad regional"

Tras décadas de dictaduras cívico-militares en América Latina que abrieron el camino durante el final del siglo XX en el continente al malhadado modelo neoliberal para profundizar el expolio de los recursos naturales combinando represión a través de la doctrina de Seguridad Nacional y ajustes draconianos en lo económico que ahogaron a los pueblos en la desesperación y la desesperanza, hablar hoy en día en la región suramericana de un nuevo concepto de defensa, es un progreso sustancial que nadie habría podido imaginar hace apenas un par de lustros.

América del Sur ya votó

El año que corre adquirió suma importancia en la región. Si bien la agenda de los comicios presidenciales no coincide en los diferentes países, 2014 marca la impronta de una seguidilla que permite realizar un esbozo de análisis de situación. Porque si en poco más de una década se fue produciendo un arribo casi masivo de fuerzas progresistas a los gobiernos regionales, hoy pareciera que se estuviese dando una especie de amesetamiento, y que el entusiasmo original por la integración hubiera entrado en cierto grado de inercia. Bien vale en tal sentido, una reflexión al respecto.

Este año se realizaron elecciones generales en Bolivia, Brasil, Colombia, Uruguay, El Salvador, Costa Rica y Panamá. También hubo elecciones locales o de medio término en Ecuador y Perú. Y aunque las presidenciales en Chile fueron el año pasado, la presidenta Michelle Bachelet asumió el 11 de marzo de este año. En este marco cobran mayor relevancia las presidenciales que el próximo año tendrán lugar en la Argentina.

El Mercosur oscila entre la integración y el libre comercio

La primera cumbre del Mercado Común con cinco miembros reafirmó su unidad política, pero subyace la contradicción entre las diferentes estrategias de desarrollo en su seno a partir de estructuras económicas disímiles.

La 46ª Reunión Cumbre de los países del Mercosur que sesionó en Caracas el pasado martes 29 se caracterizó a la vez por una fuerte demostración de unidad política y por no haber adoptado casi ningún acuerdo económico relevante. Las diferencias estructurales y coyunturales en el interior del bloque requieren una fuerte autoridad política, hoy ausente, que las compense y armonice. Encarar esta tarea es la responsabilidad que Argentina tiene en su presidencia pro témpore que dura hasta diciembre próximo.

Políticas productivas y competitividad industrial. El caso de Argentina y Brasil

La crisis europea nos está dejando un conjunto de lecciones que se vinculan, más allá del alto endeudamiento que muestran algunos países, con los problemas derivados de la falta de convergencia en materia de competitividad, lo que fue generando una profunda brecha entre las economías más fuertes y las más débiles. En todos los procesos de integración regional pueden existir mayores o menores diferencias iniciales entre los países que se integran. El desafío es, hasta qué punto la marcha de esos procesos contribuye a acercar los niveles de competitividad de esos países.

Tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas

La República Argentina, la República de Bolivia, la República Federativa del Brasil, la República de Colombia, la República de Chile, la República del Ecuador, la República Cooperativa de Guyana, la República del Paraguay, la República del Perú, la República de Suriname, la República Oriental del Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela, APOYADAS en la historia compartida y solidaria de nuestras naciones, multiétnicas, plurilingües y multiculturales, que han luchado por la emancipación y la unidad suramericana, honrando el pensamiento de quienes forjaron nuestra independencia y libertad a favor de esa unión y la construcción de un futuro común;

Recursos naturales como eje dinámico de la estrategia de UNASUR

Con la firma del Tratado Constitutivo de la UNASUR, los doce países que la integran dieron un paso de dimensiones históricas. Se trata, nada más y nada menos, que de hacer efectiva la decisión de reunir las partes, hoy separadas, de una gran nación. Porque eso somos: por tener un territorio y un origen histórico comunes, por tener una cultura y creencias que nos son también comunes, por compartir igualmente una lengua que nos permite una comunicación fluida y, no menos importante, porque enfrentamos problemas comunes, principalmente el de la pobreza.