Informe de coyuntura Nº 26

Alejandro Rofman

1. ES OFICIAL EL ROBO A LA “CASTA” DE LOS JUBILADOS

El Presidente de la República firmó el viernes 22 de marzo el Decreto de Necesidad y Urgencia que determina el nuevo sistema de actualización de los haberes para los jubilados y pensionados que dependen de ANSES y que suman algo más de 7 millones de habitantes de avanzada edad.

Esta norma jurídica fue emitida por el lic. Milei pese a asegurar pocos días antes de que debería ser debatida, como corresponde, por el Congreso de la Nación. De este modo, evitó que se sancionase por el Poder Legislativo lo que seguramente iba a ser una ley que reconociese el despojo actual a los trabajadores pasivos. De este modo, el DNU se ajustó al compromiso del gobierno nacional de reducir sustancialmente el gasto público en aras de alcanzar un Déficit Fiscal igual a cero. Al consagrar con un DNU el nuevo sistema de remuneraciones a los miembros de la clase pasiva, el Gobierno Nacional se anticipó a que el Congreso -como muy probablemente iba a ocurrir- votase una norma que le permita a los jubilados y pensionados recuperar el valor real de sus haberes tras el sustancial corte del tramo diciembre 2023-marzo 2024, y que supuso una fuerte merma del valor real de las remuneraciones cotejadas con las percibidas en el año anterior.

En la búsqueda del soñado déficit cero del fisco nacional el DNU presenta un complejo articulado que podría resumirse, de acuerdo a lo que consignan todos los especialistas en la materia, en los siguientes aspectos relevantes:

a. El promedio del ingreso de cada miembro de la clase pasiva que depende del ANSES en el mes de abril del año 2024 supondrá que cada integrante de la clase pasiva habrá percibido un 32,5% menos que lo que recibió en el primer trimestre del año 2023

b. En el mes de junio se congela el valor de la actualización de los haberes mes a mes y de allí en adelante el monto correspondiente se modificará en una proporción igual a la variación del Índice de Precios al Consumidor, sin contemplarse un proceso de reparación del daño económico producido a la “casta” de los jubilados

c. Si los números de la inflación resultan valores en franco descenso entre marzo y junio como lo prevee el Gobierno, esa tendencia optimista de la variación de los precios de los bienes y servicios al consumidor, posibilitará a los beneficiarios de ANSES llegar, como máximo, a que estén sometidos a una pérdida en torno al 25% de sus ingresos

d. Esa pérdida nunca se podrá recuperar si prosigue activa la norma del DNU firmada por el lic. Milei el día 22 de este mes. Es una deuda que se acumulará con el tiempo y supone un singular perjuicio a quienes no pueden, en una muy alta proporción, intentar ubicar otra fuente de ingresos laborales que les compensen el recorte

Ahora sabemos muy bien por qué tiene confirmación oficial de parte del actual gobierno, que la famosa “casta” éramos los jubilados y pensionados porque el ahorro de las cuentas del gobierno asciende a alrededor del 45% del monto total de la disminución de las erogaciones del fisco nacional.

En otras palabras, más de 7 millones de habitantes, en la mejor de las opciones a futuro que calcula el actual gobierno como resultado de una abrupta caída de la inflación, desde el Estado nacional, nos habrán robado una cuarta parte de los haberes, inamovible en el futuro mientras ellos gobiernen.

Esta triste y confirmada verdad, muy dolorosa para los y las mayores de edad de nuestra sociedad -alrededor del 15% del total de la población del país- habrán pagado en alta proporción el costo de reducir los gastos totales oficiales con la excusa de llevar el déficit fiscal a cero. Esa meta está propuesta con el falso argumento de que alcanzarla permite derrotar a la inflación. Si esto fuera cierto Estados Unidos de América debería estar envuelto en una ola de saqueos causada por una incontenible hiperinflación. Tiene un déficit fiscal más elevado que el de Argentina (el doble) que en el año 2022 llegó al 11,8% del PBI. Y la actual inflación en USA es muy moderada: solamente varía en torno al 3% anual.

La falsa excusa en Argentina de que el déficit fiscal igual a cero producirá una eliminación de la inflación es muy simple de refutar. Lo que se pretende por lo arriba visto (y que se repite en todos los países europeos y en muchos de América latina) es equilibrar las cuentas fiscales bajando abruptamente las erogaciones, con el consiguiente proceso de aguda recesión que ya estamos soportando y achicamiento brutal del Estado. En realidad, ese equilibrio al que se aspira es postulado por el Gobierno Nacional para asegurarle al FMI y los acreedores de la Deuda Pública Externa que hay recursos para amortizar los respectivos endeudamientos. Es una medida para tranquilizar a los dueños de nuestras deudas y poder pedir más dinero prestado y/o seguir haciendo buenos negocios con Fondo de Inversiones de fuera del país. Nuestra aguda inflación tiene otras causas, como la de la permanente devaluación de nuestra moneda que alimenta el incremento de los precios de los productos que exportamos y el accionar abusivo de los monopolios.

Los jubilados y los pensionados, para el Gobierno Nacional son los reales integrantes de la “casta”. De ese modo quedan fuera de toda discusión el aporte que deberían hacer los grandes perceptores de ingresos que operan en nuestro país para aumentar los recursos del Gobierno y nunca reducir las erogaciones destinadas a los menos afortunados de nuestra sociedad. Claro está que los Rocca, los Eurnekian, los grandes productores de la soja y el maíz y petróleo, los exportadores de carne, los especuladores financieros, etc. son estrechos amigos y soportes del actual gobierno y no van a ser convocados a aportar un porcentaje de sus fortunas para elevar los haberes de los jubilados.

2. DE VERDADES Y MENTIRAS

Me voy a dedicar exclusivamente a hablar de mentiras, o sea, voy a intentar clarificar  a mis lectores del conjunto de las mentiras que sobrevuelan la acción gubernamental desde el 10 de diciembre, ocultando muchas veces la realidad, otras veces deformándola, y en no pocas ,últimamente, montando escenarios inexistentes. Es realmente un fenómeno que abarca muchos campos de discusión y vamos a empezar por el que creemos tiene mayor peso en este momento, las afirmaciones presidenciales de que la Argentina se hundió hace 100 años y que desde entonces navega en un proceso muy poco feliz, no dándole a sus habitantes los beneficios que estos se merecen, o sea, son 100 años perdidos. 100 años que habría que olvidar. Y por eso el Presidente viene a reparar ese hueco centenario, e instalar lo bueno que había en el país a fines del siglo XIX y principios del XX. Yo quiero marcar en primer lugar que en esos 100 años la Argentina obtuvo 5 Premios Nobel, 3 en ciencias, ciencias duras, ciencias exactas, ciencias que requieren maduración lenta de sus investigaciones, Y dos por ser promotores de la paz y los derechos humanos. En América Latina, Brasil no tiene ninguno. Y el que nos sigue a nosotros es Chile, que tiene dos premios de literatura. Respecto a nivel internacional se acaba de ratificar por dos informaciones muy importantes, en términos científicos y en términos de capacidad de defensa de los derechos humanos. En el caso nuestro está ratificada la primacía de la ciencia, apoyada por el Estado en forma creciente pero aún insuficiente, y que ahora corre un gran peligro porque los que están al frente del Gobierno quieren destruir el aparato científico, fundamentalmente a partir de la eliminación o la subalternización del rol del Conicet. El caso más interesante es que acaba nuevamente de ratificarse al Conicet como una institución científica de primer nivel mundial por una organización muy reconocida dedicada a esos estudios, y tiene además el respaldo de un conjunto muy numeroso, casi 100 Premios Nobel de los últimos 10 años en ciencia y tecnología, que han enviado una carta muy dura al Gobierno de respaldo al CONICET principal órgano de respaldo al avance la ciencia de nuestro país

La segunda falsedad  es la supuesta causa de la inflación que soportamos en mayor o menor medida hace aproximadamente 80 años. Se le asigna la responsabilidad al déficit fiscal. Está muy lejos de la verdad. El déficit fiscal es muy alto en muchos otros países más que la Argentina, como arriba puntualizamos. Tomo dos casos, Estados Unidos, con el 12% del PBI en el año 2022, y Gran Bretaña, el mismo año, con el 6%. Argentina tiene el 5% en la última medición la del año 2023, es la mitad. La inflación en Argentina tiene múltiples motivos, el más importante es la devaluación del peso. En la incapacidad Argentina de generar todas las divisas que le hace falta para crecer se crea un estrés cambiario que se manifiesta en una tasa de devaluación muchas veces explosiva. El Banco Central interviene en el mercado cambiario, ha puesto una tasa de devaluación del 118 % el 13 de diciembre del 2023 muy elevada sin justificación alguna. Luego de la estampida de precios que se produjo por esa enorme devaluación se bajó abruptamente la tasa de devaluación a valores muy reducidos 2% mensual, para aplacar los precios. Esto va a provocar tarde o temprano un nuevo ajuste devaluatorio. Además, se estimuló desde el gobierno una profunda recesión que también sirve para aplacar los precios por falta de demanda y caída estrepitosa de las ventas en el mercado interno. La recesión será muy profunda con cierres de empresas y aumento del desempleo. Se estima que la caída del Producto Bruto de este año con referencia al 2023 será del 5%. Un verdadero desastre. En síntesis, los precios comenzarán a caer porque la crisis económica será social y no habrá capacidad de compra. Si hay un atisbo de recuperación económica, y no hay un nuevo ajuste cambiario que deprecie nuestro peso y eleve los precios internos se va a debilitar el aumento de precios a costa de una recesión con alto daño social. Un resultado lamentable con menos empleo, caída del salario real y derrumbe de empresas pequeñas y medianas.

Si acudimos ahora a otras falsedades veamos el perfil del salario real. Si se toman los datos oficiales admitidos por todos como legítimos, el salario real promedio tuvo una fuerte caída cuando la crisis del 2001 al 2002, luego empezó a crecer con la gestión de Néstor Kirchner y de Cristina Kirchner y llegó a tener un valor en torno al 70% adicional con relación al principio de siglo, en el 2012. Luego hubo un leve estancamiento, con un crecimiento muy reducido hasta que vino otra vez el neoliberalismo y el salario real cayó un 20% en los 4 años del Gobierno de Macri. En el Gobierno de Alberto Fernández ese índice empezó creciendo los primeros meses, luego vinieron la pandemia, la guerra ruso-ucraniana en el 2022 y la muy grave sequía en el 2023 y como resultado final, se estima una reducción del salario real en un 6%, que no hubiera sido seguramente así de no haber ocurrido esto tres factores altamente perturbadores generados fuera de la política económica oficial. Comienza el Gobierno de Milei y la caída en dos meses es un desplome. Al final del mes de enero de este año la caída se acerca al 20%. Un verdadero desastre. ¿Por qué? Porque la estrategia del actual Gobierno es la destrucción, no la construcción. Destruye instituciones, destruye empleo, destruye vínculos comerciales de gran importancia a nivel internacional, destruye salarios públicos y jubilaciones. So pretexto de cancelar el déficit fiscal se bajan los gastos del Estado en más del 30%. Ello se consigue principalmente, reduciendo en un cerca del 40% la caída del poder adquisitivo de los jubilados. Entre diciembre, enero y febrero, todos los jubilados han perdido un tercio de su poder adquisitivo. Eso no ha pasado nunca en la Argentina, es un verdadero retroceso desde el punto de vista social porque el jubilado, como en mi caso, no puede volver a trabajar para ganarse la diferencia. Es un signo evidente de la perversión de la política económica y social. Es el robo sin mano armada más fuerte que ha sufrido un sector social en épocas de normalidad en el funcionamiento de la economía. No hay factores externos, excepto el acuerdo ilícito con el Fondo Monetario, que la afecten y estamos en este momento con una caída del salario real que es consecuente con el proceso recesivo que envuelve a todo el proyecto económico actual. ¿Por qué esa visión de destrucción que tiene el ejercicio del poder político en estos momentos?  Es realmente un despropósito. Se propone déficit fiscal igual a cero cortando gastos esenciales para la vida de los ancianos y las obras publicas que proveen empleo. Y no se busca aumentar los ingresos, No es que “no hay plata”. La están recibiendo en forma abundante los grandes exportadores con el peso depreciado. -

Es un tema clave de una estrategia de justicia social. En toda gestión estatal sin  equidad social se castiga al que más tiene y se engrandece el enriquecimiento de los pocos afortunados. Un avance de la justicia social es prioritario para la política estatal como lo establece la doctrina social de la Iglesia, a partir de sus primeras encíclicas referidas a la crítica al capitalismo a principios del siglo XX. Hoy recibe un apoyo encendido del Papa Francisco. Es falso que se carece de plata en el Estado. Con impuestos a los favorecidos por la devaluación se pudo evitar el asalto a los jubilados

Habría que gravar impositivamente a las grandes fortunas como lo han dispuesto todos los países de la Unión Europea y lo ha ratificado la `propuesta del presidente Biden en USA. Se pudo seguir la legislación que, en la misma dirección, se impuso días atrás en el Brasil de Lula.

Noticias relacionadas

Consejo Interuniversitario Nacional. Las rectoras y los rectores de las universidades públicas argentinas, reunidos en la Universidad
El gobierno dió a conocer este miércoles 10 de abril los nuevos proyectos de "LEY DE BASES Y PUNT

Compartir en