Consumir política. Dilemas latinoamericanos

I.
Yo consumo. El pueblo es una operación política, una invención, un conjunto de actores y ciudadanos, pero también es un universo de consumidores e individualidades que presionan sobre la política. Que están ahí, exigiendo ampliar sus posibilidades. La subjetividad posmoderna, la individuación y su vinculación con el consumo se han transformado en un problema electoral, y también político. Es un dilema para todos los gobiernos. El mercado -no solo en su dimensión compra-venta- se ha metido en la cama de la política. En los últimos años, el consumo fue incorporado como política pública: ampliar el mercado interno, el empleo, el salario, etc. Pero poco fue pensado como condición de la subjetividad posmoderna y global. Como práctica donde se realiza lo privado y una identidad vinculada a éste. El consumo es el territorio social de la diferenciación, la jerarquización y un indicador social del ascenso. El momento de lo privado que acecha a lo público. El ciudadano-consumidor es un voto en sí mismo.

Lineamientos para avanzar hacia el desarrollo inclusivo

La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) presentó el 24 de septiembre de 2015 un documento con un diagnóstico de la situación económica y productiva desde la perspectiva Pyme y un conjunto de ejes para el debate sobre el futuro del proyecto productivo nacional. La presentación en la Sede Nacional de la entidad fue encabezada por el presidente de APYME, Eduardo Fernández, acompañado por el titular de la delegación Buenos Aires, Néstor Callegari. Luego se dirigieron a los presentes los diputados nacionales Juan Carlos Junio y Carlos Raimundi.

Desarrollo y complejización de la matriz productiva

Durante los 12 años de gobiernos kirchneristas, la Argentina atravesó un fuerte proceso de crecimiento económico: entre 2003 y 2012 el PIB creció a un promedio de 7,2% anual, sorteando en ese periodo la crisis internacional del año 2009, en la que el comercio mundial sufrió una contracción del 13%. Es importante destacar, por su efecto sobre el estándar de vida de la población, que el crecimiento industrial fue aún mayor: 9% anual medido en lVF (Indice de Volumen Físico).

Así, el PIB industrial per cápita durante el periodo se ubicó un 90% por encima del año 2002 y un 35% por encima del máximo alcanzado durante la convertibilidad en el año 1997.

Los empresarios, según Aldo Ferrer

El economista Abraham Gak realizó una lectura pormenorizada del texto escrito por el ideólogo del Plan Fénix y esbozó este texto para Veintitrés.

Aldo Ferrer nos sorprende una vez más con su conceptuosa labor intelectual dirigida fundamentalmente a desplegar su pensamiento acerca de las condiciones que requiere nuestro país para encaminarse hacia un futuro de bienestar que incluya a las grandes mayorías nacionales.

El texto expresa una mirada optimista –a mi juicio, tal vez exageradamente comprensiva– respecto de la participación del sector empresario en la búsqueda de esta inclusión.

Del manicomio a la ciudadanía

Una organización de cooperativas de viviendas populares decidió incorporar a pacientes externados de los hospitales monovalentes Borda y Moyano, en un plano de igualdad con los demás cooperativistas y con la asistencia de un grupo de residentes en salud mental que, hoy, da cuenta de una experiencia de “recuperación del rol de ciudadano”.

Varias de las cooperativas y viviendas transitorias que conforman el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) se encuentran en los barrios de Barracas y San Telmo, y algunas de ellas lindantes con los grandes hospitales monovalentes Borda y Moyano.

El proceso de cambio en Bolivia

Desde el año 2006 se viven en Bolivia profundos cambios, como parte de un proceso de refundación y descolonización estatal, que implican una serie de transformaciones políticas, económicas y sociales.

Partiendo del enfoque de Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson (2001, 2003, 2004, 2012) de que sólo instituciones con ciertas características pueden facilitar el crecimiento económico, estudiaremos hasta qué punto la nueva Constitución Política del Estado aprobada en el año 2008 sienta las bases para un cambio institucional en términos de: a) el reconocimiento de derechos perdidos de los pueblos excluidos, b) la generación de escenarios de participación política y de inclusión de los sectores marginados de la sociedad y, c) mayor igualdad de oportunidades para gran parte de la sociedad boliviana.