La tercera es la vencida
Por tercera vez en cinco meses, la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que no aceptará ninguna candidatura en las elecciones de este año. En una carta que se difundió cuando concluía el Congreso Nacional del Partido Justicialista, explicó que la democracia, ya perdida en lo económico y degradada en lo social, también "ha comenzado a romperse en lo político e institucional". Lo había dicho el 6 de diciembre pasado, cuando la condenaron en la causa por las obras viales en Santa Cruz, en las que no tuvo intervención alguna, y ratificado el 27 de diciembre en el estadio Maradona de Avellaneda. Pese a ello, aún quedan dirigentes que cantan "Cristina Presidenta" e instan a movilizarse para "romper la proscripción". El jueves en C5N, CFK dijo que ese canto era una letanía y afirmó que la mayoría del pueblo tiene comprensión de texto.
Alberto Fernández y la relación de debilidades
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, según el autor, Alberto Fernández insinuó que tiene un “plan B”: si no puede ser candidato para la reelección, al menos quiere pelear un lugar en la mesa de decisiones del peronismo que viene y sueña con un triunvirato de conducción compartido con Cristina Kirchner y Sergio Massa.
El regreso de Larreta, el discurso de Alberto y el win-win del Círculo Rojo
Alberto Fernández resiste un renunciamiento propio mientras aparecen candidatos para una PASO que La Cámpora resiste. Si Cristina Fernández de Kirchner no es candidata ¿habrá candidato cristinista? Larreta hizo un lanzamiento que lo devuelve a su lugar histórico. Mauricio Macri ingresa a la lógica política: tener el voto de oro en JxC. El guiño de Mirtha Legrand y la esperanza empresaria de un duelo electoral entre dos preferidos.
El ajedrez de Cristina: del renunciamiento a la victoria del PJ como última trinchera
Un año y ocho días antes de que termine su mandato como vice, movió una carta política. Avisó no solo que no será candidata a presidente y que no estará en ninguna lista. Esto no implicaría, con todo, abandonar su lugar de jefa.
Deconstruir el Frente para la Derrota
Aronskind sostiene en este artículo que si el gobierno nacional quiere conservar chances para una victoria en 2023, debe entender cuáles son los límites estructurales que condicionan a una política popular y qué cosas pudieron, y pueden, hacerse bien en la actual gestión.
Inflación e insatisfacción democrática
El índice de inflación de abril 2022 del 6% sigue indicando los términos crecientemente negativos, en que se distribuyen los ingresos en Argentina. La inflación interanual ronda el 60% hasta abril y los convenios laborales en el mejor de los casos, arriban a cifras cercanas hacia fin de año.
La confrontación
La confrontación hacia el interior del gobierno nacional mantiene un nivel alto y dificulta discernir las fronteras de la disputa. Crecen la especulación y la imaginación en torno al conflicto, con una oposición que gracias a la comodidad que el oficialismo ofrece, va preparando su retorno.
Aportes masivos para el escepticismo y la desesperanza
El autor sostiene que vivimos un tiempo donde las certezas como aquella de “el peronismo unido es imbatible” pueden ser cuestionadas. Incluso, afirma Presman, el movimiento popular más longevo de América Latina puede, con una nueva derrota estrepitosa, implosionar.
Nada es para siempre
Es probable que el tipo de unidad histórica que planteó Cristina Kirchner para el lapso comprendido entre los años 2019-2023, comience a mutar y cambie en otra perspectiva tras esta etapa de oficialismo coaligado nominado Frente de Todos.
No solo es la Economía
El Frente de Todos ajustó cuentas y se redefinió: la renovación del gabinete nacional integra territorio y la sospecha necesaria sobre el desembarco de miradas y memorias progresistas y antiprogresistas, con un equipo de ministros que en situaciones óptimas no compartirían ni un café. La calma del establishment económico, los resentimientos por la política social, los nuevos desconciertos, la salud de los liderazgos y el miedo a volver al llano. Porque nadie quiere salirse del Estado, y CFK entró en campaña para evitarlo.