Francia, la revolución pendiente
Que Francia haya sido siempre el indiscutible motor hacia todo tipo de cambios progresistas en Europa es un hecho que ningún historiador, ni siquiera los más reaccionarios, se atreven poner en duda. Lo que ahora está ocurriendo en nuestro vecino país galo es algo que su insidioso presidente, Manuel Macron, ha puesto en marcha intentando frenar el rumbo de la historia. La clase obrera francesa, con un admirable historial revolucionario a sus espaldas, nunca se someterá a las vergonzosas condiciones laborales a que quieren condenarla.
La batalla por las pensiones en Francia no ha terminado
Las protestas en el Parlamento y en las calles demostraron que Emmanuel Macron no tiene mayoría para aumentar la edad de jubilación. El líder de France Insoumise, Jean-Luc Mélenchon, sostiene que la movilización popular debe continuar para presionar a favor de una moción de censura.
Macron juega con fuego frente a la ultraderecha y persiste en sus políticas neoliberales
Convencido de la desaparición del “frente republicano”, convierte la campaña entre ambas vueltas en un referéndum sobre su proyecto, alimentando la idea de que el programa neofascista de Le Pen es una alternativa. Para muchos votantes, la candidata ultraderechista de RN se perfila como una especie de baluarte social frente a las políticas de su rival de La República en Marcha.
El porqué de la crisis de la izquierda francesa
La lucha de egos, la rebelión de una parte de los parlamentarios socialistas, las diferencias entre socialdemócratas y el ala más a la izquierda o los mensajes sobre la ecología que no calan explican la fragmentación de las candidaturas y sus escasas opciones para las presidenciales
La voz incómoda del antirracismo francés
Musulmana de izquierdas, referente del movimiento negro y feminista, cuestionada desde posiciones laicas, denuncia el “racismo de Estado” y no rechaza el velo. Rokhaya Diallo es una polemista estrella en la Francia del siglo XXI.
Los «chalecos amarillos»: un objeto social no identificado
Los «chalecos amarillos» sorprendieron a la derecha y a la izquierda y representan un fuerte cuestionamiento a las elites y al carácter casi monárquico de la toma de decisiones por el poder político francés. Además, pusieron en cuestión la premisa de que el éxito es solo posible en las ciudades y mediante la tecnología y de que el resto no existe. Los «gilets jaunes» surgieron desde ese fondo que los medios y la tecnocultura liberal tornaron invisible o vagamente lejano y exótico y llegaron al centro de la prosperidad y la abundancia parisina.
Francia: el sentido de la confrontación de los "chalecos amarillos"
Después del discurso del presidente Macron -en verdad una evasión, que no anuncia nada bueno para la democracia- y mientras continúa el movimiento de los chalecos amarillos, intentaremos reconstituir la génesis y examinar algunas de sus implicaciones políticas a fin de contribuir a ampliar el debate.
Francia: Macron y los "chalecos amarillos"
Ante la presión de los llamados « chalecos amarillos », el Gobierno de Emmanuel Macron asegura defender la bajada impositiva, uno de los principales reclamos del movimiento. Una retórica que lo único que hace es alimentar una movilización hostil al Ejecutivo y que resta legitimidad a los impuestos obligatorios.
Francia: la clase obrera entra en acción
Mientras las tensiones sociales amenazan con bloquear el país y el gobierno sigue negándose al diálogo y la negociación, su propuesta de legislación laboral se revela cada vez más como lo que es: una metedura de pata terrible, uno más de un periodo presidencial perdido, y tal vez el más grave. El gobierno nos quiere hacer creer que paga el precio por ser reformador, y que tiene que luchar solo contra el conservadurismo. La verdad es muy diferente: en este tema, como en otros antes, quienes ostentan el poder multiplican sus improvisaciones, mentiras y chapuzas.
El fin del Estado de Bienestar
En el último cuarto de siglo, cuando el festivo 1º de mayo queda lo suficientemente alejado y enfriado, activistas, académicos y periodistas coinciden en un diagnóstico de retrocesos y en un pronóstico de malas perspectivas para los trabajadores del mundo cada vez más internacionalmente desunidos. En especial, en aquellos países del hemisferio norte cuya legislación laboral socialdemócrata o socialista había hecho de la dignidad del trabajador el fundamento de legitimidad de los regímenes y los gobiernos.
El eje París-Moscú
En Francia, el gobernante Partido Socialista ha propuesto a la Asamblea Nacional las leyes más neoliberales desde la Revolución Francesa: un nuevo código del trabajo, que dejará atrás para siempre los principios del Estado de Bienestar, si es votado y reglamentado.