Son pocos los que a esta altura ignoran que la falta de agua potable en el mundo tiene contornos dramáticos. Que el 20% de la población no accede a ella y que el 40% vive en condiciones sanitarias insalubres. Pero de lo que aún se habla en sordina es del vínculo entre la corrupción política y los problemas de acceso al agua en los países en vías de desarrollo, agudizados durante las privatizaciones de los 90. En el último informe de la ONU sobre el tema del agua, el organismo lanza durísimas críticas a las empresas que habiendo prometido inversiones no cumplen y se retiran ante un escenario de ganancias menos dichoso que el esperado. Clarín consultó al experto Carlos Fernández Jáuregui, coordinador del trabajo.

"Ya no hablamos de privatización sino de un sistema mixto, una sociedad entre el Estado y los privados", dijo Jáuregui por teléfono desde París. "Se han visto buenas experiencias, como Berlín, y malas, como Buenos Aires. Son los dos más grandes ejemplos del mundo, con la misma empresa y el mismo tema, lo cual pone de relieve que en un caso hubo corrupción y en otro no; que en uno hubo un marco regulatorio preciso y que en el otro ni lo hubo ni se protegió el interés de la comunidad.

-No dejan de sorprender las críticas del informe hacia el sector privado.

-Las grandes empresas han ofrecido inversión y tecnología, pero en la práctica contrataron a los mismos empleados con sueldos importantes al principio y sueldos de hambre al final. No demostraron profesionalismo, transparencia en su gestión y sobre todo responsabilidad ante sus clientes. Las empresas deben ganar dinero, no son la Cruz Roja, por lo que gran parte del problema fue también por la corrupción de los políticos locales. Los gobiernos aprobaban leyes marco para las adjudicaciones a la medida de las empresa elegidas.

-¿Sigue viendo la ONU al agua como un derecho humano y no una mercancía?

-El agua tiene que ser un derecho humano para proteger a los menos privilegiados, para que su agua no sea adquirida. Proponemos y sugerimos que los países nunca vendan su derecho al agua, que debe ser siempre propiedad del Estado. Lo que se puede hacer es, si la comunidad acepta, una gestión mixta con empresas que aporten capitales y tecnología.

-Entre las metas del milenio estaba la de reducir a la mitad el número de personas sin acceso al agua para el 2015. ¿Se llega?

-Definitivamente, regiones como Africa no van a llegar. Por otra parte se ha visto cómo los países están teniendo menos agua accesible por persona. Argentina en el 2000 tenía 21.981 metros cúbicos por año y por persona, y en 2005, 20.940. Quiere decir que Argentina es en Sudamérica el país que menos agua per capita tiene. Sudamérica es la región con más agua en el mundo. Tiene el 26% del agua y 6% de la población. La Argentina, entre los ricos en agua, es el más pobre.

-¿Cuáles son las razones?

-Crecimiento de la población, uso del agua de manera menos responsable, incremento del riego, pérdidas de cañerías. El balance hídrico es actualizado cada cinco años, por medio de técnicos que monitorean esto.