En el marco de la avanzada neoliberal en América Latina, la persecución, el amedrentamiento y la reclusión de líderes políticos, sindicales, sociales y comunitarios se han convertido en herramientas del poder contra los movimientos populares. Al servicio de la política del odio y el miedo se han puesto órganos judiciales, medios de comunicación, grupos militares y fuerzas de choque amparadas en una geopolítica que desplazó sus derrotas bélicas en medio oriente a una presión sobre América Latina.

Frente a ello, una gran movilización social –latente o explícita- trabaja cotidiana y arduamente edificando los valores de la democracia, la justicia y la igualdad. En cada pequeño lugar, y a través de los más diversos recursos, miles de personas soñamos y construimos un mundo donde todos podamos vivir dignamente. Asimismo, en muchos países de América Latina la ciudadanía se sacude el liberalismo que intenta aplastarlos.

A los 74 años Lula sigue convocando a la lucha por los mejores valores de la humanidad. No está solo.

^{Instituto Argentino para el Desarrollo Económico - 14 de noviembre de 2019}