Miguel Khavisse es sociólogo, investigador y docente. Comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, para pasar a la carrera de Sociología luego de la represión de la dictadura en 1966 y el posterior desmembramiento del cuerpo docente. A partir de graduarse en sociología en 1968, se desempeñó como investigador en el Centro de Investigaciones Sociales sobre el Estado y la Administración (CISEA), en el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), en el Consejo Nacional de Desarrollo (CONADE) y en el Instituto de Planificación Económica (INPE). Fue fundamental en el desarrollo del área de relevamiento y análisis de grandes empresas en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Trabajó durante muchos años junto a los fundadores del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y en el Centro de Estudios de la CTA.

Se incorporó como docente de la carrera de Sociología de la UBA a partir del vínculo con Juan Carlos Marín en torno al taller de Cambio Social. A fines de los años ochenta se creó el taller “Carácter Social de los Procesos Económicos” que dirigió junto a Enrique Arceo hasta no hace tantos años. El taller fue uno de los pilares sobre los que se estructuró la orientación en “sociología económica” de la carrera. Desde ese espacio sobrellevó innumerables debates acerca del poder económico en el país, las configuraciones políticas y los efectos de la concentración de la riqueza. 

Fue coautor junto a Daniel Azpiazu y Eduardo Basualdo de “El nuevo poder económico en la Argentina”, la primera radiografía de los grupos económicos que publicó Hyspamérica en 1987. Luego seguirían “Los capitanes de la industria”, “¿Quién es quién?” y “El nuevo poder terrateniente”, todos trabajos en coautoría destinados a mantener una línea de investigación cuyo objetivo es entender la estructura, la dinámica y el funcionamiento de los actores económicos.

En el intento de entender cómo se produce y reproduce la estructura de poder en la Argentina hemos ido con él a revisar: balances, memorias, actas de directorios, asambleas de accionistas, edictos judiciales, llamados a quiebras, enlaces y avisos fúnebres de los diarios más conservadores e incluso las revistas de chismes podían dar pistas que -convenientemente investigadas- terminaban años después demostrando la verosimilitud de la sospecha. 

Hizo de la investigación del poder la razón de sus días. Defendió hasta la desmesura la rigurosidad metodológica, tanto que fue en contra de la finalización de muchos trabajos que quedaron sin publicarse; o que lo llevaron a la inexplicable ruptura de valiosos lazos personales. 

Vivió toda su vida junto a Juanita Recht a quien lo ataba un amor tan profundo como imposible le fuera superar su ausencia.

Fue un lector y un cinéfilo incansable. Un curioso, un indagador cauto de casi todo. Un orador con una lógica atrapante y un mal discutidor de las ideas.

Fue un admirador de la paternidad / maternidad y una persona extremadamente cariñosa con los hijos de quienes lo rodeábamos.

El 31 de octubre falleció Miguel Khavisse. 

Me parece verlo como siempre en los cafés y restaurantes del centro de la ciudad que lo tenían como habitué. Me encuentro a veces pensando algo y proponiéndome consultarlo. Me veo en la obligación de pensar seriamente cualquier consulta de cualquier alumno, como hacía él. Me parece imposible que ya no esté.

Me veo, en fin, a la luz de esas estrellas que después de extinguidas siguen brillando.