Rafael Correa y Ecuador: el programa de la independencia nacional y la justicia

Rodeado del amor por la Patria y su definitiva independencia, Rafael Correa Delgado juramentó su cargo de Presidente del Ecuador y rompió el pasado. Rompió el pasado: juró defender el mandato popular del 26 de noviembre, vistió sin corbata, firmó el decreto 002 antes de posesionar a su gabinete en la Mitad del Mundo, prohibió que a su compañera la llamen ’primera dama’ y redujo su sueldo a la mitad. El siguiente es el histórico discurso de posesión del presidente ecuatoriano Rafael Correa Delgado. Autor: [b][color=336600]Rafael Correa Delgado[/color][/b] [size=xx-small][b]Artículos relacionados:[/b] .Ecuador: fenece neoliberalismo latinoamericano Dolarización en Ecuador [/size]

El siguiente es el histórico discurso de posesión del presidente ecuatoriano Rafael Correa Delgado:

Hace ya más de 50 años, cuando nuestro país estaba devastado por la guerra y el caos, el gran Benjamín Carrión expresaba la necesidad de volver a tener Patria.

Esta frase fue la inspiración de un puñado de ciudadanos que decidimos liberarnos de los grupos que han mantenido secuestrada a la Patria, y así emprender la lucha por una Revolución Ciudadana, consistente en el cambio radical, profundo y rápido del sistema político, económico y social vigente, sistema perverso que ha destruido nuestra democracia, nuestra economía y nuestra sociedad.

De esta forma empezamos esta cruzada llamada Alianza PAIS, más que con un lema de campaña, con una esperanza: la Patria Vuelve, y, con ella, vuelve el trabajo, vuelve la justicia, vuelven los millones de hermanos y hermanas expulsados de su propia tierra en esa tragedia nacional llamada migración.

EJE IV.- LA REVOLUCIÓN EN EDUCACIÓN Y SALUD

En cuanto a nuestro IV Eje, la revolución en las políticas sociales, partiremos del principio de que la inversión en el ser humano, además de ser un fin en sí mismo, constituye la mejor política para un crecimiento de largo plazo con equidad. Sin embargo, Ecuador es uno de los cinco países latinoamericanos con menor inversión social por habitante, siendo su gasto social per cápita aproximadamente la cuarta parte del promedio de la región. Es necesario, entonces, revertir esta situación, para lo cual se requiere liberar recursos de otras áreas, y básicamente del insoportable peso de la deuda externa. Por ello, iremos a una renegociación soberana y firme de la deuda externa ecuatoriana, y, sobretodo, de las inadmisibles condiciones que nos impusieron en el canje del año 2000.

No obstante lo anterior, los países exitosos no solo han tenido un alto capital humano, sino que también han sido sociedades motivadas, con energías intrínsecas, mirando juntos hacia los mismos objetivos, socialmente cohesionados, conjunto de características que se conocen como "capital social".

Lamentablemente, en las últimas décadas es claro el deterioro del capital social del Ecuador, fenómeno que en gran medida puede ser vinculado a una estrategia de desarrollo basada en el individualismo de mercado y a los programas de estabilización y ajuste estructural frecuentemente diseñados en función del cumplimiento de compromisos externos, obviando los grandes compromisos nacionales y de esta forma fracturando la cohesión social.

En consecuencia, nuestra política económica integrará explícitamente sus efectos sobre el capital humano y social, considerando su preservación como fundamental para el desarrollo y por encima de temporales y muchas veces aparentes logros económicos. En este sentido, la política social debe ser diseñada como una parte fundamental de la política económica, y no simplemente con un criterio asistencialista y como remiendo de esta última.

Otro costo desgarrador de la crisis: La Emigración Ecuatoriana.

Sin duda, el mayor costo del fracaso del modelo neoliberal y la consiguiente destrucción de empleo, ha sido la migración. En la historia política de América, una de las práticas más aberrantes fue la del destierro, que se inició con los mitimaes, en transplantes forzosos de comunidades que fueron disgregadas de su entorno original.

La migración supone precisamente este tipo de ofensas a la humanidad, de desarraigos y desgarramientos familiares. Los exiliados de la pobreza, en nuestro país, suman millones, y, paradójicamente, son quienes, con el sudor de su frente, han mantenido viva la economía a través del envío de remesas, mientras los privilegiados despachan el dinero hacia el exterior. Solamente la banca ecuatoriana tiene cerca de dos mil millones de dólares de ahorro nacional depositados en el extranjero, en nombre, según su particular visión, de supuestas prudencias, eufemismo que disfraza su falta de confianza y compromiso con el país.

Que a todos les quede claro: a este país lo mantienen los pobres.

Un agravante a esta situación consiste en que los millones de inmigrantes, pese a su esfuerzo de Patria y a sostener en gran parte la economía del país, ni siquiera tienen representación política. Esta situación inadmisible se empezará a corregir desde la próxima Asamblea Nacional Constituyente, donde habrá tres asambleístas por parte de esa Quinta Región del país: los hermanos migrantes. De igual manera se dará a los migrantes representación legislativa permanente, y se creará la Secretaría Nacional del Migrante, con rango de ministerios, para velar eficazmente por el bienestar de nuestros hermanos en el extranjero y de sus familias en la nación.

Sectores vulnerables de la sociedad

Otro sector de enorme vulnerabilidad en nuestra sociedad es el de la población carcelaria. Existe en ese laberinto de culpabilidad una suerte de ciego rumor del que emergen dolor, soledad y desamparo. Las leyes impuestas en los años noventa en la América Latina suponen que el problema de la droga solo tiene una salida: la represión, y aquel concepto, muchas veces agenciado por lacayos, impuso condenas aún más severas que las aplicadas a delitos contra la vida. Esas sentencias, para hacer méritos ante patrones extranjeros, jamás consideraron la naturaleza de la infracción, y, como consecuencia de ello, nuestra población carcelaria, en un alto porcentaje, no tiene rostro delincuencial, sino caras de madres solteras, de jefes de familia empobrecidos, de jóvenes sin trabajo, forzados por la miseria a transportar unos cuantos gramos de droga, por los que sufren penas de reclusión de 8, 12, 16 años. A esa población carcelaria no la olvidaremos. Como jamás podremos olvidar a las internas de la tercera edad sentenciadas por quienes quieren quedar bien con los patrones; a los extranjeros que se pudren en un suelo ajeno; a los niños que viven el calvario de pérdida de libertad de sus padres. No los olvidaremos.

Discriminación.

De igual manera lucharemos contra la discriminación en todas sus formas, sobretodo la de género y étnica. Aunque todavía nos falta mucho por hacer, ya hemos dado los primeros pasos al contar por primera vez en la historia con un gabinete donde más del 40% de sus miembros son mujeres, así como al tener el primer ministro afroecuatoriano de la historia del país, nuestro entrañable poeta Antonio Preciado.

Grupos más vulnerables.

Finalmente, no nos olvidamos de los niños de las calles, del trabajo infantil, de las madres solteras, de los enfermos terminales, de los discapacitados, y de tantos grupos postergados de nuestra sociedad. Para ellos, se creará la Secretaría de Solidaridad Ciudadana, a cargo de ese extraordinario hombre, patriota y compañero de lucha, nuestro Vicepresidente Lenín Moreno.

EJE V.- RESCATE DE LA DIGNIDAD, SOBERANÍA Y BÚSQUEDA DE LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA

Ecuador se integra desde hoy y de manera decidida a la construcción de la Gran Nación Sudamericana, aquella utopía de Bolívar y San Martín, que, gracias a la voluntad de nuestros pueblos, verá la luz, y, con sus centellas históricas será capaz de ofrecer otros horizontes de hermandad y fraternidad a los pueblos sudamericanos, pueblos justos, altivos, soberanos.

Cuando hace medio milenio los primeros europeos llegaron a las tierras que hoy se conocen como América, encontraron un paraíso donde los seres humanos vivían armónicamente con la naturaleza. Por miles de años, tribus, pueblos y civilizaciones fueron construyendo un mundo en el que la Paccha Mama, la madre tierra era respetada, porque era la madre primaria, la madre de todas las madres. Tres siglos de conquista y de colonia marcaron para siempre a los hombres y a la tierra americana.

Hace mas de dos siglos surgen los próceres, indígenas, negros, blancos y mestizos. Son los hijos del sol y la razón, en la que se destaca el médico, el precursor, el hombre universal, Eugenio Espejo, que representa el despertar primero de esta América insurgente.

Miranda consolida el pensamiento en propuesta estratégica y Simón Rodríguez entiende que las repúblicas sin republicanos se convertirán en simples republiquetas, como hoy, cuando parafraseamos al maestro y decimos: una nación sin ciudadanos no es una nación.

Por esos años, un 10 de Agosto de 1809, la llama se enciende en Quito, conocida desde entonces como Luz de América.

Esa generación insumisa fue exterminada por los colonialistas, pero sería un hombre, único y genial, quien habría de emprender, desde Caracas, la heroica lucha de la independencia americana, acompañado de Manuela Sáenz, que tejió su bandera revolucionaria con retazos de amor, de talento y de decisión sublime.

Había un solo camino y Bolívar lo comprendió al condicionar nuestro destino común a la creación de “Una Nación de Repúblicas hermanas”.

Doscientos años han pasado sin que el sueño bolivariano pueda concretarse. ¿Tendremos que esperar doscientos años más para lograrlo? Recordando al propio Bolívar, cuando los temerosos y los pusilánimes le reclamaban su vehemencia por la causa de la independencia americana y le decían que había que esperar, el joven y futuro Libertador les respondió, ¿es que trescientos años de espera no son suficientes?

Y años más tarde, el gran poeta Pablo Neruda, invocaba al Libertador, al decir:

[i]Yo conocí a Bolívar una mañana larga / En la boca del Quinto Regimiento / Padre, le dije / Eres o no eres o quién eres / Y mirando el cuartel de la montaña dijo: / Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo[/i]

Y fue 100 años después de la gesta libertaria bolivariana que volvió a despertar el pueblo, liderado por el General Eloy Alfaro -discípulo de Montalvo y amigo de Martí-, para quien “en la demora estaba el peligro”.

Ahora, a los cien años de última Presidencia de Alfaro, nuevamente ese despertar es incontenible y contagioso. Solamente ayer, en el páramo de Zumbahua, con nuestros hermanos indígenas, se repetía aquel coral rebelde y cívico que inunda las calles de América: “Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina”

Ahora nos toca a nosotros, Señores Presidentes. Los pueblos no nos perdonarán si no logramos avanzar en la integración de Nuestra América, para usar la entrañable concepción de Martí. Por esta historia de sueños compartidos, el gobierno ecuatoriano manifiesta a sus hermanos su compromiso profundo con la integración de nuestros pueblos. Esperamos el regreso de Venezuela a la CAN, para que junto al Mercosur, a Chile, Surinam y Guayana, se concrete lo antes posible la institucionalización de la Comunidad Sudamericana y las acciones sociales, culturales, económicas y políticas tan enunciadas y ofrecidas en palabras se hagan carne y realidad.

El gobierno del Ecuador, como ustedes lo conocen ya, Señores Presidentes y representantes de los países sudamericanos, ofrece a Quito, Luz de América, como un espacio para la reflexión y construcción de la Comunidad Sudamericana. Que la futura Secretaría Permanente se instale en tierras ecuatorianas, si ustedes señores presidentes lo consideran oportuno y conveniente..

Hagamos honor al sacrificio de los próceres y libertadores y al clamor de nuestros pueblos para que Sudamérica se convierta en ejemplo ante el mundo de una Gran Nación Sustentable de Repúblicas Hermanas, para el bien nuestro y ejemplo para toda la humanidad.

Queridos ecuatorianos y ecuatorianas: Llegó la hora.

No hay que tener miedo. Aquel que caminó sobre la mar y calmó tempestades, también nos ayudará a superar estos difíciles pero esperanzadores momentos. No nos olvidemos que el Reino de Dios debe ser construido aquí, en la tierra. Pidan por mí para que el Señor me dé un corazón grande para amar, pero también fuerte para luchar. Marthin Luther King decía que su sueño era ver una Norteamérica donde blancos y negros puedan compartir la escuela, la mesa, la Nación. Mi sueño, desde la humildad de mi Patria morena, es ver un país sin miseria, sin niños en la calle, una Patria sin opulencia, pero digna y feliz

Una Patria amiga, repartida entre todos. Ahora, con el corazón les repito: jamás defraudaré a mis compatriotas, y consagraré todo mi esfuerzo, con la ayuda de Dios y bajo las sombras libertarias de Bolívar y de Alfaro, a luchar por mi país, por esa Patria justa, altiva y soberana, que todos soñamos y que todos merecemos.

Dios bendiga al pueblo ecuatoriano.

*Anexo
DECRETO 002

Rafael Correa Delgado

Presidente Constitucional de la República

En la última década el Ecuador ha vivido en permanente conflicto político y social, tanto en la profundización de las desigualdades sociales, como en la creciente falta de gobernabilidad e inestabilidad del país.

Que se han ensayado diferentes iniciativas gubernamentales y legislativas, hasta levantamientos ciudadanos en busca de mayor transparencia y honestidad en la gestión de lo público y todas ellas han dado resultados infructuosos.

Que la Constitución vigente tiene defectos substanciales como su carácter patrimonialista y corporativista,y la ausencia de espacios para la cooperación armónica que debe existir entre el Ejecutivo y el Legislativo.

Que debe existir autonomía del poder judicial y de los órganos de control, para solucionar las carencias en la autonomía del poder judicial y los órganos del control, la fragilidad de control Constitucional y los procedimientos electorales y el debilitamiento del acción del Estado en la acción económica, así como al ausencia de canales suficientes para la participación de la ciudadanía, tanto en las decisiones trascendentales del Estado como en la control y vigilancia de las acciones públicas.

Que el pueblo ecuatoriano es el titular único del poder Constituyente.

Que el poder Constituyente por su propia naturaleza e soberano, indelegable e indivisible.

Que el artículo 21 numeral tercero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público y que esta voluntad se expresa a través de elecciones que habrán de celebrarse periódicamente de manera universal.

Que según el artículo primero de la Constitución del Ecuador: que dice que la soberanía radica en el pueblo cuya voluntad es la base de la autoridad, se ejerce a través de los órganos de poder público y los medios democráticos previstos en a Constitución.

Que en el proceso electoral realizado en noviembre del 2006, el pueblo ecuatoriano expresó su voluntad de que se produzcan cambios estructurales en las instituciones del Estado.

Qué artículo 171 numeral 6 establece que es autoridad expresa del Presidente convocar a consultas populares.

Que de acuerdo con el artículo 104 numeral dos de la Constitución, el Presidente tiene la facultad para convocar a consulta popular, cuando a su juicio se traten de cuestiones de trascendental importancia para el país.

Que el Presidente de la República como Mandatario de la voluntad popular expresada en las urnas el 26 de noviembre considera que es de trascendental importancia la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que transforma el marco institucional del Estado y elabore una nueva Constitución.

Que es indispensable contar con un estatuto electoral que regule los mecanismos de elección, instalación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, el cual deberá ser consultado al pueblo ecuatoriano.

Y En ejercicio de sus facultades constitucionales decreta:

Artículo Primero: convocar a consulta popular para el domingo 18 de marzo del 2007, para que el pueblo se pronuncie afirmativa a negativamente sobre la siguiente pregunta:

“¿Aprueba usted que se convoque e instale una Asamblea Nacional Constituyente con pleno poderes de conformidad con el estatuto electoral que se adjunta, para que transforme el marco institucional del Estado y elabore una nueva Constitución?

Artículo Segundo: en la papeleta de votación deberá incorporarse el estatuto de elección, instalación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente que se adjunta a este decreto.

Artículo Tercero: disponer que el TSE organice, dirige y vigile y garantice la consulta popular.

Artículo Cuarto: remitir al honorable Congreso Nacional copia auténtica del presente decreto para su conocimiento.

Artículo Quinto: disponer al Ministerio de Economía y Finanzas asigne y transfiera al TSE la partida presupuestaria para sufragar todos los gastos que demande la consulta popular.

Articuo Sexto: Encargar al ministro de Gobierno y al de Economía y Finanzas, la ejecución del presente acuerdo, que entrará en vigencia inmediatamente, sin perjuicio de su publicación en el Decreto Oficial.

Dado en Quito, el 2007-01-15

Fuente: Voltairenet.org

Compartir en