No son lágrimas, son los gases

Mientras los constituyentes celebraban la jura de la nueva constitución provincial, afuera de la Legislatura jujeña la Policía respondía con palos, balas de goma y gases a los manifestantes. El reclamo docente, al que se sumaron comunidades de pueblos originarios, organizaciones y sindicatos, sucede mientras el gobierno provincial profundiza la criminalización de la protesta. El estallido activa la memoria de las movilizaciones masivas de los 90 -que obligaron a renunciar a cuatro gobernadores- y actualiza los argumentos de defensa del territorio.