Honduras un año después del golpe de Estado

Renaud Lambert*
Hace un año, el 28 de junio de 2009, un golpe de Estado militar derrocó al presidente de Honduras, Manuel Zelaya. Más allá de los pretextos invocados, el golpe de Estado tenía el objetivo de defender los intereses de quienes lo patrocinaron: la oligarquía hondureña y las multinacionales presentes en el país. Esa élite se sentía amenazada por el programa económico de Zelaya. No era la primera vez que un jefe de Estado hondureño alborotaba a los dominadores al pretender estimular el capital "nacional", desarrollar el consumo interno y aumentar el salario mínimo. Honduras, aún lucha y sufre. [size=xx-small][b]Artículos relacionados:[/b] . 365 días de dictadura. Honduras: Bajo la sombra de un golpe / Karim Guerra . Consecuencias económicas del Golpe de Estado en Honduras / Wilfredo Girón Castillo . “Honduras: rehén del delirio golpista” - Entrevista a Pedro Brieger[/size]

Hace un año, el 28 de junio de 2009, un golpe de Estado militar derrocó al presidente de Honduras, Manuel Zelaya.

Más allá de los pretextos invocados, el golpe de Estado tenía el objetivo de defender los intereses de quienes lo patrocinaron: la oligarquía hondureña y las multinacionales presentes en el país. Esa élite –sobre la que incluso un informe de la Oficina para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo, del Departamento de Estado estadounidense, observaba, en marzo de 2007, que «ejercía un control excesivo sobre la economía, el sistema judicial y las instituciones políticas del país»- se sentía amenazada por el programa económico de Zelaya. No era la primera vez que un jefe de Estado hondureño alborotaba a los dominadores al pretender estimular el capital «nacional», desarrollar el consumo interno y aumentar el salario mínimo.

En 1993 Carlos Roberto Reina ganó las elecciones presidenciales apoyado por una fracción de la burguesía, amenazada por la apertura económica del país, y por las capas populares, ya golpeadas por las políticas neoliberales. En su primer año de mandato, Reina se reunió con los dirigentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y los de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) con el fin de presentarles el giro de la política económica de Honduras que proyectaba. Amenazado, a su vez, con tener que arreglárselas sin los créditos que le asignaban dichas instituciones, Reina regresó a la hoja de ruta neoliberal.

Quince años después las cosas habían cambiado. Abandonado por las instituciones financieras internacionales, Honduras consiguió el apoyo político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), a la que se incorporó en agosto de 2008, y la ayuda económica de Venezuela. Cuando llegó al poder, Zelaya se había quejado de que Honduras era tan pobre que «ni siquiera podría construir una carretera sin apelar al Banco Mundial». Desde la firma de un acuerdo con Petrocaribe, Honduras se benefició de financiaciones a bajo interés para sus inversiones en infraestructuras que le permitían gastar su propio dinero en el marco de programas sociales. Dicho acuerdo le garantizaba la entrega de 20.000 barriles de petróleo crudo diarios a precios generosos.

El 3 de enero de 2008, un comunicado de la Asociación Industrial Nacional (ANDI) –que a pesar de su nombre representa los intereses de las empresas extranjeras en Honduras- tomaba nota de ese cambio de época: «ahora se impone la necesidad inevitable de tomar medidas que nadie desea o salir del país». Los intereses de la élite no son negociables. ANDI concluía: «el presidente Zelaya y sus acólitos de los sindicatos obligan a la patronal a defenderse y, sin querer, han despertado al tigre». El 28 de junio de 2009, tras una larga siesta, el tigre saltó.

A esta ruptura en la estrategia de las clases dominantes hondureñas, el presidente estadounidense Barack Obama prometió oponer otra en la política extranjera estadounidense. Hasta entonces, ésta se caracterizaba por su complacencia hacia los golpistas latinoamericanos, como durante el golpe de Estado que derrocó durante unas horas al presidente venezolano Hugo Chávez, en abril de 2002.

Por el contrario, desde el 29 de junio Obama condena a los golpistas: «Pienso que se trataría de un precedente terrible si empezáramos a retroceder a una época donde las transiciones políticas se efectuaban por medio de golpes de Estado más que a través de elecciones democráticas». Pero la actitud posterior de Washington no ha estado a la altura de las declaraciones del nuevo presidente.

El Departamento de Estado se niega a calificar la operación de «golpe de Estado militar», un término que habría «obligado a la administración a poner fin a sus programas de ayuda a Honduras», observa Alex Main, del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR). El Gobierno estadounidense se conformó con suspender el pago de una pequeña fracción de la ayuda que asigna al país (por un importe de 31 millones de dólares). Hillary Clinton, próxima al «lobbista» Lanny Davis –que rápidamente se puso al servicio de los golpistas hondureños- anunció la reanudación el 4 de marzo de 2010. El mismo día la secretaria de Estado invitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a reconocer al Gobierno de Porfirio Lobo, vencedor, el 29 de noviembre de 2009, de unas elecciones ilegales (puesto que fueron organizadas por un gobierno ilegal), en funciones desde el 27 de enero de 2010. Por otra parte, Hillary Clinton le felicitó por haber «restaurado la democracia» en Honduras.

Situación inverosímil hace sólo una veintena de años, el Gobierno de facto, apoyado por Estados Unidos, nunca ha sido reconocido por la OEA. Regularmente es cuestionado por los países del ALBA. La Unión de las Naciones Sudamericanas (UNASUR) amenazó con boicotear la Cumbre América Latina, Caribes y Unión Europea de Madrid, en mayo de 2010, si Lobo participaba…

Sin duda la crisis hondureña constituye uno de los episodios del conflicto soterrado que enfrenta a Venezuela con Estados Unidos. Pero aunque Honduras podría prescindir del reconocimiento diplomático de Venezuela, el de Brasil le hace mucha falta.

Hace algunos años Brasilia ratificó las preferencias estadounidenses cuando el derrocamiento del presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, en 2004.

Pero en esta ocasión el presidente brasileño, Luis Inacio «Lula» da Silva, consideró que podía enfrentarse a Estados Unidos. Según el periodista uruguayo Raúl Zibechi, en el transcurso de este año se está revelando una amenaza más preocupante para Washington que el Socialismo del siglo XXI del presidente Chávez: la emergencia del coloso económico brasileño y su pretensión de defender sus intereses.

Por ahora la población hondureña prosigue su lucha a pesar de la represión policial y militar. Torturas, desapariciones, toques de queda, cierres de medios de comunicación se han convertido (otra vez) en moneda corriente en Honduras. Las reuniones de más de cuatro personas están prohibidas. El Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en Honduras (COFADEH) ha documentado 43 asesinatos políticos.

*Periodista. Secretario general del Observatorio francés de medios.

Traducido para Rebelión por Caty R.

Fuente:">www.rebelion.org]Fuente: Rebelión - Julio 2010

Publicado">http://www.monde-diplomatique.fr/carnet/2010-06-28-Honduras]Publicado originalmente en Le Monde Diplomatique - 28 junio de 2010

Anexo

[i]Se instaló la Comisión de la Verdad en Honduras
COFADEH

El auditorio del Colegio Profesional Superación Magisterial de Honduras (Colprosumah) resultó insuficiente para centenares de familiares de las víctimas de la represión, de representantes de diversas organizaciones que conforman el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), cuerpo diplomático y medios de comunicación, cuando la Plataforma de Derechos Humanos instaló hoy oficialmente la Comisión de Verdad.

La Plataforma de Derechos Humanos designó a la Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (Cofadeh) y al Doctor Juan Almendáres, Director Ejecutivo del Centro de Prevención Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura (CPTRT).

Almendáres arrancó sus palabras destacando que el pueblo hondureño debe celebrar que tenemos una Comisión de Verdad que nos visita y que está integrada por hermanos y hermanas comprometidas con la lucha histórica de nuestros pueblos.

El defensor de derechos humanos resaltó que estamos muy interesados que esa verdad que está oculta en los archivos del Pentágono, de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de la Dirección de Investigación Criminal salgan a la luz y que nos digan la verdad de los crímenes cometidos antes de este golpe militar, durante y después del golpe; y que nos digan quiénes son los responsables de los crímenes contra la resistencia.

“Nosotros creemos que todos estos datos están, la verdad está ahí, pero desde luego cuando los gobiernos torturan a sus pueblos y asesinan a sus dirigentes de las fuerzas opositoras, surge a partir de este golpe una Comisión oficial de la Verdad que no satisface el derecho de la verdad, que no satisface el derecho de la justicia, el derecho de la reparación, del esclarecimiento de los hechos, que no ha reconocido a las víctimas y que no va a señalar responsables”, advirtió Almendáres.

Y añadió que “por lo tanto esta comisión de la verdad nace de la mentira y se fortalece en la mentira. Nosotros creemos que precisamente el pueblo organizado, la Plataforma de Derechos Humanos y también la comunidad internacional han constituido una Comisión de Verdad que va a investigar, a descubrir los hechos y también va a generar confianza en el pueblo hondureño y en la comunidad internacional.

Por su parte la Coordinadora General de Cofadeh, Bertha Oliva con su encendido discurso arrancó numerosos aplausos de la concurrencia cuando se refirió a los propósitos de la Plataforma de Derechos Humanos.

Oliva destacó que la instalación de la Comisión de Verdad es el principio de la continuidad de un camino inevitable tras la verdad que nos ocultan los criminales.

“Pero el golpe común a las víctimas nos juntó. El golpe de Estado a la ciudadanía, nos reunió a las ofendidas y a los ofendidos; un sistema, un guardián; una conspiración, un golpe”.

El golpismo contra el pueblo. Violación tras violación. El sueño de cambiar y renovar. Nos golpea pero nos une. Y aquí estamos. Hoy que estamos aquí, en pausa, el sistema salvaje de exclusión y represión continúa allá afuera; el sistema de acumulación desigual mezcla a la perfección el silencio con el miedo, a nuestras espaldas hay una máquina de violaciones. Debemos pararla, sostuvo Oliva.

Agregó estamos aquí para fortalecer una plataforma común por la verdad, para unir nuestras capacidades y recursos, para ser más fuertes a favor de las débiles y los desvalidos.

Hemos sido complementarios en la atención de las víctimas del golpe de estado, a veces las mismas víctimas han pasado por nuestras vidas y muchas veces algunas de las víctimas no pudieron estar en nuestras agendas. Sufrieron en solitario. Murieron lejos de nosotros.

Las víctimas son muchas, hasta podrían nublar el sol en palabras del poeta Sosa. Pero como él dice, nuestra misión es construir un puente interminable por el que pasen uno a uno, los hombres y mujeres humilladas de esta tierra.

“Somos constructoras de ese puente con esta Comisión de Verdad, que enfoca su mirada en las historias no contadas de las víctimas; que señala con claridad las autorías. Que no juzga pero acusa. Que no prejuzga pero señala. Que exige y propone”, recalcó la defensora de derechos humanos.

Seremos exigentes en la búsqueda de los hechos, justos en la definición de la verdad, pero implacables en la denuncia de las responsabilidades.

“Y lo decimos con claridad: la Comisión de Verdad no nace para enjaular la información por diez años ni para depositarla entre los secretos del estado burgués, explotador, neoliberal y corrupto”, señaló Oliva.

Y aseguró que toda la información, excepto los datos personales que puedan poner en peligro la vida de las víctimas, será de acceso público después del fin de los trabajos de esta Comisión.

Aquí concebimos la paz, la reconciliación y el consenso básico como frutos de la verdad y la justicia, no como resultados de la negociación o las componendas entre particulares. Ni mucho menos como un milagro de los cielos o de ultratumba.

“Compartimos con el Frente Nacional de Resistencia Popular que la crisis institucional que sufre Honduras, como resultado del rompimiento del hilo constitucional, no se resuelve con diálogos políticos de utilidad mediática, ni tramitaciones de diplomáticos interventores lavadores del golpe de Estado, tampoco con ceremonias de religiosos fundamentalistas irrespetuosos del laicismo”, destacó la defensora de derechos humanos.

Y puntualizó que la crisis, que sigue intacta con sus viejas y nuevas heridas abiertas, se resuelve con un nuevo Pacto Social, que refunde la Nación. Una Asamblea Nacional Constituyente que nos encuentre cara a cara hacia el porvenir.

El sacerdote junto a la religiosa católica Elsie Monge de Ecuador, el magistrado español Luis Carlos Nieto, la magistrada salvadoreña Mirna Perla Jiménez, el Profesor Craig Scott de Canadá y Francisco Aguilar de Costa Rica (expertos en derecho internacional y derechos humanos) , la laureada escritora hondureña Helen Umaña y la Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo de Argentina, Nora Cortiñas, integran la Comisión de Verdad, impulsada por la Plataforma de Derechos Humanos de Honduras.

De acuerdo a los registros dados a conocer por varias organizaciones de la Plataforma de Derechos Humanos la implacable persecución desatada desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2010 y emprendida por militares, policías, medios de comunicación y paramilitares, ha dejado un saldo de 50 personas asesinadas.

*COFADEH. Cómite de Familiares Detenidos Desaparecidos en Honduras. Es un espacio de resistencia moral y política ante los abusos del Estado, una organización defensora y promotora de los derechos humanos. El COFADEH fue fundado el 30 de noviembre de 1982 en Tegucigalpa y obtiene su personalidad jurídica el 31 de enero del año 2001, mediante resolución número 24-2001, de la Secretaría de Gobernación y Justicia. El COFADEH surge al iniciar la década de los años ochenta, en plena aplicación de la Doctrina de Seguridad Nacional, marcada por la militarización de la sociedad y la subordinación extrema de las instituciones civiles a las fuerzas armadas. Este marco propició el uso de métodos y técnicas de terrorismo de Estado, que acabaron metiendo a la disidencia social y política a un callejón de 10 años teñidos de sangre e impunidad. Esa es “La Década Perdida”, de la que el COFADEH es sobreviviente.

mail@cofadeh.org / defensoresenlineacofadeh@gmail.com

P">http://www.cofadeh.org/html/noticias/instalada_comision_de_verdad.htm]Página de COFADEH - 30.06.2010
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