Gastar más y no menos

Randall Wray
El gobierno de Estados Unidos nunca puede quedarse sin dólares y nunca puede ser forzado a declarar un default ni a incumplir un vencimiento. Los límites que existen, como el límite al endeudamiento, son límites autoimpuestos.

Cuando un gobierno emite más dinero para gastar que el que recibe a través de los impuestos los llamamos déficit. Eso genera un ingreso neto en el sector privado, creando más ventas y puestos de trabajo. Un superávit presupuestario es lo opuesto: el gobierno remueve dinero, ingresos y empleos de la economía. Entonces, ¿cuál sería el problema de eliminar esos límites? El gobierno podrían gastar demasiado llevando a la economía más allá del pleno empleo y generando inflación. Sólo si el déficit aún es lo suficientemente alto como para fogonear a la inflación, un recorte fiscal debería ser adoptado. Además, los déficit que promueven el crecimiento económico pueden generar déficit comerciales ya que las importaciones crecen más rápido que las exportaciones. Muchos creen que esto genera una apreciación de la moneda. La evidencia es escasa, pero incluso si fuera cierto la dicotomía sería entre mayor crecimiento y empleo versus una moneda fuerte. ¿Usted qué preferiría: un trabajo o unas vacaciones en el exterior?

Los gobiernos deban gastar más y no menos. Hoy, con la masiva cantidad de recursos ociosos (en el mundo), los gobiernos deberían gastar más y no menos para recuperar los niveles de actividad y empleo. Esto no quiere decir que pueden gastar ilimitadamente. Pero un país soberano que emite su propia moneda no enfrenta problemas de financiamiento o solvencia en su propia moneda. La teoría monetaria moderna no es aplicable a Grecia o la Unión Europea, pero sí en los países con soberanía monetaria como Argentina, Brasil o Japón.

Página/12 - 7 de octubre de 2012

Compartir en