“El secreto mejor guardado de Macri”, la naturaleza del plan económico

Alex Kodric * (Especial para sitio IADE-RE) | Reseña del libro "El nuevo modelo económico y sus consecuencias” de Ediciones del Centro Cultural de la Cooperación (CCC), 202 págs. Buenos Aires, 2017, Martín Burgos (compilador).  

La gran cantidad de cambios que ha experimentado la sociedad argentina en los últimos dos años, conspira muchas veces con una interpretación y análisis estructural de los mismos. Al menos en ese aspecto, si de cambios se trataba la cuestión, el gobierno de la coalición Cambiemos, ha cumplido con creces. Sin embargo, para tener un preciso diagnóstico de su sentido se requiere mucho más que una simple enunciación o cronología de eventos.

Tal como escribe Axel Kicillof en el prólogo, la pretensión es “develar el secreto mejor guardado por el presidente Macri: la verdadera naturaleza, los reales objetivos y las inevitables consecuencias de su programa económico”. Dar cuenta de la verdadera naturaleza de un fenómeno supone trascender su inmediatez, implica encontrar un patrón de comportamiento en la sucesión aparentemente caótica.

En ese sentido, si bien los distintos artículos del libro hacen referencia directa al primer año de gestión del gobierno de Cambiemos, la enumeración de los sucesos posee una clara pretensión: mostrar que dichos “cambios” responden a un nuevo modelo socio-económico, un nuevo régimen articulado, coherente y consistente. Es a partir de esta forma coherente y estructurada, caracterizada como una restauración conservadora con “ropaje” ideológico neoliberal que deben interpretarse los distintos cambios operados en materia de política económica. 

El volumen se estructura en dos grandes partes complementarias entre sí. Una primera extensa introducción a cargo de Carlos Heller que brinda el marco de unidad e interpretación político-económica y una segunda a cargo de los distintos investigadores del departamento de Economía Política y Sistema Mundial del CCC en donde se abordan temáticamente las distintas dimensiones centrales del nuevo modelo económico: inflación, tipo de cambio y estructura financiera; Estado y sector público y la economía real a la luz de lo acontecido en el mercado de trabajo y el esquema y dinámica sectorial tanto industrial como agropecuario.  

El primer aporte de la introducción de Carlos Heller se asienta sobre la contextualización del proceso en el marco del contexto mundial actual. Este intento de explicar el gobierno de Cambiemos no como algo en sí mismo, sino más bien vinculado con la unidad del sistema mundial es un aspecto novedoso y poco explorado en términos económicos por los analistas actuales. En este sentido, Heller señala que la implementación de los programas económicos neoliberales en los países periféricos se explica como un mecanismo de los países céntricos para exportar sus crisis (financieras y reales) al resto de las economías del mundo.

En otras palabras, los excedentes de dólares y mercancías de las recientes crisis mundiales deben ser canalizados hacia algún lugar y para que ello ocurra los gobiernos de los países periféricos deben mostrarse como los “paladines” de la apertura y el libre comercio. El otro elemento que completa la ecuación es la desregulación financiera que se traduce en la llegada de inversiones de corto plazo especulativas y la fuga de capitales.

El segundo aporte sustantivo del artículo es el análisis de cómo se articulan estas grandes tendencias de la coyuntura del capitalismo mundial con la especificidad de la historia económica reciente de la Argentina. En este sentido, se señalan dos cuestiones: por un lado, en términos de contenido, que la implementación del programa económico neoliberal actual poco tiene de novedoso respecto de sus antecesores de la dictara militar y la década de los noventa (apertura y desregulación del mercado, incremento de las importaciones, endeudamiento externo, achicamiento del Estado, flexibilización laboral y sus conocidos efectos); sin embargo, por otro lado, dados los logros para las mayorías del modelo económico anterior, lo que sí  se presenta como novedad en esta nueva ola neoliberal, es la forma en que la misma logró imponerse electoralmente y el rol de los medios de comunicación masivos en tal cuestión.   

Para lograr ganar las elecciones la coalición Cambiemos primero tuvo que recurrir a una tergiversación de lo ocurrido durante el periodo 2003-2015, caracterizando el período como una “ficción” derivada de la irresponsabilidad de las experiencias políticas “populistas”. A su vez, esta reescritura de la historia, sólo pudo ser posible con el apoyo explícito de los medios masivos de comunicación que manipularon la opinión pública y avalaron la construcción de una fantasía que muy rápidamente, una vez asumido el gobierno, se manifestó como lo que realmente es: una fuerte transferencia de riqueza de la clase trabajadora hacia los sectores más concentrados de la economía.

La segunda parte del libro, como adelantamos, se adentra en las diversas dimensiones concretas asociadas con el funcionamiento del nuevo patrón de acumulación. En el primer capitulo de López y Malic se analiza el fenómeno de la inflación en el primer año de gestión del gobierno. Contrariamente a lo esgrimido por los distintos funcionarios, los autores plantean que la inflación, lejos de ser una “anomalía” o un efecto de “sincerar” lo que antes se mantenía oculto, fue -y es- uno de los instrumentos de política económica más importantes con los que cuenta el gobierno para implementar su verdadero programa de redistribución regresiva del ingreso.

Por su parte, en el capítulo de Rúa y Zeolla, se analiza uno de los fenómenos y ejes centrales del programa económico actual: la centralidad del endeudamiento externo y su vinculación con la fuga de capitales. Los autores encuentran en la desregulación del sistema financiero la génesis que permitió el incremento exponencial de la fuga de capitales entre 2015 y 2016, al tiempo que se señala al acuerdo con los fondos buitre como la condición de posibilidad para la reanudación del nuevo ciclo de endeudamiento externo.

El análisis del sistema financiero continúa con el capítulo de Bruchanski y Kucher, allí se da cuenta de las consecuencias de intentar manejar la inflación a través del movimiento de tasas y la proliferación del instrumento de las LEBAC. Las conclusiones son contundentes: el manejo de tasas no es efectivo para el control de la inflación (tal como marca la teoría ortodoxa) y la proliferación de las LEBAC incrementó la especulación financiera de corto plazo al tiempo que aumentó los pasivos del balance del Banco Central y, por lo tanto, el déficit “cuasifiscal” que, sumado al endeudamiento externo, configuran el famoso mecanismo de “bicicleta financiera” característico también de las dos etapas neoliberales anteriores.     

En el capítulo que escribí sobre el sistema fiscal lo que pretendo mostrar es la articulación del Estado como actor esencial del nuevo programa económico. Cómo la ideología neoliberal se expresa en el manejo y gestión del mismo y cómo aquellos principios poco tienen que ver con el efectivo devenir de la historia económica argentina en general, y con lo acontecido a partir de la gestión Cambiemos en particular. El gobierno asumió prometiendo caída del déficit fiscal y reducción del gasto. Ello no sólo no ocurrió, sino que se profundizó vía el pago a los buitres y las diversas exenciones impositivas a los sectores de mayores ingresos de la economía, que se compensaron con un mayor endeudamiento externo como vía de financiamiento (elevando no sólo la deuda externa total, sino también los futuros pagos de intereses que limitan los grados de libertad del Estado para la realización de política económica).  

En el capítulo de Sabbatella y Burgos, se profundiza en el análisis del sistema energético. Se postula que los principios de gestión de la gestión Cambiemos en materia de política energética se asemejan a los implementados durante la década de los noventa y se examina el efecto de los “tarifazos” sobre el conjunto de los actores económicos. Se marca como una diferencia respecto a la década citada, un fenómeno común a todos los funcionarios de las distintas carteras ministeriales, el desembarco directo de los CEOs o representantes de las grandes empresas, siendo el actual ministro Aranguren un caso paradigmático en dicha materia.  

El último bloque del libro está dedicado al análisis dinámico y comparativo con el nivel sectorial (industria y agro) y a sus consecuencias en el mercado de trabajo. El análisis industrial está a cargo de Grasso y Pérez Almansi. Allí además de plantearse la dinámica de corto plazo, se profundiza en los grandes nudos conceptuales de la política industrial argentina. Por un lado, el rol del Estado en la coordinación, dirección y estímulo del sector industrial (hecho sobre el que se había comenzado tímidamente durante el proceso 2003-2015) y, por otro lado, el actual modelo implementado por Cambiemos donde el esquema industrial se configura sobre la base de un sector más pequeño, capital intensivo y con inserción exportadora. Acerca de este último punto es que se concentra otro de los debates centrales dentro del sector industrial, que es el rol del salario. En tanto costo (si se posee un esquema industrial configurado al estilo Cambiemos) o, en tanto componente de la demanda agregada (si se pretende un esquema industrial asentado sobre el mercado interno).

El capítulo sectorial de Mattos y Burgos hace foco sobre la dinámica del agro como sector medular de la economía argentina. Allí en primera instancia se señala la insuficiencia del análisis económico ortodoxo, donde se oculta o se le quita importancia al factor productivo “tierra” (actor fundamental en la historia económica argentina) y, por otra parte, se marca la heterogeneidad de actores dentro de ese conglomerado que generalmente (mal)llamamos “el campo”. Esta distinción, permite puntualizar que, más allá de las pretensiones del gobierno, en “el campo” hay actores ganadores, pero también hay perdedores.

Las políticas económicas implementadas por el gobierno de Cambiemos específicamente hacia el sector agropecuario, lejos de tener los resultados que el gobierno pronosticó (un esquema virtuoso donde todos ganan en términos sectoriales), representó -y representa- un incremento de las ganancias de las grandes empresas exportadoras de cereales y oleaginosas, mientras que los productores asociados con las economías regionales fueron fuertemente perjudicados, en especial por el incremento de los costos internos vía quita de subsidios a los servicios públicos.

Por último, en el capítulo de Torres y Nunes Chas se analiza la evolución del mercado de trabajo. Allí se retoma la contradicción antes mencionada del rol del salario en la economía, pero además se realiza un racconto de las medidas implementadas por el gobierno actual, y como ellas se articulan en el marco del programa económico de Cambiemos de disciplinamiento y flexibilización de la clase trabajadora.

En suma, retomando la pretensión y pregunta original del libro de indagar por el “secreto mejor guardado” del gobierno de Macri, desde los distintos enfoques y dimensiones analizadas, la caracterización que subyace es la de reprimarización, apertura y liberalización de la economía, lo cual configura un escenario de distribución regresiva del ingreso. Algo que, a primera vista, no parecería ser novedoso en términos de la historia económica argentina reciente y sus anteriores oleadas neoliberales, pero no por ello es menos importante y necesaria aquella caracterización, ya que la acción política concreta del conjunto de actores del campo nacional y popular no puede prescindir de la misma.

Sin duda, el kirchnerismo activó diversos resortes y debates en el nivel nacional que hasta 2003 parecían ya sepultados desde el retorno de la democracia. Con ello se generó un espacio para la reflexión acerca de las grandes temáticas concernientes al desarrollo económico-social de la Argentina. En esa clave, este libro representa un aporte en un sentido tanto retrospectivo como prospectivo. Retrospectivo porque es imposible caracterizar el actual gobierno de Cambiemos sin tomar como un punto de referencia inmediato la experiencia política de 2003-2015, y prospectivo en el sentido que desde aquella referencia es posible evaluar qué cosas faltaron, qué se puede mejorar y, por sobre todas las cosas, qué clase de país nos dejará esta nueva y devastadora experiencia de saqueo y expoliación de la Nación. 

 

* Lic en Economía (FCE-UBA), Mag. en Economía Política (FLACSO). Miembro de la comisión directiva del IADE. Docente e investigador.

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