La década minera
Por inversiones, exportaciones y creación de empleo, empresarios y funcionarios aseguran que la megaminería es motor de progreso. Del otro lado, académicos y vecinos cuestionan el aporte social y denuncian el daño ambiental de una industria que no para de crecer. Mitos y verdades.
El oro de San Juan
“Después de lo que le pasó a Barrick, evaluamos suspender este encuentro porque salir a decir que hacemos las cosas bien cuando una empresa colega cometió un error muy serio es dejarla en una situación incómoda, pero si les decíamos que no vinieran iban a pensar que estábamos escondiendo algo”, afirma Hernán Vera, vicepresidente de la minera canadiense Yamana Gold y country manager de la firma en la Argentina, al recibir a un grupo de periodistas en la mina de oro Gualcamayo, ubicada 270 kilómetros al norte de la capital de San Juan y a 120 kilómetros de Jáchal, la ciudad que hace apenas quince días entró en pánico y se movilizó para protestar por el derrame de cianuro en Veladero, la mina que Barrick Gold explota al noroeste de la provincia. Vera prefiere no opinar sobre lo ocurrido en Veladero porque afirma que no conoce la situación en detalle, pero busca dejar en claro que el cianuro no representa un riesgo para las poblaciones del lugar. No lo hace para ayudar a Barrick sino en defensa propia ya que Gualcamayo también utiliza cianuro para extraer el oro.