Un economista francés dispara sobre el capitalismo

Roberto García Moritán
Un economista francés, Thomas Piketty, se está convirtiendo en un influyente profeta al advertir los graves riesgos “de la concentración extrema de los patrimonios”. El ensayo es un inusual best seller. En Estados Unidos se vende con mayor éxito que la saga Games of Thornes o Frozen de Disney.

Paul Krugman ha señalado que “revoluciona la manera de abordar las disparidades económicas poniendo a los ricos en el centro del debate ”. Es probable que la obra de Piketty, Le Capital au XXI siecle , resulte una importante referencia económica y política en el mundo, como no ocurría en mucho tiempo. Para Piketty, más allá de Marx o Tocqueville, el capitalismo patrimonial está de regreso, como en otros momentos de la historia, con la misma lógica de la acumulación económica dominada por dinastías familiares. El retorno de capital es mayor que la tasa de crecimiento. La solución a esta involución, según Piketty, consistiría en gravar las rentas de capital hasta que su entorno neto (después de impuestos) se sitúe por debajo del crecimiento económico. Para ese objetivo, propone un impuesto global del 80% a las rentas financieras superiores al millón de dólares, de 50 a 60% por encima de 200 mil dólares, y un impuesto a la riqueza del 10% anual en las mayores fortunas, o el 20% una única vez en patrimonios altos.

La publicación enfatiza que las desigualdades existentes terminan con la posibilidad de sociedades estables. De continuar, se transformarían en insostenibles para dentro de dos o tres décadas con situaciones sociales similares al siglo XIX. También sería germen de nacionalismos extremos o de excesos de proteccionismo.

En este sentido, señala que para evitar terminar en ese mundo de injusticias resulta urgente solucionar los problemas de desigualdad existentes. De lo contrario, advierte, se resolverán por la violencia. Más allá de su propuesta, como de las advertencias o de los calificativos que ha recibido de ser un marxista moderado por relativizar el modelo soviético, lo cierto es que el diagnóstico de Piketty es tenido en cuenta en las principales capitales del mundo, incluyendo la Casa Blanca, por entender que las ideas contenidas en la publicación, en el sentido que el mercado sea el esclavo y no al contrario, podrían transformar el escenario económico y político mundial. Lo recomendable, por lo pronto, es leerlo con atención.

Clarín - 3 de mayo de 2014

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