Tiempos de cambio

A mi nieto Lucas le cuesta digerir que la tevé haya llegado a mi vida a los 14 años. Me pregunta qué hacíamos los chicos de esa época. Le respondo que escuchábamos furiosamente la radio, especialmente a Tarzán, por Radio Splendid. Jugábamos a la pelota y andábamos en bicicleta en unas calles sin riesgos.

Fracking: una tecnología en el centro de la controversia

Según estimaciones de organismos internacionales, las reservas no probadas de hidrocarburos no convencionales [es decir, aprisionados a gran profundidad en la roca madre] podrían multiplicar entre 11 y 67 veces las reservas probadas actuales de gas y petróleo convencionales de la Argentina. No es necesario aclarar que estas cifras inspiran atractivas expectativas económicas.

Internet, la revolución que Marx no imaginó

La economía mundial crece y la pobreza cae en la segunda década del siglo XXI. Detrás, hay una gigantesca ola de innovación, de raíz tecnológica, y su punto de inflexión es un acontecimiento geopolítico que ha modificado la estructura del poder mundial, al trasladar el centro de gravedad del sistema de los países avanzados a los emergentes, de EE.UU. a China. Los usuarios de Internet son hoy 2.500 millones y aumentan 500 millones por año (500.000 por día). Serían 4.000 millones en 2015, más de la mitad de la población del mundo; y abarcarían a 80% de la población del planeta en 2030.

Anatomía del miedo

Pasó el 2012 y el mundo no se acabó: ¿ahora qué? Esa misma incertidumbre sobrevoló el sitio Edge.org cuando convocó a sus miembros para responder, como todos los años, una misma pregunta. Así fue como algunas de las mentes científicas, artísticas y periodísticas más brillantes dedicadas a pensar el mundo enfrentaron el gran interrogante posterior al apocalipsis que no fue: “¿A qué deberíamos temer en los próximos años?”. Tal como viene haciendo año tras año, Radar seleccionó y tradujo las mejores (y más aterradoras) respuestas: del fin del individuo y la enajenación tecnológica a los misterios de la mente y los riesgos de vivir demasiado.

El mundo maravilloso del capitalismo

La búsqueda de la verdad política siempre será una tarea dura, aun en nuestros tiempos cuando la ciencia ha puesto en nuestras manos un gran número de conocimientos. Uno de los más importantes fue conocer y estudiar el fabuloso poder de la energía contenida en la materia.

El descubridor de esa energía y su posible empleo era un hombre pacífico y bonachón que, a pesar de su repudio a la violencia y a la guerra, solicitó su desarrollo a Estados Unidos, presidido entonces por Franklin D. Roosevelt, de conocida posición antifascista, líder de un país capitalista en profunda crisis, que había contribuido a salvar con fuertes medidas que le ganaron el odio de la extrema derecha de su propia clase. Hoy ese estado impone al mundo la más brutal y peligrosa tiranía que ha conocido nuestra frágil especie.

Los despachos procedentes de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN se refieren a las fechorías cometidas por ellos y sus cómplices. Las ciudades más importantes de Estados Unidos y de Europa reflejan constantes batallas campales entre los manifestantes y la policía bien entrenada y alimentada, con carros blindados y escafandras, repartiendo golpes, patadas y gases contra mujeres y hombres, torciendo manos y cuellos de jóvenes y viejos, mostrando al mundo las cobardes acciones que se cometen contra los derechos y la vida de los ciudadanos de sus propios países.

¿Hasta cuándo pueden durar semejantes barbaries?

Se inauguró la megamuestra Tecnópolis

Ayer, al caer la tarde, finalmente abrió sus puertas la megamuestra que invita a recorrer doscientos años de logros científicos e industriales, Tecnópolis.

"Tecnópolis es una muestra de nuestra potencia. De lo que fuimos y de lo que somos capaces los argentinos cuando avanzamos por el camino del conocimiento", anuncia uno de los carteles que flanquean la entrada. "Decir presente mirando el futuro", agrega otro.

Y basta con ingresar en el inmenso predio de 50 hectáreas donde se erigen decenas de stands y pabellones de organismos del sistema científico, reparticiones públicas e industrias privadas de alta tecnología, para encontrarse de lleno con un modelo del lanzador de satélites que está planeando la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, el Tronador II, un proyecto para el que hay que dominar una compleja tecnología que pocos países poseen.

La exhibición fue inaugurada ayer por la presidenta Cristina Kirchner mientras todavía se daban las última puntadas. Exigió desplazar 450m3 de tierra y 40.000 toneladas de escombros, tarea en la que trabajaron dos mil personas (para desmalezar el terreno) y 12.000 cooperativistas. Es recorrida bajo tierra por ocho kilómetros de fibra óptica y, sobre la superficie, por un tren interno con dos kilómetros de recorrido.

"Se trata de la feria tecnológica más grande que se haya hecho en la Argentina -se entusiasma Lino Barañao, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, que participa con 14 stands-. Está centrada en la ciencia, la tecnología y el arte, e intenta mostrar que éstas aportan transversalmente a todas las disciplinas y también a la gestión pública."

Entre las innumerables atracciones que propone figuran un modelo de la "máquina de Dios", un túnel dedicado a la biodiversidad donde están representados los distintos ecosistemas de la Argentina, tanques y aviones que fueron producto de la industria nacional, una "experiencia antártica", un simulador de Fórmula 1 con pistas que fueron relevadas por satélite y permiten entrenar a pilotos... "Los chicos que lo usen van a tener la sensación de manejar en una verdadera pista de carrera", dice Barañao.

Hay también una exhibición del Observatorio Pierre Auger, de Malargüe, que explica cómo se detectan las partículas cósmicas de alta energía y tiene un planetario para ciegos donde muchos percibirán por primera vez una representación del firmamento.

"Fue una tarea faraónica: hace dos meses esto era un cañaveral y ahora es Disney -bromea Barañao-. Es una obra extremadamente compleja. Creo que es algo inédito, nunca se hizo un esfuerzo tan grande para dar a conocer lo que nuestro país produce en ciencia y tecnología."

Según el ministro, hay planes para que la muestra sea permanente y se convierta en un verdadero polo tecnológico. "Estamos trabajando sobre una estructura de cemento que tiene unos 30 años para instalar ahí la Fundación Sadosky y un complejo de empresas del software -afirma-. Queremos que esto integre una nueva área de difusión de la ciencia, junto con el Museo Nacional de Ciencias Naturales y el que estará en el edificio de las ex Bodegas Giol, con exposiciones itinerantes, elaborar material didáctico para recorrer el país. Ya tenemos propuestas del [Museo] Smithsonian, de Washington, del British Council y del Deutsches Museum, en Alemania, para recibir asesoramiento y hacer intercambio de muestras."

La exposición, donde habrá también espectáculos y otras actividades, estará abierta hasta el 22 de agosto, de martes a domingos de 12 a 20 hs. con entrada libre y gratuita. El programa diario podrá consultarse en www.tecnopolis.mincyt.gob.ar .

Bienvenida Tecnópolis

En la Argentina de hoy se están produciendo acontecimientos tan significativos en el ámbito científico, tan distintos de todos los que hemos vivido en las últimas décadas, que merecen una mirada diferente por parte nuestra también. Cualquiera que hubiera vivido en nuestro país durante los últimos 40 años (más o menos) entiende de lo que hablo. La ciencia fue siempre considerada algo exótico, de elite. No me refiero solamente a los presupuestos siempre miserables, sino que lo que cambió es la actitud, la disposición, el interés y por ende la valoración. Hoy hay vasos comunicantes. Hoy hay gente que escucha, pregunta, se interesa, opera y resuelve. Hace un mes fue el tema del satélite que mereció la tapa de este diario (y debió haber sido nota de “tapa” de cualquier medio de comunicación de nuestro país). Hoy es Tecnópolis, que también fue la nota de tapa de Página/12. Pero hay una disposición diferente. Al Poder Ejecutivo le interesa. Hay gente dentro de la clase política que pregunta. No sólo eso: pregunta y luego las respuestas son vinculantes.