El triunfo de Syriza. Primeras reflexiones

El triunfo de Syriza es, por lo pronto, una gran victoria de la libertad, de la democracia republicana, del sentido común económico y de la dignidad nacional del pueblo griego. Un triunfo frente al miedo esgrimido como único argumento por las amalgamadas fuerzas de la sinrazón económica, el despotismo político corrupto, la prepotencia neocolonial, la xenofobia recrecida y el extremismo antisocial más descarado.

A las puertas de un cambio de envergadura histórica

Grecia se encuentra a las puertas de un cambio de envergadura histórica. Syriza ya no es sólo una esperanza para Grecia y los griegos.

Representa también la expectativa de un cambio de rumbo para toda Europa. Porque a menos que cambie su política, Europa no saldrá de la crisis, y la victoria de Syriza en las elecciones del 25 de enero no hará más que robustecer a las fuerzas del cambio.

Solamente Syriza puede salvar a Grecia

El cierre repentino el pasado 11 de junio de la televisión estatal de Grecia y la red de radio, el Hellenic Broadcasting Corporation, conocida como la ERT, ha dado lugar a un drama político. Periodistas y personal de la red han ocupado edificios de la ERT, y grandes multitudes se han manifestado para mostrar su apoyo. Con transmisores ocultos, la radiodifusión se reanudó a través de Internet, y pronto las estaciones de toda Europa recogieron las señales. De la noche a la mañana, un organismo estatal que desde hacía mucho tiempo había sido denostado por la corrupción y el clientelismo se convirtió en la voz de la resistencia democrática.