Sobre la revolución de 1905

 

Hace cien años, el mismo día que Lenin dio esta conferencia ante un grupo de jóvenes socialistas suizos en Zurich, dónde se encontraba exiliado, en el aniversario del inicio de la Revolución rusa de 1905, miles de trabajadores rusos se pusieron en huelga para conmemorar el “Domingo Sangriento” en medio del estado de excepción impuesto por el Imperio zarista por los desastres militares de la I Guerra Mundial.

La sociedad rusa se encuentra en un estado de “tolerancia depresiva”

Borís Kagarlitsky (Moscú, 1958) es sin duda uno de los referentes de la izquierda rusa. Actualmente director del Instituto de la Globalización y Movimientos Sociales (IGSO) de Moscú, Kagarlitsky es autor de más de una docena de libros como Russia under Putin and Yeltsin (2002) o Empire of the Periphery: Russia and the World System (2008) –ambos publicados por Pluto Press– que ayudan a entender el pasado y el presente de Rusia.

Las profundas razones geopolíticas de Rusia

El presidente Barack Obama decidió ponerse duro con Rusia al imponer sanciones y aumentar el apoyo para el nuevo gobierno de Ucrania.

Este es un gran error. Esta respuesta está basada en la misma lógica defectuosa que ayudó a precipitar la crisis. En lugar de resolver la disputa, va a conducir a mayores problemas. La visión de la Casa Blanca es que EE.UU. no tiene responsabilidad por la crisis actual. En su opinión, toda la culpa es del presidente Vladimir Putin. Esto no es correcto. Washington jugó un papel clave en la precipitación de esta peligrosa situación y la conducta de Putin se vio motivada en las mismas consideraciones geopolíticas que influyen en todas las grandes potencias. La raíz de la crisis actual es la expansión de la OTAN y el compromiso de Washington para sacar a Ucrania de la órbita de Moscú e integrarla a Occidente. A los rusos los enfureció la expansión de la OTAN, pero toleraron el ingreso de Polonia y los países Bálticos.

El gobierno ruso cree que puede canalizar las protestas y se equivoca

Kai Ehlers entrevistó a Boris Kagarlitsky para el semanario Freitag.

Freitag: Las reacciones al fallo judicial del proceso contra Pussy Riot demuestran que las protestas continúan en Rusia. Pero el movimiento ni es unitario ni dispone de programa. A pesar de todo en los medios occidentales se le concede mucho espacio, ¿por qué?

Kagarlitsky: Por desgracia en Occidente no se entiende lo que verdaderamente está sucediendo aquí en Rusia. Quienes votaron en las elecciones presidenciales de marzo por Putin no son en ningún modo partidarios suyos. A menudo se trata de rusos que odian más a Putin que la propia oposición, pero que tenían miedo de que llegase al poder gente que tomase la misma senda neoliberal por la que Putin ahora anda.

"Había una gran cantidad de consejeros militares de EEUU presentes en Georgia"

La prensa mundial continúa de presentar a Rusia como el país agresor contra Georgia en el reciente conflicto del mes de agosto y en plenos Juegos Olímpicos de Pekín. Las pruebas e investigaciones indican lo contrario. Georgia del presidente Saakashvili hace parte como peón de la estrategia imperial estadounidense para controlar una región rica en petróleo y oleoductos, que conjuntamente con sus socios europeos de la OTAN, vía armamento israelí, han fomentado la matanza para desestabilizar la región y con otros obscuros propósitos. El ex presidente Putin nos explica el punto de vista ruso.

Artículos relacionados:

. Ajedrez geopolítico: el trasfondo de una miniguerra en el Cáucaso / Immanuel Wallerstein*
. El objetivo oculto y lo que está en juego en la guerra del Cáucaso / Manuel Freytas*
. Rusia y Georgia: todo por el petróleo / Michael T. Klare*

¿Una nueva guerra fría?/ Manuel Castells*

Cuando el 7 de agosto el ejército de Georgia atacó por sorpresa la capital de Osetia del Sur, reduciéndola a escombros y matando al menos a 1.600 civiles, empezó un nuevo episodio en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos que algunos observadores interpretan como una nueva guerra fría. La fulminante reacción de Rusia, desmantelando al ejército georgiano en tres días, era de esperar. Desde el fin de la Unión Soviética Estados Unidos ha impuesto su geopolítica a una Rusia debilitada.

Rusia y Georgia: todo por el petróleo / Michael T. Klare

A la hora de comentar la guerra en el Cáucaso, la mayoría de analistas estadounidenses han tendido a verla como un retorno al pasado, como una continuación de la secular y sangrienta contienda entre rusos y georgianos o, en el mejor de los casos, como una parte de los asuntos pendientes de la Guerra Fría. Muchos han hablado del deseo de Rusia de borrar la “humillación” nacional que experimentó tras el desplome de la Unión Soviética hace 16 de años, o de restaurar su “esfera de influencia” en los territorios del sur. Pero este conflicto es más sobre el futuro que sobre el pasado. Es un producto de la intensa competencia geopolítica por el control del flujo energético del mar Caspio hacia los mercados occidentales.

“Estamos ante una paz caliente en un mundo que tiende a ser multipolar”

Nació en la Segunda Guerra Mundial y vivió el stalinismo. Ya adulto, el economista Vladimir Davydov llegó a la reconocida Academia de Ciencias en Rusia y asesoró al Parlamento en asuntos internacionales, tras participar en los ’90 del consejo empresarial adjunto al presidente. Como un psicoanalista del globo, el estudioso diagnostica que el desarrollo ruso, la emergencia de nuevas potencias y el fracaso de Estados Unidos en Irak son síntomas del nuevo orden mundial.

Artículos relacionados:

.General Gareev: “Rusia será el árbitro geopolítico en los conflictos del futuro”, la nueva doctrina militar rusa / Viktor Litovkin*
.¿Están los líderes de India, China y Rusia preparados para un desarrollo radical? / Rajiv Sikri*
."Querer regentar el mundo de manera unipolar es ilegítimo e inmoral" / Vladimir Putin